La clasificación de la Argentina en el segundo puesto del grupo D trastocó los planes de más de un argentino que tenía todo organizado de antemano para viajar de San Petersburgo a Nizhny Nóvgorod, que era la conexión que debía hacerse si el seleccionado nacional culminaba primero en la fase inicial del Mundial de Rusia. El angustiante pase a octavos derivó en una odisea para quienes se proponen seguir a Leo Messi y compañía: requiere llegar a la lejana Kazán, lo que implica un gasto impensado para aquellos optimistas que ya tenían pasajes tomados para a Nizhny Nóvgorod.

Las dificultades aumentan a medida que avanzan las fases de la competencia. Para el partido del sábado contra los galos no hay vuelos (y los pocos lugares que aparecen se ofrecen a $30.000); no se consiguen boletos de tren; y es también una dificultad obtener un ticket para ingresar al estadio.

Una opción que gana adherentes es alquilar un auto y viajar a Kazan por ruta, lo que demora desde San Petersburgo unas 20 horas. Si el punto de partida es Moscú, el tiempo estimado se reduce a 12 horas. Sólo la renta del vehículo implica un gasto extra de 435 euros, informó La Nación. Y obliga a manejar por caminos desconocidos.

A eso debe sumarse que quienes no tengan una entrada para el partido, seguramente deban obtenerla vía reventa, cuyos valores oscilan entre los u$s500 y los u$s1000.

Sólo para tener una dimensión de la oleada argentina en Rusia que pretende ir a alentar a la selección: en el Zenit Arena durante el agónico triunfo contra Nigeria hubo 35 mil hinchas albicelestes. Fue el partido con más hinchas connacionales desde que comenzó el Mundial. A pesar de la odisea que implica llegar a Kazan, no se espera menos para los octavos de final. Los hinchas argentinos en Rusia están de festejo. Saben que estuvieron a cinco minutos de volverse a casa.