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La distribuidora de electricidad controlada por el grupo italiano Enel recibió la primera certificación ISO 3700:2016 de la región
12/07/2018 - 05:06hs

El pago de sobornos y coimas para poder invertir o participar en procesos licitatorios abiertos por el Estado nacional es una de las principales percepciones que tienen las empresas, nacionales o multinacionales, sobre cómo funcionan los negocios en la Argentina. Casos como los de IBM, Skanska, las derivaciones locales del Lava Jato brasileño y varios ex funcionarios kirchneristas involucrados en procesos de corrupción refuerzan ese sentimiento corporativo.

De hecho, existen relevamientos de consultoras internacionales como PwC en donde los encuestados admiten haber sido "sondeados" para pagar una coima si pretendían cerrar una operación en el país. El estudio determina que casi una de cada tres empresas sufrió uno o más delitos de una lista en la que se encuentran malversación de activos, robos, soborno, corrupción, fraude en los procesos de compras y contrataciones, contable y en recursos humanos, entre otros.

Hechos que no solamente han involucrado o involucran a compañías nacionales sino también a grandes grupos multinacionales envueltos en escándalos y causas que ponen en jaque sus propios manuales de ética y hacen peligrar desde su reputación, hasta su marca y la relación con sus clientes, proveedores y empleados. Incluso, la Argentina se ubica 107 entre un total de 168 países que rankean en el índice de Transparency International, que mide la percepción que se tiene de las distintas naciones en materia de corrupción.

Por lo que el pase de sobres por debajo de la mesa no parece ser una "costumbre" de unos pocos aún cuando las penas y las leyes tanto locales como internacionales son muy duras ya que buscan eliminar delitos que terminan siendo un mal negocio para las empresas involucradas y para el país, que puede dejar de recibir millonarias inversiones si no se cumplen con la transparencia de las normas.

Para mitigar estos delitos ya existe legislación internacional como la ley de prácticas corruptas en el extranjero (Foreing Corrupt Practices Act o RCPA, por sus siglas en inglés) que se aplican desde 1977. También se destaca la ley Sarbanes-Oxley, que rige para las compañías de todo el mundo listadas en el NYSE y el Nasdaq que, entre otros aspectos, obliga a garantizar la fiabilidad de la información financiera a través de una rigurosa certificación referida a la calidad de los controles internos sobre la corrupción y el pago de sobornos.

En este aspecto, en todo el mundo las empresas comenzaron a utilizar certificaciones precisamente orientadas a demostrar que cumplen con las mejores prácticas de transparencia y que están comprometidas a evitar el uso de coimas, sobornos o cualquier otra herramienta ilegal para cerrar un negocio.

Hace unos días, Edesur se ha transformado en la primer compañía de América latina en contar con un sello de estas características. La mayor distribuidora de energía del país, controlada por el grupo italiano Enel, ha recibido la certificación ISO 3700:2016 que aplica para "Sistemas de Gestión Anti Soborno" y que es otorgada por la certificadora internacional Intertek.

En la empresa aseguran que la obtención de este certificado llevó un largo y exhaustivo proceso que se inició en el 2017 y a través del cual los auditores externos revisaron todos sus sistemas internos vinculados a todas sus áreas internas como compras, administración, finanzas, relaciones institucionales, comunicación, seguridad, telecomunicaicones, calidad, recursos humanos y legales.

En este sentido, Mónica Diskin, directora de Legales del Grupo Enel en Argentina, explica que Edesur se convirtió "en la primera empresa insobornable de Latinoamérica". Asegura que esto ocurrió luego de que los certificadores entrevistaron a más de 45 empleados, entre el country manager y los operarios, y destacaron el "sólido conocimiento del sistema de gestión anti soborno por parte de nuestro personal". En diálogo con iProfesional, la ejecutiva destaca que el certificado permite mejorar la imagen de Edesur, más que nada si se tiene en cuenta que compite en un sector que suele liderar las críticas en algunos momentos del año, por falta de energía y aumento de los cortes de luz.

Al respecto, Vanesa Carrafiello, ejecutiva del área de Legales de Edesur y proyect manager de la certificación, señala que la norma "marca un hito en lo que venimos trabajando bajo el paraguas del gobierno corporativo y de las normas éticas".  Añade que el auditor externo que investigó los procesos de la compañía llegó de Bélgica y se dedicó durante casi nueve meses a evaluar todos los sectores de la distribuidora. "Analizó todos nuestros procesos, se reunió con empleados y estudió de qué manera se vive en la empresa la exposición al soborno, la corrupción y la política de buenas prácticas", destaca la ejecutiva. 

En tanto Diskin añade que el auditor también buscó detectar los riesgos y en función a ese escenario proponer un plan de acción para poder modificarlos "mediante un trabajo que fue intenso y en el que se hallaron debilidades, en algunos casos vinculadas al sistema de donaciones. Y aunque se nos dieron plazos muy cortos para remediarlos, fue lo que hicimos".

Para aprovechar el conocimiento alcanzado a través de este proceso, Edesur organizó una jornada junto a la Cámara de Comercio Argentino Italiana en la cual participó Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, para analizar de qué forma las empresas deben atacar los delitos de corrupción, como el pago de sobornos.

"Este certificado nos permite contar con una herramienta adicional ya que los empleados deben firmar legajos de código de ética y conductas, además de poder crear conciencia sobre el espíritu de transparencia, anticorrupción y de ética que usamos", sostiene Diskin.

Si bien Edesur tiene hoy 5000 empleados y se tornaría casi imposible "poner las manos en el fuego" por todos, en la compañía destacan que la prioridad es poner todos los esfuerzos para poder concretarlo, teniendo en cuenta además que Edesur fue elegida por la casa matriz italiana para ser la primera empresa del holding en contar con este certificado anti soborno. "Es seguro que nuestro grupo va a querer replicar el sistema en el resto de sus empresas de Sudamérica al punto que ya estamos desde la Argentina asesorando a nuestros colegas de Brasil, Colombia y Chile", explica Carrafiello.