El domingo, Francia se coronó campeón del Mundial de Rusia al imponerse por 4-2 ante Croacia en la final. Y su delantero, Kylian Mbappé, consagrado como Mejor Jugador Joven del torneo, fue una de sus figuras: convirtió cuatro goles durante la Copa, dos de ellos, a la Argentina; y otro, en la instancia clave.

Pero fuera de la cancha también demostró ser un crack: donará los ingresos por jugar el torneo a una entidad benéfica que ayuda a discapacitados. La suma asciende a u$s550.000 dólares, compuesta por u$s29.000 por cada partido, más una prima de u$s350.000 dólares por levantar la Copa.

El delantero cederá los fondos a Premiers de Cordee, una ONG que brinda instrucción deportiva gratuita a niños hospitalizados y discapacitados, y coordina campañas de concientización sobre discapacidad para escuelas y empresas.

"Mbappé optó por una posición personal de dejar casi la totalidad de sus ganancias a diversas asociaciones. Otros jugadores se han agrupado, les hemos ayudado un poco",  aseguró Noël Le Graët, presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), quien agregó: "Otros son completamente libres de hacer lo que quieran, pues no hay directivas particulares".

La FIFA girará a la FFF €30 millones por haberse quedado con el torneo, de los cuales 30% –€9 millones– se dividirá entre los 23 jugadores que conformaron el equipo galo. Es decir que cada integrante del plantel se llevaría €391.000.

No obstante, una porción del dinero que recibirá Francia se repartirá entre el cuerpo técnico y los empleados de la FFF que han trabajado durante el Mundial, lo que seguramente bajará un poco la retribución para cada jugador.