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Kosher, Halal y orgánicos: la gran apuesta agroexportadora

El titular de la Dirección de Promoción de Exportaciones de la Cancillerí­a argentina, explicó la agresiva estrategia para promover estos alimentos
03/08/2007 - 14:01hs
Kosher, Halal y orgánicos: la gran apuesta agroexportadora

El de los agroalimentos es un rubro que se encuentra en plena expansión, apoyado principalmente en el boom del campo y las cosechas récord tanto de soja como de maí­z. Sin embargo, al observar el salto de las manufacturas agropecuarias se observa que el mayor protagonismo responde a la performance del complejo oleaginoso, representado por los pellets y el aceite de soja.

En este contexto, Cancillerí­a lanzó un programa que se basa no sólo en el agregado de valor, sino que apunta especialmente a la diferenciación en las góndolas mundiales. Radiografí­a del sector

Según un estudio del Senasa, la Argentina exportó 95 mil toneladas de productos agropecuarios orgánicos durante 2006, 41 por ciento más que el año anterior. De este modo, los enví­os al exterior de productos certificados de origen vegetal y animal superaron largamente las más de 67.200 toneladas logradas el perí­odo anterior.

La exportación fue el destino principal de los productos orgánicos de origen vegetal producidos en el paí­s. Prácticamente todos los grupos de productos mostraron incrementos importantes respecto al perí­odo anterior. Los más destacados fueron el trigo pan, la soja y el arroz, entre los Cereales y Oleaginosas. Entre las Frutas, se destacó la pera y la manzana. Las exportaciones de Hortalizas y Legumbres se incrementaron un 30% y los productos con mayores crecimientos fueron la cebolla (26%); el zapallo (160%) y el ajo (13%).

Entre los Productos Industrializados se destacan los crecimientos de las exportaciones de mosto concentrado de uva; harina de soja; vinos, jugos concentrados de frutas y aceite de oliva.

En la Argentina, la superficie bajo seguimiento orgánico en el paí­s alcanzó durante el año 2006 algo más de 2,6 millones de hectáreas. De ese total, el espacio dedicado al agro pasó de 43.700 hectáreas en el año 2005, a poco más de 56.200 hectáreas en 2006.

En este contexto de expansión, para Martino, el gran mercado para los alimentos orgánicos es EEUU, donde estos productos premium pueden valer un 20% más que uno tradicional.

Sucede que, "si bien el 60% de lo que la Argentina exporta va a la Unión Europea, este mercado hoy en dí­a está en una etapa de crecimiento bajo y posee una tasa de natalidad poco dinámica, con una población que está envejeciendo. Así­ es como el mercado de gente joven, de buenos ingresos no es importante".

En cambio, explicó el funcionario, el mercado de EEUU está creciendo a tasas más altas y, además, demandan productos con mucho más valor agregado.

Para aprovechar este potencial, "este año estamos promocionando más que nunca la participación en ferias internacionales especí­ficas".

En mayo, por ejemplo, la Fundación ExportAr participó con empresas argentinas en All Things Organics, una de las ferias mas grandes en cuanto a superficie, visitantes e importancia para el sector que anualmente recibe a más de 30.000 visitantes.

Por su parte, Cancillerí­a lanzó la convocatoria para la participación en la Natural Products Expo East, feria que se realizará en octubre en Baltimore, EEUU. Esperan alrededor de 15 empresas, que contarán con un stand argentino sin ningún costo "para incentivar a los productores argentinos a participar". Bajo el pulso religioso

Por otra parte, Cancillerí­a también se lanzó de lleno a promocionar otros productos especí­ficos y con mayor mercado que el orgánico, como el kosher. Si bien, la palabra kosher está directamente asociada con la religión judí­a, el abanico de consumidores más amplio e incluye a musulmanes y a adventistas. Pero también a vegetarianos, quienes buscan productos kosher parve (neutros, es decir que no tienen derivados de carne ni lácteos) por la seguridad y la rigurosidad de sus controles. A ellos también hay que agregarles a personas con intolerancia a la lactosa o alérgicos a la proteí­na de la leche.

Para lograr acceder a la certificación, un rabino, en representación de un laboratorio certificado: debe inspeccionar todas las actividades realizadas en la empresa. Sólo una vez superada la inspección, el certificado es entregado por una entidad reconocida mundialmente. Una certificación internacional puede alcanzar valores que van de los 3.000 a los 5.000 dólares.EL proceso puede llegar a tardar un año con una sucesión de inspecciones y evaluaciones donde intervienen autoridades religiosas locales y del exterior. Hoy en dí­a, el universo kosher abarca todo tipo de productos: galletitas, vinos, miel, dulces, carnes, aceites, pastas y aderezos, entre otros.

De acuerdo a The Union of Orthodox Jewish Congregation, el consumo mundial de productos certificados superaba en 2006 largamente los u$s160.000 millones. Los dos grandes mercados por excelencia son Estados Unidos e Israel. El atractivo que ofrece este nicho es que los precios se ubican entre un 25% y un 40% más que uno tradicional.

Según Martino, "el programa lo desarrollamos conjuntamente con la Cámara de Comercio Argentino Israelí­. Y hemos tenido una primera visión en la misión comercial que realizamos, en marzo, a Israel. Allí­ testeamos muchos productos y sirvió para estimular mucho más al sector".

En este contexto, la Cancillerí­a está promoviendo, por primera vez, la participación en la feria más importante de la industria kosher en el mundo: la Kosher Fest, que se realizará el 11 y 12 de noviembre en Nueva York. Allí­, la Argentina va a tener un pabellón a través de la Subsecretarí­a de Comercio Internacional (SURCI) sin costo para los empresarios.

Una vez allí­, además, el consulado argentino en esa ciudad organizará visitas a establecimientos y rondas de negocios con contrapartes de todo el mundo.

"Estamos pensando en unas 15 empresas. Va a ser algo histórico, porque si bien ya han estado presentes algunas empresas, nunca hubo un pabellón", sostuvo el funcionario de la Dipex, para luego agregar que "nuestro objetivo es seguir creciendo y duplicar la cantidad de empresas para 2008".

De hecho, junto con la Cámara, Cancillerí­a comenzará a trabajar en un programa para promover el sello kosher en alimentos, apuntando a empresas que nunca hayan certificado.

"Obviamente esto lleva un proceso de varios meses, por eso, las 15 empresas que vayan este año ya están certificadas, pero para 2008 vamos a apuntar sobre todo a empresas que certifiquen por primera vez, porque les estamos abriendo un mercado grande".

"En el mundo kosher, la Argentina no tiene tanta competencia como en los productos orgánicos. Por eso, si los productores locales se especializaran en este segmento, tendrí­an un potencial de crecimiento enorme. La razón es que tenemos sólidas ventajas: calidad natural de los alimentos, ví­nculos con la comunidad judí­a en los EEUU y todo un circuito de certificación a través de los rabinos. Entonces, un producto kosher que sale de la Argentina es un producto competitivo y de calidad reconocida a nivel internacional", se entusiasma Martino. A la conquista del mercado musulmánPor último, Cancillerí­a apostará al mercado de alimentos halal, que son los permitidos por la ley islámica y que deben satisfacer una serie de requisitos, similares en parte a los procesos y cuidados que recibe un producto kosher. Para realizar la certificación de un alimento halal se realiza una inspección a la planta y luego a todo el proceso productivo mediante un inspector del centro Islámico.

El mercado potencial, comprendido por paí­ses árabes y asiáticos, como Malasia, se calcula que supera los u$s400.000 M.

"La Argentina ya está exportando numerosos productos y lo que estamos haciendo especialmente es incorporar a las empresas a las misiones multisectoriales. Pero el objetivo es, el año que viene, participar en alguna feria del rito halal en alguno de los paí­ses írabes", explicó.

"Desde acá estamos trabajando en una estrategia integral a los paí­ses del mundo árabe, apuntando especialmente. Este año ya implementamos una misión a ífrica del Norte, donde visitamos las ferias de Argel, Libia, Túnez y Marruecos. En diciembre, además, iremos al Golfo Pérsico con una misión que presidirá el subsecretario de Comercio Internacional, Luis Marí­a Kreckler. Por último, en dos semanas estamos partiendo a la feria internacional de Damasco, en Siria, la más grande del mundo árabe con 4.800 expositores, donde dejamos de participar luego de la crisis de 2001", sostuvo Martino.

"La idea este año es visitar la feria pero con la mente puesta en 2008, ya que aspiramos a organizar una misión mucho más grande que visite después Jordania y Lí­bano", concluyó.

Juan Diego Wasilevsky[email protected](c) infobaeprofesional.com