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Groupe PSA lanza nuevo modelo para vender en la Argentina, pero pide flexibilización laboral para afrontar las "turbulencias"

La firma presentó el Citröen C4 Cactus, un SUV que producirá en Brasil para la región, y analiza la economía de los principales socios del Mercosur
01/08/2018 - 16:29hs
Groupe PSA lanza nuevo modelo para vender en la Argentina, pero pide flexibilización laboral para afrontar las "turbulencias"

La industria automotriz explora una nueva fórmula de negocios para hacer frente a las turbulencias. Mientras avanza en el lanzamiento de nuevos modelos, que les permitan ganar participación y rentabilidad frente a la competencia, el sector se prepara en la Argentina para un fuerte achique del mercado en el segundo semestre. Por ello, desde las casas matrices vuelven a pedir una reforma laboral para adaptar los ritmos de producción de cara a un período de menores ventas, incertidumbre económica y tensiones con Brasil por el intercambio comercial.

Ese es el caso del grupo PSA, que este martes presentó su nuevo Citroen C4 Cactus en su moderna planta de Porto Real, en el estado de Río de Janeiro, donde invirtió u$s174 millones en los últimos tres años. El SUV (Sport Utility Vehicle, utilitario deportivo) era provisto desde Europa hacia el Mercosur, pero la compañía decidió desarrollar y producir una nueva versión en América Latina, como parte de su plan para crecer en Brasil y venderlo a partir de octubre también en la Argentina, en donde su participación es del 2% y el 12% en cada país.

La idea es exportarlo a la región, en donde esperan un crecimiento del 4% en 2018, pero también evalúan llevarlo a Medio Oriente y Africa, aunque los volúmenes por país aún no están definidos. "El C4 es uno de los lanzamientos más importantes. Su producción en la planta de Porto Real es la prueba de la confianza perdurable que tenemos en Brasil", dijo Patrice Lucas, el presidente de America Latina y miembro del comité ejecutivo del Grupo PSA, durante la presentación industrial en Brasil a la que asistio iProfesional.

Patrice Luca, presidente de America Latina y miembro del comité ejecutivo del Grupo PSA
Patrice Lucas, presidente de America Latina y miembro del comité ejecutivo del Grupo PSA

Junto a él, también participó el vicepresidente de Producto Marketing de América Latina, el argentino Pablo Averame, y el gobernador de Rio de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, quien visitó la planta de Porto Real, una de las principales en ese estado, donde además del nuevo modelo también se fabrican el Peugeot 208, el 2008, el Citroen C3 y el Aircross. El polo industrial de PSA superó la meta de dos millones de autos en marzo de este año y produjo más de 1,6 millones de motores desde la inauguración del establecimiento en el 2001.

La terminal francesa registró un crecimiento global de su facturación del 40% y una rentabilidad de casi el 8% en el primer semestre, 1,3 puntos más que en el mismo periodo del año pasado. Vendió cerca de 2,2 millones de vehículos en todo el mundo, más de la mitad en Europa y unos 100.000 en América Latina. Pero el lanzamiento del C4 Cactus llegó en un momento complejo. Es que mientras Brasil se recupera con dificultad de la recesión crisis y del paro de transportistas de mayo, que duró 25 días, la caída de la demanda en Argentina genera inquietud en las terminales cariocas.

"El mercado se está cayendo, estábamos con un aumento del 20% en las ventas a principio de año y ahora en junio y julio, con una baja del 15% interanual", advirtió Lucas.

Los cambios bruscos de expectativas se reflejan en los números que manejan las terminales, que pasaron de proyectar este año la venta de 1 millón de autos a 840.000. Y en 2019, esperan 750.000. Por ello, las empresas brasileñas siguen con atención las medidas que adopta Mauricio Macri. Brasil colocó el año pasado siete de cada 10 de autos vendidos en el exterior en su socio comercial -unos 762.000 vehículos- y el sector automotor representa el 4% de su PBI. "La caída de las exportaciones a Argentina nos impactó", admite Lucas.

Vista aéra de la planta PSA en Porto Real, en el estado de Río de Janeiro, donde se producirá el C4 Cactus para la región
Vista aéra de la planta PSA en Porto Real, en el estado de Río de Janeiro, donde se producirá el C4 Cactus para la región

El directivo de origen francés está obsesionado con reducir costos y expandir su grupo en la región. En su hoja de ruta, el C4 Cactus latino es una oportunidad para aumentar la participación en el Mercosur y es solo el cuarto lanzamiento de los 16 que tiene previstos hasta 2021 a nivel global. Las próximas novedades llegarán desde la planta de El Palomar, en el Oeste del Gran Buenos Aires, en donde Macri anunció en marzo de 2017 una inversión de u$s 320 millones. Allí desarrollan una nueva plataforma global (CPM) para producir nuevos vehículos a fines de 2019, aunque todavía no precisaron cuáles serán los modelos que se harán en la fábrica bonaerense. El último paso de la puesta a punto será en enero próximo.

Mientras tanto, Lucas insiste en avanzar en la modificación de los convenios colectivos y las leyes laborales para poder competir. "Falta competitividad para producir, el costo de fabricación es alto y se necesita flexibilidad laboral", señaló el directivo de PSA. En los cuarteles generales del grupo francés visualizan a El Palomar, donde negocian con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), como el último reducto en donde todavía no pudieron implementar "horarios flexibles" o el denominado banco de horas, un sistema para reducir y aumentar la jornada laboral en función de la demanda.

Macri incluyó el banco de horas en el proyecto original de la reforma laboral a fines del año pasado, pero la iniciativa quedó paralizada por el boicot impulsado por el gremio de Camioneros, que en los últimos días fue embargado por el Gobierno por no acatar una multa millonaria. El otro cambio que reclaman los empresarios es una mayor polivalencia, es decir, mayor cantidad de tareas por hombre, lo que le permite reducir tiempos muertos, economizar puestos de trabajo e incrementar la productividad. Ese punto fue incorporado en los acuerdos de Vaca Muerta con los petroleros patagónicos y con el gremio del sector lechero.

Tensiones con Brasil

En un contexto de mayor confrontación con el sindicalismo, el Presidente ratificó ayer su intención de avanzar en reformas económicas y reducir el déficit fiscal ante la "tormenta" que atribuyó a la volatilidad externa. Fue durante la presentación en Córdoba del Frontier, la nueva pick up que Nissan puso en marcha en Córdoba, con una inversión de u$s600 millones.

Los lanzamientos de Nissan y PSA forman parte del plan de las terminales para presentar al menos 20 nuevos modelos que habían previsto antes de que el escenario de recuperación tornara en uno de virtual recesión. Eso sí, la fórmula para no perder rentabilidad contempla un mix de subas en los precios en promedio del 30% anual, la importación de modelos más baratos de Brasil y la producción en Argentina de vehículos de alto valor agregado, como las pick ups. En el caso de Renault y Volkswagen, también incluye suspensiones para compensar la caída de ventas.

El ministro de Producción, Dante Sica, reconoció días atrás que la devaluación de más del 60% en lo que va del año afectó a la industria por el encarecimiento de los insumos importados y la suba de tasas. Su apuesta por estas horas es impulsar las exportaciones a través de líneas de crédito subsidiadas y el plan para producir un millón de autos de aquí al 2023, inspirada en el caso español. Pero aunque el funcionario es valorado por los propios CEOs del mundo automotor como un conocedor, el ajuste acordado con el FMI no le dejaría demasiado margen de maniobra para una gestión pro industria que la de su antecesor, Francisco Cabrera, quien renunció tras enfrentarse con la UIA.

A las dificultades económicas, en las últimas semanas se sumaron las tensiones originadas por el ROTA 2030, un plan de incentivos fiscales destinado al sector automotor que lanzó el Gobierno de Brasil por u$s400 millones. El presidente Michel Temer firmó el 6 de julio pasado el decreto provisorio que fija los beneficios del programa de 15 años de duración, pero todavía no fue reglamentado y el Congreso deberá ratificarlo a fin de año. Esa fue la salida que encontró el gobierno brasileño a un fallo de la OMC que sancionó el régimen previo, denominado Innova, por considerar que no cumplia con normas internacionales.

Ahora, el movimiento de fichas en Brasil podría interferir en las negociaciones del comité automotriz bilateral que se reunirá en las próximas horas para discutir el régimen de intercambio entre los dos principales socios del Mercosur. En el primer semestre, la balanza de Argentina registró un déficit de U$S5.100 millones, de los cuales U$S3.100 corresponden a vehículos y piezas. Sica se reunió la semana pasada con los empresarios del sector, a quienes intentó llevar calma frente al temor de que los cambios fiscales de Temer desplacen inversiones locales. Fue después de viajar a Brasil para plantearle su inquietud a su par de Industria, Comercio Exterior y Servicios, Marcos Jorge.

Pero las autoridades de Brasil aseguran que la rebaja impositiva contemplada en el ROTA 2030 traerá beneficios al país vecino. "Tengo conversaciones con fabricantes de aqui que van a hacer inversiones en sus fábricas en Argentina, y el Gobierno de Brasil también exigió como contrapartida inversiones en la industria automovilística argentina", aseguró a iProfesional el gobernador del estado de Rio de Janeiro, Luiz Fernando Pezão. En las terminales, en tanto, aseguran que la última palabra estará en la reglamentación y no descartan, incluso, que haya nuevos cambios en la letra chica.