Nicolás Dujovne anuncia un cumplimiento de las metas fiscales, y de acuerdo a los datos que seguían procesando en la tarde del miércoles en el Palacio de Hacienda, lo más probable es que en la primera mitad del año haya habido un sobrecumplimiento de ese objetivo.

La cuestión fiscal se convirtió en uno de los ejes de la gestión oficial. Cerrado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los objetivos de las cuentas públicas se volvieron más cruciales que antes. De hecho, la meta de déficit primario es ahora más exigente.

"El 2,7% de rojo de este año está garantizado. Y ya pusimos todos los cañones en alcanzar el déficit de 1,3% para 2019", confió a iProfesional una alta fuente del Palacio de Hacienda.

El Presidente Mauricio Macri, en su conferencia desde Olivos, volvió a apuntar alto. Valoró que "el equilibrio fiscal nos va a volver más fuertes".

Se sabe: Macri sostiene que el achicamiento del déficit fiscal es la clave para bajar la inflación y volver cuanto antes al crecimiento de la economía. El jefe de Estado sigue al pie de la letra las sugerencias del ministro Dujovne.

Esa obsesión se produce en momentos de desconfianza en los mercados, tanto el local como en Wall Street. Los bancos que asesoran a inversores potenciales de la Argentina vienen demostrando sus dudas de que el Gobierno pueda efectivamente cumplir con las marcas previstas.

En concreto, en algunas de esas oficinas de Nueva York dudan de que Dujovne pueda cumplir con el objetivo del año que viene. Esa es la principal razón por la cual los valores de los bonos de la deuda argentina se mantienen flojos. No repuntan a pesar de la estabilidad cambiaria.

"Los inversores extranjeros aprovechan cada suba de los precios para desprenderse de papeles de la deuda argentina. Desconfían de la viabilidad política del ajuste acordado con el Fondo", afirma el economista jefe de uno de los bancos más fuertes en Wall Street.

En el exterior, los financistas están observando al detalle las inminentes negociaciones del gobierno nacional con las provincias, en especial con las comandadas por el justicialismo.

A sabiendas de esa preocupación, la Casa Rosada flexibilizó su postura frente a los gobernadores. Ya dijo que se hará cargo de las dos tercera parte del ajuste. Así, del total de $300.000 millones que habrá que recortar en el Presupuesto del año que viene, la administración central se hará cargo de $200.000 millones. Y los distritos del interior, de los $100.000 millones restantes.