Fermin y Francisco, amigos y hermanos, se cansaron de la vida del interior y decidieron encarar para la ciudad de la furia y abrir un local gastronómico. No sabían con exactitud que querían hacer, pero lo que sí tenían en claro era que de alguna manera iban a conquistar los paladares porteños.Ambos tenían experiencia en el rubro; Francisco trabajó un año en Estados Unidos y, en la escena local, en el Alvear y Yacht Club, mientras que Fermín estuvo en todos los proyectos gastronómicos que tenían a su cargo en el interior.

Una vez instalados emprendieron la búsqueda de su primer local, en la que vieron más de cincuenta lugares a lo largo de ocho meses.Finalmente, en el barrio de Palermo, encontraron lo que estaban buscando y dedicaron ocho meses más a la remodelación, para dejarlo en perfectas condiciones. Después de analizarlo detenidamente, entendieron que su local tenía que ser de comida callejera y así fue como nació Fat Broder. Si bien la estrella del local son sus hamburguesas, nunca quisieron crear una hamburguesería y la idea era poder incluir varias opciones y variar constantemente.

El hecho de que la hamburguesa sea un producto muy explotado en la ciudad no les impidió seguir adelante con su elaboración. "La verdad es que nunca nos preocupó [la variedad de hamburguesas que hay en la ciudad]. En capital tenés lugar para todo, los buenos, los malos; inclusive es mejor si hay otro local al lado porque se genera un polo y está bueno¨, me cuenta Francisco mientras se toma una gaseosa en su queridísimo local.

Lo que destaca a este local por sobre el resto es la excelente calidad de la materia prima y el constante trabajo en las técnicas y elaboraciones. Todo el personal estudia y trabaja en gastronomía, una característica que hace que sea un ambiente exclusivamente dedicado a ese rubro y en el cual siempre se debate sobre qué cambios hacer para mejorar y qué incluir para innovar.

Esta es, sin dudas, una de las mejores hamburguesas y no es solo una opinión personal, varios bloggers que se dedican a degustar este tipo de comida la ubican en el top tres de la ciudad.

La excelencia del producto me llevó a indagar qué lo hace tan especial y uno de los secretos es que la preparan con dos medallones de carne en lugar de uno, como las hamburguesas convencionales. Es por eso que se doran cuatro caras en lugar de dos, lo cual le aporta más sabor. A su vez, al apilarlas se derrite el queso tan perfectamente que emociona.

Otro punto importante es el pan de papa, que en lugar de llevar manteca en cantidad lleva puré, que le aporta humedad, un sabor impecable y una consistencia que simula ser una nube en tu boca. En su momento, ellos fueron los primeros en utilizarlo, pero hoy en día la moda se expandió y ya hay varios que lo implementaron. La estrella de la casa es la Juicy Lucy con doble carne, queso cheddar, pickles, panceta y cebolla morada. Un viaje sin escalas al paraíso.

Además de hamburguesas, ofrecen chicken tenders -trozos de pollo rebozados-, papas con cheddar, salchicha parrillera, salsa barbacoa y verdeo; y hot dogs que sinceramente son de los mejores que probé en mi vida. Aunque la hamburguesa suene como la opción más tentadora, ¡tenés que probarlos aunque sea una vez! Ofrecen uno con criolla de maíz quemado, cilantro y cream cheese, y otro con chucrut, mostaza dulce y panceta. Era hora de que alguien le hiciera honor como corresponde a esta comida simple pero tentadora.

Fat Broder es el resultado del trabajo de dos hermanos que son apasionados por lo que hacen y llevan adelante este proyecto a puro pulmón, cuidando absolutamente todos los detalles; desde la infraestructura del local hasta la calidad del producto, toman todas las críticas y buscan constantemente mejorar y reinventarse. Gracias al trabajo y dedicación lograron una de las mejores comidas callejeras de la ciudad.

Fat Broder

Charcas 3787

Horarios: Martes a Domingos de 12:00 a 16:00hs y de 18:30 a 01:30hs

Take away: 4832-5249

AMBIENTE: MUY BUENO

COMIDA: EXCELENTE

ATENCIÓN: MUY BUENA

IDEAL PARA: IR CON AMIGOS