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Prefieren absorber los subsidios al transporte y no AYSA o las empresas de energía porque creen tener más margen para subir los boletos y no otras tarifas
16/07/2018 - 05:38hs

María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta se muestran predispuestos para avanzar con el ajuste y reducir el déficit, con una diferencia: la gobernadora y el jefe porteño buscan que la Casa Rosada negocie con los mandatarios peronistas en base a los montos de recortes que encarará cada distrito y de ese modo reservarse para cada administración las definiciones sobre cómo llegar a esa cifra, señala Clarín.

Juan Schiaretti se lo planteó directo a Macri y quedó instalado como un pedido de los gobernadores del PJ para encarar con "equidad" la baja del déficit al 1,3% del PBI el año próximo: el traspaso de Edenor, Edesur y AySA a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires, y la quita de los subsidios al transporte de pasajeros en el área metropolitana.

El cálculo del recorte total pasó de $200 mil a $300 mil millones, por los aumentos de las jubilaciones y la AUH atados al mayor nivel de inflación y los menores ingresos por un crecimiento previsto más acotado.

El Gobierno nacional trazó como primera posibilidad que la mitad corra por cuenta de las provincias. “Una vez que se defina cuánto nos toca queremos llegar nosotros a ese número, es lo más razonable para acompañar en el objetivo central de reducir el déficit fiscal”, dijo a Clarín un funcionario bonaerense involucrado en las conversaciones. En la Ciudad comparten esa posición, en línea con los intereses en común por el traspaso de servicios y subsidios.

En la provincia se preparan para un ajuste de entre $30 mil y $50.000 millones, esta última cifra reclamada por los gobernadores peronistas.

Será un monto equiparable a lo recuperado por el Fondo del Conurbano, de acuerdo a lo estimado en La Plata: Vidal percibirá en 2018 unos $40 mil millones de esa disputa histórica y el año próximo serán $65 mil millones, aunque tomando los $20 mil millones de compensación que venía transfiriendo Nación el recorte implicaría el monto extra.

“Es doloroso pero cumplible”, señalaron al matutino desde el entorno de la gobernadora. Desde Ciudad aseguraron que no está cerrado el monto que corresponderá al distrito.

Vidal y Larreta resisten hacerse cargo de AySA, con el argumento de que caería un convenio de financiamiento si cambia la jurisdicción. Por Edenor y Edesur avanzan las conversaciones, en esos casos con más costo político -por la convalidación de los aumentos de tarifas- que económico, dado que Nación ya prácticamente no subsidia esas distribuidoras sino a la generación eléctrica que abarca todo el país.

Aun así la absorción de las subvenciones al transporte de pasajeros aparece como la opción más viable, porque podría concretarse por etapas y daría mayor margen de maniobra.

Cerca de la gobernadora plantearon que analizarán hasta qué punto sería posible avanzar con aumentos del boleto y tomar deuda para moderar el impacto. Se trata de unos $3.000 millones mensuales para los colectivos y unos $12.000 millones anuales para los trenes, en toda el área metropolitana.