La crisis cambiara provocó que la imagen de Mauricio Macri cayera y que, al mismo tiempo, subiera la de dirigentes opositores, a poco más de un año de las elecciones de 2019. Si bien los números de Cristina Kirchner en los sondeos no son los mejores, lograron que el peronismo se pregunte su participación en los próximos comicios.

La "grieta" peronista tiene dos extremos: un sector cree que el PJ sólo puede volver al poder liderados por la exmandataria, mientras que el resto asegura que el espacio tiene futuro sin la presencia de Cristina.

En este caso, el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey; y el jefe del PJ en el Senado, Miguel Pichetto; ya expresaron su negativa a que la expresidenta forme parte del armado justicialista, con alusiones a que su partido Unidad Ciudadana no tiene "nada que ver con el peronismo" y que "Cristina es el pasado".

En el otro extremo, los intendentes del Conurbano ya avisaron que desean que la senadora sea candidata del peronismo, por lo que esperarían que esté incluida dentro de las PASO, junto a otras vertientes del peronismo.

Por su parte, desde el espacio de Sergio Massa creen que tanto Cambiemos como el kircherismo están perdiendo votantes que podrían capitalizar. Urtubey piensa lo mismo. En efecto, tanto Macri como Cristina tienen números que rondan el 30% en los sondeos, por lo que existe una esperanza estadística.

Pero tienen dos problemas. Por un lado, una interna que incluya a la expresidenta podría dejarlos fuera de competencia por las Presidenciales. Por el otro, el apoyo de los gobernadores hoy está difuso, porque están más preocupados para negociar el ajuste con la Nación y evitar el impacto de la crisis para asegurarse la reelección.