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Jugò en las inferiores de Chacarita, tuvo una banda de rock, no lleva gente a su casa y coloca a su perro por encima de cualquier persona
07/07/2018 - 12:37hs

Javier Milei es el economista mediático más polémico de la actualidad.

Es criticado cuando su vocabulario se eleva. Hace pocos días le dijo que no al Bailando, el reality de Marcelo Tinelli porque argumenta que “no tiene tiempo” y llamó a los gritos “burra” a una periodista que lo interpeló en una conferencia y le dijo.

“No hay excusas que valgan para eso. Igual se lo he dicho a varias personas. Es mi forma. La realidad es que no está bien, no puedo seguir con esta boca de cloaca que tengo”, asegura.

Con respecto a su pelo (una de sus marcas registradas), dijo que ni se peina. “Salgo de la ducha, me seco con la toalla y me subo al auto. Bajo los vidrios y me peina la mano invisible”, contó. 

Se define como liberal libertario, en defensa de la economía de libre mercado. “Vos te podés meter en la cama con cualquiera”, suele graficar cuando le preguntan por su bandera que ve al Estado directamente como un enemigo. 

Si fuera por él “habría que dinamitar el Banco Central para que las cosas anden sobre rieles en nuestro país•, indicó metafóricamente.

Ante los cuestionamientos, dijo no sentirse dolido. “Es tu opinión, tu propiedad y yo no la puedo invadir.  ¡Que digan lo que quieran!”, afirma. 

Ante la consulta sobre si construye un personaje o es así en la vida real, Milei eligió no responder y les mandó la pregunta por audio a dos de sus íntimos amigos, quienes lo definieron como “la persona más genuina y transparente que podés encontrar en la Tierra. Hace las cosas para divertirse. Hace solo lo que le da placer”.

Hace unas semanas sorprendió a la opinión pública al afirmar que para él sus padres estaban muertos. No arrepiente de esa frase. Contó que su padre “lo cagaba a trompadas”.

En ese punto dijo que no se olvida de una golpiza que le dio “el 2 de abril de 1982, cuando tenía 11 años. Estábamos viendo en la tele todo lo de Malvinas y a mí se me ocurrió decir que eso era un delirio, que nos iban a romper el culo".

"A mi viejo le agarró un ataque de furia y empezó a pegarme trompadas y patadas. Me fue pateando a lo largo de toda la cocina. De grande dejó de pegarme para infligir violencia psicológica”.

Milei nació en Palermo, luego se fue a vivir a Sáenz Peña, en Tres de Febrero.

A los 18 años, entre 1988 y 1989, probó jugar en las inferiores de Chacarita, pero se dio cuenta –en plena hiperinflación– de que lo suyo era la economía. En esos años fue también cantante de rock. 

“Hacíamos covers de los Stones y componíamos temas propios”, rememora a Perfil.

Fue en la universidad cuando sufrió esa violencia psicológica que menciona por parte de su padre. “No me pasaba guita. Me ponía nervioso cuando estudiaba, justo en el momento que más estrés tenía. Mi madre fue cómplice con su silencio”, agregó.

Pero dijo que tiene una hermana menor que adora y con quien tiene una “excelente relación, es un ser humano formidable. La tuvieron que internar en su momento cuando me peleé con mi padre. Mi mamá me llamó esa vez para decirme que por culpa mía se iba a morir”.

Hasta el día de hoy hace terapia. En una nota dijo que hubo una época de su vida en la que estuvo literalmente en el piso. Sobre este episodio recuerda que tendría 33 años y se había quedado sin laburo. 

“En ese contexto llegué a pesar 120 kilos. Pero reviví. Me acuerdo de que me compraba una pizza grande y esa era mi comida de todo el día".

"En ese momento el único que estuvo conmigo, y por eso nadie puede disputarle un ápice, es Conan, mi perro”, remarcó.

Sobre su mascota indicó: “Está a la misma altura que yo y es más importante que cualquier persona! Una vez se incendió mi casa. Yo estaba en un piso alto y tuve que decidir."

"Esa vez pensé: “O me muero acá con Connan o salimos juntos”. Le dije: “Mirá, Conan, es una situación complicada y necesito que ahora me des bola”. 

Le habla como a una persona, reconoce. Luego sigue contando cómo pudieron escapar del incendio: “Entonces, ¡se me pegó a una pierna! y salimos los dos. Es un mastín napolitano de 90 kilos. Hoy no entra nadie más a mi casa que no sea él”, relató a Perfil.

“Nadie le disputa ese lugar a Conan. Una vez estaba saliendo con una chica que venía a casa y ella se puso mal porque el perro pasó por el cuarto. Me lo hizo sacar. Fue muy loco porque Conan meó toda la puerta de entrada al cuarto. La chica cuando salió se enchastró toda"

"Desde ese momento no entra ninguna mujer más a casa”, agregó.

Sobre su relación con las mujeres dijo que no está en pareja en este momento porque “el programa de Andy (se refiere a PH, de Kustnezoff) se encargó de cargarse a mi novia”.

Pero no se trataba de la misma relación en la que contó de su práctica del sexo tántrico y su apodo de “vaca mala”.

Contó que le va bien con el sexo opuesto, y que se le “acercan mucho por las redes sociales. Ahora subió la oferta pero lo que no tengo es tiempo. Bajó el radio de concreción”.

Por último, dijo a Perfil que no se ve siendo padre porque tiene “una vida afectiva completa y una dinámica especial”.

“Nadie puede entrar a mi casa y me interesan sólo mujeres divorciadas y con hijos. Uno ya viene de un par de fracasos y hacés el learning (sic, aprendizaje)".

"Además, cada uno tiene derecho a ser libre. Yo me junto en relaciones donde los dos buscamos pasar buenos momentos”, concluyó. 

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