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La "otra agenda" del G20: cuestiones de género, economí­a digital y ámbito laboral buscan lugar en el máximo evento polí­tico

En paralelo a las reuniones del G20 previas a la cumbre se desarrollan los encuentros de los grupos que representan a la sociedad civil. ¿En qué consisten?
17/07/2018 - 05:38hs
La "otra agenda" del G20: cuestiones de género, economí­a digital y ámbito laboral buscan lugar en el máximo evento polí­tico

Entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre próximos se realizará la Cumbre del G20 en Buenos Aires, donde la Argentina oficiará como presidente de este grupo de países. Es el espacio en el que se discutirá el futuro del trabajo, el de una alimentación sostenible y el de la infraestructura para el desarrollo.

Son temas que van más allá de la Argentina pues su abordaje es mundial. Sin embargo, el país bregará por insertar en la agenda otros temas relacionados como una mayor inserción de la mujer tanto en el segmento rural como en el digital, la necesidad de expandir los negocios y de abordar nuevas miradas en la educación como articuladora del futuro del trabajo, que es hoy. Y lo buscará a través de los llamados grupos de afinidad.

El G20 se reúne cada año desde 1999, y en cada oportunidad, cambia la presidencia. Esta vez le toca a la Argentina. Pero el encuentro se mueve en varios planos. Por un lado está la agenda de los 20 países incluidos en el grupo como modo de resolver los problemas del mundo.

"El G20 busca la estabilidad financiera y macroeconómica. La Argentina, en este grupo, es el país más chico, no somos un país central pero este año fijamos la agenda", dijo Pedro Villagra Delgado, sherpa argentino ante el G20.

Por el otro, y en paralelo, funcionan los grupos de afinidad, siete más precisamente, que abordan diversas temáticas:

- los negocios (B20)

- lo laboral (L20)

- la ciencia (S20)

- el rol de la mujer (W20)

- el de los jóvenes (Y20)

- el civil (C20)

- el think tank (T20), orientado a pensar de manera mancomunada.

Trabajo para el lobby

Estos grupos representan a la sociedad civil y sus tareas no son vinculantes. Su objetivo es llevar una agenda de los temas que preocupan a las comunidades y, antes de que se inicie la cumbre, hacer suficiente lobby como para que se introduzcan algunas de las temáticas que fueron discutidos en los meses previos, en distintas reuniones efectuadas en diversos lugares del mundo. Y luego se incorporen en el documento final que suele darse al terminar estos encuentros mundiales.

Y como dijo el sherpa argentino el objetivo de los grupos de afinidad será introducir temáticas relativas a la idiosincrasia local que, a su vez, tengan también aplicación internacional. Hay temas que son transversales, como la equidad de género o la inserción de los jóvenes en el mercado laboral.

Y hay otros que son más propios de un sector en particular, como el de los negocios que, esta oportunidad, está capturando la atención de empresas como nunca había sucedido antes en el marco de un G20. Dentro de lo laboral se prestará especial atención a lo vinculado con la economía digital.

Estos son, hasta ahora, los cuatro principales temas que buscarán "colarse" desde los grupos de afinidad a la agenda del G20. En todos los caso habrá fuerte impronta local. Y la fuerza vendrá por esa condición, tal como lo planteó Villagra Delgado.

"El G20 es importante para la Argentina porque siempre tuvo crédito internacional, aún en las etapas más opacas. Siempre tuvo un rol y lo está recuperando porque somos capaces de hacer cosas en equipo. Y porque se trata de enseñanzas para diseñar políticas de largo plazo para la Argentina porque tenemos que concertar, con pacto de Moncloa o sin pacto de Moncloa", describió la situación, Daniel Funes de Rioja, chair del B20.

El también presidente de la COPAL y vice de la Unión Industrial Argentina (UIA) destacó el rol del B20 sobre el que, aseguró, permitirá "irradiar" acciones. Los encuentros del B20 argentino están registrando récords de participación de empresas como nunca se vio en el marco de una cumbre de este tipo.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China está presente en la agenda que se discute en este grupo. Cualquier implicancia que surja en este marco tendrá impacto directo en el mundo entero y en las pequeñas empresas en particular.

Funes de Rioja se mostró confiado en que las determinaciones que se fijen en el marco del B20 permitirán no sólo incluir acciones en la agenda final de la cumbre sino también en tomar decisiones en otras tribunas internacionales para prevenir los efectos negativos de los acciones comerciales que puedan venir de uno u otro lado del hemisferio.

Más de 1.200 empresas son parte de las instancias que se dan en este grupo, de las cuales un 34% son pyme y un 27% de las participantes son mujeres.

La cuestión ruralJustamente, el W20 fue otro de los grupos que logró sumar entre las tres líneas de acción sobre las que viene trabajando en cumbres anteriores (inclusión digital, inclusión financiera y equidad laboral) el aspecto rural.

"Las mujeres están presentes en más de la mitad de la producción mundial de alimentos. Sin embargo, la mayoría no recibe ningún tipo de ingreso por ese trabajo. Como tampoco tienen acceso a servicios, como los financieros y la tecnología, sus posibilidades de desarrollo también se ven reducidas", explicó Juliana Bonetto, directora ejecutiva del W20.

Es la razón por la que uno de los ejes que se incluyó desde la Argentina fue el capítulo dedicado a las mujeres de las zonas rurales en el mercado laboral a partir del acceso a los otros servicios, con foco en la producción de alimentos.

Y esto respondió también a la necesidad de que el trabajo rural de la mujer representa más de un tercio del trabajo en el mundo. Y gracias a ese rol, las mujeres juegan un papel fundamental en el sostenimiento de las familias.

En este sentido, parte de las discusiones que terminarán de delinearse en los próximos meses, antes de elevar el documento de acción al G20, será cómo apuntalar ese papel que cumple la mujer en la llamada "seguridad alimentaria".

También la necesidad de visibilizar tanto esta como otras situaciones de inequidad para permitir ya no sólo su inserción en la economía formal sino en que su participación en ese segmento podría incrementarse al tiempo que aumentaría la producción rural en general.

Esta tarea del W20 en cuanto a lo rural bien podría complementarse con la reincorporación, en el B20, del área de Sistema Alimentario Sustentable, que desde 2012 no estaba en la agenda, y que se sumó a partir de la presidencia de Argentina.

En pos del consensoLa tarea de cada uno de los grupos de afinidad es, a su vez, compleja internamente. Cada uno de ellos está liderado por dos o tres organizaciones, según el caso, y están integrados por diversas organizaciones civiles que, a su vez, definen los temas sobre los que se trabajará.

Por caso, el C20 tiene ocho áreas de acción: anticorrupción; arquitectura del sistema financiero internacional; educación, empleo e inclusión; ambiente, clima y energía; género; inversión e infraestructura; de lo local a lo global; y salud mundial.

Si cada grupo de afinidad elabora su documento final y, estos, a su vez, deben consolidarse en uno que lleve las inquietudes de otros -"que no queremos que sea de más de tres páginas, porque nadie lee un documento de 100 o 150 páginas", tal como admitió el sherpa Villagra Delgado- ¿cómo harán para que todas las ideas fuerza entren en la propuesta?

Será un juego de lobby dentro de cada grupo de afinidad, en primer lugar, y luego cuando entren en vinculación con los otros.

Igualmente, hay espacio para la confluencia. Hay temáticas que cruzan a todos los grupos: la digitalización, la cuestión de género y la de los jóvenes atraviesan a los negocios, a lo laboral, a la ciencia y a la sociedad civil. Serán esos puntos de contacto y de cruce los que alcanzarán prioridad.

"Cuando surjan puntos coincidentes entre los distintos grupos se buscará definir una idea en conjunto para no perder fuerza ni espacio. Sabemos que va a tener más peso si van todos juntos", concluyó Pilar Conci, directora de comunicación del G20.

Lo digital, por caso, no sólo aborda la cuestión de género, la inclusión digital de la mujer, sino también la economía digital tanto desde el punto de vista de los negocios como del mercado del trabajo. Y también la cuestión educativa que es uno de los puntos que se tocan desde el Y20 como parte de la agenda de los desafíos del siglo XXI.

En definitiva, el trabajo de los grupos de afinidad exige fuertes discusiones internas para llegar a sus consensos propios. Y, luego, ejercer esa misma práctica entre sí. Todo un desafío en tiempos donde se advierten fuertes dificultades para llegar a acuerdos mínimos. En el plano local y en el internacional.

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