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Sica, con crisis en industria de electrodomésticos: caen ventas, suben los insumos y peligran empleos

TV, heladeras, lavarropas y la crisis en el sector de electrodomésticos: caen ventas, aumentan insumos y peligran empleos
25/06/2018 - 05:41hs
Sica, con crisis en industria de electrodomésticos: caen ventas, suben los insumos y peligran empleos

Los empresarios del sector línea blanca tuvieron una reunión con Francisco Cabrera dos días antes de que fuese desplazado del Ministerio de Producción.

Le plantearon una larga lista de problemas que atraviesa esta rama de actividad. Se fueron del despacho con un apretón de manos, algunas promesas pero muchas dudas

Sin embargo, la salida de Cabrera y la llegada de Dante Sica supone hacer borrón y cuenta nueva, aunque a medias: Sica ya asesoró a algunas de las compañías de electro que hoy están afectadas por la coyuntura.

Ahora, las empresas del sector están pidiendo auidencia para tener el primer mano a mano con el funcionario. 

"Conocemos su perfil. Pero hay mucho trabajo por hacer y, honestamente, sabemos que no va a poder hacer milagros", se resigna un directivo fabril consultado por iProfesional

Por lo pronto, un informe de Abeceb, emitido hace pocos meses -cuando todavía Dante Sica estaba al frente de la consultora- señalaba que para este año se abrían buenas perspectivas de crecimiento para el rubro de los electrodomésticos, "producto de una recuperación del poder adquisitivo". 

Sin embargo, este escenario no se está plasmando en la realidad. De hecho, desde Ecolatina proyectan que el salario real de los empleados registrados caerá casi 3% a lo largo de 2018.

"Veníamos acelerando pero se cayó todo, como si a un tren que avanza lo frenaran en 100 metros". Así define el actual escenario Carlos Cornejo, presidente de la Federación de Cámaras Industriales de Artefactos para el Hogar (Fedehogar). 

El sector, que da empleo a unas 21.000 personas en el país, está atravesando un duro momento, producto de un complejo combo de factores que golpea al ritmo de producción, llevando a que la mayoría de las plantas apelen a un mix de medidas para intentar sostener el empleo. 

En un contexto que conjuga disparada de costos, bajón de la demanda e incremento de importaciones (que operó mayormente hasta antes del salto del dólar), los fabricantes de heladeras y freezers, lavarropas y equipos a gas, como cocinas, termotanques y calefones, están apelando al recorte de horas extras, adelanto de vacaciones y a la solicitud del Procedimiento Preventivo de Crisis para evitar despidos. 

Las complicaciones llevaron a que el sector de línea blanca esté operando en la actualidad con un nivel de capacidad ociosa mayor al 40%, de la mano de ventas que caen a un ritmo de entre 20% y 30% interanual. 

El sector más comprometido es el de heladeras y freezers, donde más se sintió la competencia importada durante 2017 y el primer cuatrimestre de 2018. Ahora que el dólar está en cerca de $28, el mayor problema que enfrentan es la suba de costos y la caída de la demanda doméstica. 

"Esta rama emplea a unas 6.000 empresas de manera directa. Prácticamente todas las firmas estamos tomando medidas paliativas para evitar echar gente", planteó una fuente vinculada con la entidad que nuclea a la industria de refrigeración. 

El caso que más ruido viene haciendo es el de Mabe, empresa que opera en el parque industrial de San Luis y que suspendió a 250 trabajadores por el término de un mes, hasta el 2 de julio. 

En medio de versiones cruzadas sobre el cierre de su planta ubicada en Haedo, provincia de Buenos Aires, se confirmó que estarán desactivando sus líneas de cocinas y heladeras. 

En paralelo, Rheem, que fabrica termotanques y calefones en San Luis desde hace 20 años, rescindió el contrato de 119 empleados. 

Rosario también es una plaza muy afectada, dado que en esa ciudad se produce el 90% de las heladeras nacionales. 

Gafa y Bambi, dos de las principales fabricantes de equipos de frío de esa provincia, hace ya un año que presentaron un Procedimiento Preventivo de Crisis.

Sin embargo, el ex ministro de Producción de Santa Fe y actual diputado nacional del Frente Progresista, Luis Contigiani, adelantó que se sumarán más firmas al listado. 

Fuentes indicaron a este medio que hay Pymes que producen heladeras con más de 300 empleados que acaban de solicitar ese mismo procedimiento para el 100% de su plantilla. 

"Es una forma de atenuar un poco los costos laborales para poder pagar los sueldos y tirar para adelante hasta ver qué pasa. Todo esto se hace con el compromiso de no despedir personal", aseguró un industrial que pidió reserva de identidad. 

Menos consumo El mayor inconveniente que enfrenta el sector ahora es la caída de la producción por la desaceleración de la demanda, no solo minorista, sino también de las propias cadenas de retail. 

"El sector de los artículos del hogar tiene su estacionalidad: en verano se venden más los equipos de frío, como heladeras y aire acondicionado, y en invierno, crece la demanda de artículos como calefones y termotantes", apuntó Cornejo. 

El directivo indicó "es que la devaluación y la baja del consumo provocó que los comercios no puedan liberarse del stock de productos para el Mundial y esto está demorando las órdenes de compras de otros artículos del hogar, porque no pueden hacer frente con los pagos". 

Para Cornejo, el nivel de compras también se vio afectado por el deterioro de las expectativas de los consumidores así como por los cambios que sobrevinieron tras la corrida cambiaria. 

"Con una tasa de referencia del 40% es difícil que los comercios puedan seguir sosteniendo las condiciones de financiamiento que venían ofreciendo", indicó.

Según el directivo de Fedehogar, en 2017 la producción en general de este sector creció cerca de un 15%. Pero, el cambio de expectativas, el menor poder adquisitivo y el encarecimiento del crédito, está llevando a que este año "estemos cayendo en la misma proporción".

"En definitiva, estamos perdiendo todo el terreno que habíamos ganado en 2017", indicó. 

Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (UNDAV), salvo la producción de microondas y equipos de aire acondicionado, el resto de los productos venía de un 2017 con tasas de variación positivas: 

-En el caso de heladeras, se produjeron 1,2 millones de equipos, casi 200.000 más que en 2016. 

-Las empresas dedicadas a la fabricación de lavarropas y secarropas, en tanto, alcanzaron las 1,8 millones de unidades, 176.000 por encima del período previo. 

-En cocinas, la producción sumó 857.000, unas 143.000 más que el registro del año anterior, mientras que en calefacción el ritmo de fabricación creció en 22.000 unidades, tal como se puede ver en el siguiente cuadro: 

Sin embargo, el sector este año ya está operando en negativo.

Retrocede el "made in Argentina"Un informe de la UNDEV señaló que en 2015 la producción de línea blanca alcanzó el máximo histórico, básicamente por el cierre de las importaciones.  

"El proceso de crecimiento del sector fue tal que ese año, el 98% de los lavarropas y el 90% de las heladeras que se vendían en Argentina eran fabricados en el país" indicaron. 

Estos datos contrastaban con lo que ocurría en 2003, cuando los productos de origen nacional tenían el 31% y el 69% del mercado, respectivamente. 

Sin embargo, la apertura de la economía fue cambiando esa dinámica. 

En momentos en que el Gobierno decidió dejar de hacer públicos los datos desagregados sobre comercio exterior, Contigiani reveló que, antes del salto del dólar, la competencia del exterior continuó deteriorando el market share del "made in Argentina".

Un informe del Observatorio publicó un relevamiento actualizado al primer cuatrimestre que reveló que la entrada de productos de línea blanca creció un 108% en volúmenes y un 121% en divisas. 

Efectos colaterales de la devaluaciónEmpresarios del sector advierten que si bien un dólar a casi $28 está ayudando a desacelerar la entrada de productos importados, consideran que son peores los efectos colaterales debido a que estos equipos requieren de partes y componentes atados al valor del billete verde. 

Los lavarropas, por ejemplo, vienen equipados con un conjunto de electrónica que figura entre las piezas más caras. las mismas son traídas generalmente de Asia. Esto implica que, en valores, el contenido local genuino puede rondar el 50%. 

En el caso de las has heladeras, los motores –que representan más de la mitad del costo de cada unidad- no se hacen en el país sino que llegan armados desde China y Brasil

A esto se suma que todo lo que es chapa, vidrio, plásticos y pinturas -que inciden en un 20% en el precio final-, también se mueven al alza cuando el billete verde pega un salto.

"Para nosotros la devaluación fue un problema grave, porque nos agarró con mercadería que habíamos entregado, a cobrar a 90 días, y cotizada a un dólar a $20. Ahora estamos tratando de renegociar parte de esos pedidos", explicó el responsable de una Pyme rosarina. 

En paralelo, detalló que "durante mayo y algunos días de junio tuvimos que dejar de vender, como también lo hicieron otras fábricas de línea blanca, por el riesgo de quedar descalzados, porque también tenemos que cubrir las facturas de nuestros proveedores". 

Cornejo, de Fedehogar, agregó que la suba de tasas y la inflación les está generando otro gran problema a las Pymes. 

Sucede que las cadenas de retail pagan con cheques de cobro diferido y, cuando las empresas quieren cambiarlos por efectivo, sufren una fuerte quita. 

En el primer trimestre, el tipo de interés que enfrentaban las empresas para descontar cheques avalados en la City rondaba el 27%. 

Sin embargo, tras la corrida cambiaria y la suba de la tasa de referencia por parte del BCRA, ese nivel se incrementó más de 15 puntos. 

"Esto encareció el financiamiento enormemente para las Pymes y complica mucho la compra de insumos y materia prima", indicó uno de los industriales consultados. 

¿Hay chances de que a partir del segundo semestre se revierta la tendencia?

Desde la entidad que nuclea a las pequeñas y medianas emprsas que fabrican heladeras, freezers y exhibidoras para comercios, se muestran pesimistas: proyectan una baja del 30% para todo el año en el volumen de producción. 

"Definitivamente, quedamos del lado de los que perdieron con el salto del dólar", concluyó.