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El sistema puede dejar obsoletos a los routers por su incapacidad de actualizarse pero garantizará la protección a quienes tengan contraseñas débiles
27/06/2018 - 10:56hs

Durante quince largos años, el protocolo WPA2 fue la base para darle protección a las redes inalámbricas. Un estándar que se mantuvo casi intacto desde su aprobación, pero pese a ser el más extendido, se mostró inseguro. Sin ir más lejos, hace unos meses un grupo de expertos logró quebrarlo y puso en evidencia su fragilidad. Esto aceleró la llegada de su sucesor, el WPA3

El WPA3 -Wi-Fi Protected Access, por sus siglas en inglés-, viene a plantar la semilla de la seguridad en un entorno de hiperconectividad casi absoluta y con la irrupción de los dispositivos conectados que se enmarcan dentro de esta era llamada "Internet de las Cosas": en el 2020 habrá más de 50.000 millones de aparatos conectados a internet, publicó abc.es.

WiFi Alliance, organización sin ánimo de lucro que se encarga de desarrollar el estándar de esta tecnología inalámbrica, aprobó la versión definitiva y la certificación técnica del protocolo WPA3, la próxima generación de seguridad de redes WiFi, tal como publicó iProfesional.

A diferencia de la versión anterior, se sumaron funciones y características de cara a simplificar la seguridad de WiFi, permitiendo un sistema de autorización más solvente, con un sistema de cifrado de datos inviolable a día de hoy.

Así, el nuevo sistema puso el foco en la protección pese a introducir contraseñas débiles y redes públicas inseguras.

La organización confirmó que dada su certificación los futuros routers domésticos deberán incorporar este protocolo de seguridad, aunque se producirá una transición.

Los dispositivos que soportan WPA2 continuarán operando mientras se van actualizando al nuevo sistema, aunque muchos dispositivos, sin embargo, quedarán obsoletos por culpa de su incapacidad de ser actualizados.

El nuevo protocolo de seguridad otorga a los routers bajo este sistema WPA3 un blindaje contra un ciberataque "brutal", que se propone averiguar una contraseña probando todas las combinaciones posibles hasta dar con la correcta.

Entre otras de las capacidades se encuentra una mayor fortaleza de la seguridad, de 192 bits en lugar de 128 bits de la clave de cifrado actuales.

Las redes WPA3 no permitirán tampoco explotar otros protocolos heredados y ya obsoletos. Y reforzará su seguridad incluso en los escenarios en los que los usuarios no introducen contraseñas recomendadas (combinar mayúsculas con minúsculas, diferentes caracteres, ocho caracteres mínimo).

Otra de las novedades hará que no se almacenen las contraseñas y no se pueda tener acceso al router en caso de ser descubierta la clave y haberla cambiado posteriormente. Algo que suele ocurrir con frecuencia.

 

También contará con una característica llamada "Easy Connect", por la cual los desarrolladores estiman que se simplificará el proceso de conexión de dispositivos inalámbricos sin pantalla, es decir, aparatos conectados que se enmarcan dentro de la gama "Internet de las Cosas". Lo hará -explican- de manera segura a través de un simple gesto: escanear el código de respuesta rápida (código QR) del producto para tener acceso.

Se espera, sin embargo, que el despliegue de WPA3 en los nuevos dispositivos no llegue hasta 2019. Esto coincidirá con la llegada de la nueva generación de WiFi 802.11ax, el próximo estándar de comunicación inalámbrica que será más rápido y estable.

De ahí a que los fabricantes de componentes y de telefonía móvil comiencen a trabajar lo antes posible en incorporar estas ventajas para los consumidores.

"Este sistema toma la delantera al proporcionar las protecciones más sólidas de la industria en un entorno de seguridad en constante cambio", explica en un comunicado Edgar Figueroa, presidente y director general de Wi-Fi Alliance, quien matiza que la nueva tecnología supone "la evolución de la seguridad de Wi-Fi pero manteniendo la promesa de tener acceso protegido»".

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