Por primera vez en más de una década, el temor a la pérdida del empleo ya no está entre las principales preocupaciones de la población, debido a la intensa creación de puestos de trabajo y el incremento de ingresos.

"Cristina asume el Gobierno en condiciones sociales muy diferentes a las que existí­an cuando Néstor Kirchner inició su presidencia", sostiene en su último informe laboral el economista Ernesto Kritz, de SEL Consultores.

"El desempleo ha dejado de ser un desequilibrio grave", sostiene Kritz. De esta manera, por primera vez en una década y media, el temor a la pérdida del empleo no está al tope de las preocupaciones de la sociedad.

Sucede que desde la segunda mitad de 2003 salieron del desempleo casi 1,5 millón de personas, mientras que unas 700 mil cambiaron los planes sociales por empleos de mercado.

A esto debe sumarse otro millón de nuevos trabajadores que encontraron ocupación de la mano de la recuperación de la actividad económica.

Esto suma más de tres millones de empleos creados en el perí­odo, sin tener en cuenta a los numerosos trabajos en negro, según publicó Fortuna.

Con respecto al poder adquisitivo, el ingreso real de la ocupación aumentó un 30%, tanto en lo formal como en el segmento informal.

Esto llevó a que se experimentara una notable disminución de la pobreza en más de 30 puntos, más allá de las dudas que generan los í­ndices del INDEC.

En cifras, esto implica que 10 M de personas dejaron de estar en una condición de pobreza y dos tercios abandonaron la indigencia.

A la hora de las cuentas pendientes, Kritz sostuvo que "el más importante de los desequilibrios sociales no resueltos es el de la informalidad laboral".

El empleo en negro, a pesar del fuerte crecimiento, bajó muy poco en el perí­odo, de 42 a 39%, mientras que el desempleo descendí­a de 23 a 9%.