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Brasil pasa de ser un socio estratégico a un dolor de cabeza para la Argentina

El gobierno de Lula impuso licencias previas al 60% de los productos que importa que podrí­an provocar demoras de hasta 60 dí­as para su aprobación
28/01/2009 - 12:17hs
Brasil pasa de ser un socio estratégico a un dolor de cabeza para la Argentina

Los industriales y el Gobierno argentino recibieron una mala noticia este martes: en plena crisis internacional, en Brasil comenzó a aplicarse una medida burocrática de amplio alcance que amenaza con complicar el ingreso de productos a ese paí­s.

La novedad cayó como un balde de agua frí­a entre las autoridades nacionales, que en ningún momento fueron alertadas por la contraparte brasileña sobre la avalancha de licencias que ya están regulando las importaciones.

El dato no es menor para la Argentina: en medio del desplome de la demanda mundial, la Cancillerí­a vení­a de anunciar, con bombos y platillos, una cumbre sin precedentes para el mes de marzo con todos los embajadores argentinos repartidos en el mundo con la finalidad de sostener las exportaciones y garantizar así­ el sostenimiento del ingreso de divisas. En qué consisten las medidas

Según el Departamento de Comercio Exterior de Brasil, las licencias previas o no automáticas de importación comenzaron a ser exigidas a 17 grandes sectores que representan más del 60% de las importaciones brasileñas.

Entre los productos afectados por los mayores controles están la industria de molienda de trigo, plásticos, hierro y acero, bienes de capital, máquinas y aparatos eléctricos, textiles, automóviles y autopartes, todos sectores donde la Argentina tiene una muy alta participación.

La preocupación es que, si bien las licencias están contempladas en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), permiten que las autoridades del paí­s vecino demoren hasta 60 dí­as en aprobar o no una importación. En efecto, hasta la semana pasada, los importadores obtení­an las autorizaciones de manera automática ví­a Internet. Sin embargo, con el nuevo sistema, el Departamento de Comercio Exterior analizará cada pedido antes de liberar la entrada de un producto. Argentina, un paí­s "brasildependiente"

El problema de esta sorpresiva jugada de la administración del presidente Luis Inácio Lula da Silva es que la Argentina es altamente "brasildependiente": el 19% de lo que le vende el mundo se dirige hacia ese paí­s, más del doble de lo que anualmente se coloca en EE.UU. y China, segundo y tercer mercado, respectivamente.  

Al respecto, Mauricio Claverí­, economista de la consultora Abeceb.com, explicó a iProfesional.com que "la Argentina participa prácticamente en todos estos productos. Estimamos que estas medidas involucran a más del 70% de los productos que la Argentina le exporta a Brasil".

Así­, teniendo en cuenta que para este año los especialistas proyectan exportaciones por u$s11.000 M (un 18% menos que lo exportado en 2008 por la menor demanda del mercado brasileño), el valor de los productos que podrí­an verse afectados con demoras en los puertos alcanzarí­a los u$s7.700 M.

En efecto, prácticamente todos los capí­tulos que ahora pasan a estar regulados con este sistema están dentro de los 20 que las empresas nacionales más le venden al mayor socio del Mercosur.

Al respecto, Raúl Ochoa, miembro de la Fundación Standard Bank, sostuvo que "es sorpresiva la gran cantidad de productos que Brasil puso bajo observación. Causó sorpresa incluso entre los propios empresarios brasileños". ¿Vuelve el proteccionismo brasileño? Desde sus oficinas de San Pablo, el consultor Gustavo Segré, director de la consultora Center Group y especialista en el mercado brasileño, explicó a iProfesional.com que están regresando viejas prácticas que parecí­an superadas en el mayor socio comercial de la Argentina.

"Hasta la mitad de la década del `90, toda empresa que deseaba importar productos en Brasil debí­a tramitar las guí­as de importación, donde el gobierno analizaba las caracterí­sticas del producto, precio, importador, y autorizaba o no a que la operación pueda realizarse", dijo.

"Las guias de importación dejaron de aplicarse como una forma de insertar a Brasil en un mundo globalizado y se dejaron sólo para determinados productos considerados sensibles, un universo de no más del 10% del total importado", agregó Segré.

Sin embargo, "los datos estadí­sticos de la balanza comercial brasileña preocuparon al gobierno y, al observar un crecimiento constante en el déficit comercial para el primer trimestre, el presidente Lula, ahora apeló al proteccionismo que tanto criticó en la Rodada de Doha y amplió la cantidad de productos que requieren de licencias de importación no automáticas, lo que de hecho configura una barrera pararancelaria", concluyó.

En la misma lí­nea, Claverí­ explicó que "desde hace casi 20 años que no aplicaba ninguna medida de este estilo para restringir importaciones. La idea era ir a la liberalización del comercio pero sorprendió con esta medida".Brasil, el nuevo "Botnia" para los exportadores argentinos

Con esta medida, según los especialistas, Brasil se convirtió en la nueva "Botnia" para los industriales argentinos.

¿Qué significa esto? Que todos los ojos estarán puestos en los tiempos de despacho y en los sobrecostos que estas medidas puedan generar, del mismo modo que los ambientalistas monitorean la contaminación del agua, esperando la mí­nima alteración para iniciar reclamos.

"Cuando se ponga en práctica y si un exportador argentino comience a percibir demoras, ahí­ van a comenzar las protestas de la Argentina, sin duda", explicó Claverí­.

En este contexto, la versión que dio el gobierno brasileño, en respuesta a las versiones que señalan que se trata de una medida proteccionista, es que el Ministerio de Desarrollo busca elaborar estadí­sticas más precisas sobre qué productos está comprando Brasil en los mercados internacionales y, además, armonizar las estadí­sticas, ya que los números del Ministerio difieren con los de la Receita, el equivalente a la AFIP argentina.

Además, si bien el plazo máximo para aprobar el ingreso de un producto es de 60 dí­as, desde el Ministerio se comprometieron a liberar las importaciones en un plazo de diez dí­as después de su presentación en el Sistema Integrado de Comercio Exterior (Siscomex).

Sin embargo, los importadores e incluso industriales brasileños, desconfí­an de la celeridad que pueda darle el Estado a las compras externas, ya que con las licencias que habí­a vigentes hasta la semana pasada habí­a serios inconvenientes.

"Antes de esta medida, algunos pocos productos ya necesitaban licencia de importación y eso estaba llevando 30 dí­as. Ahora quiero ver si van a conseguir cumplir ese plazo de diez dí­as", señaló a Reuters el presidente de la Asociación Brasileña de Importadores de Máquinas y Equipos Industriales (Abimei), Thomas Lee.

Este es un punto clave, ya que según Diego Pérez Santisteban, directivo de la Cámara de Importadores (CIRA), "para la velocidad que hay en el comercio con Brasil por la cercaní­a geográfica y por los volúmenes grandes que se manejan, una demora de dí­as ya es un verdadero problema para el exportador argentino".

Otro disconforme fue el presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Eléctrica y Electrónica (Abinee), Humberto Barbato, que pidió en una nota "la revocación inmediata de esta medida, pues el sector productivo no puede pagar este precio por otro descontrol del Gobierno".Una respuesta ante la crisis 

Los especialistas en Brasil descreen de los argumentos oficiales y aseguran que la administración de Lula está preocupada por el impacto de la crisis global y que la medida claramente apunta a evitar el colapso del superávit comercial.

En efecto, el paí­s vecino acumula un déficit de u$s645 M en lo que va del año, un dato alarmante para las cuentas brasileñas, teniendo en cuenta que se trata de una economí­a acostumbrada a vivir con un amplio superávit comercial.

De hecho, desde noviembre del 2000 que Brasil no registraba un déficit mensual superior a los u$s600 M como ocurre actualmente.

Además, a nivel económico este paí­s enfrenta además un momento muy complejo: se estima que e diciembre, y bajo el argumento de los efectos de la crisis mundial, 650.000 personas perdieron su trabajo. 

Al respecto, Claverí­ explicó que "si bien el gobierno se comprometió a que no va a haber demoras, teniendo en cuenta que la balanza se les deterioró bastante en enero, también puede ser la intención tener a mano instrumentos que se puedan usar para controlar las importaciones". El Gobierno argentino, en alerta

Frente a este panorama complejo que se abre para los exportadores argentinos, en diálogo con iProfesional.com, Eduardo Sigal, subsecretario de Integración Económica, explicó que "hasta ahora no hemos hecho ningún análisis de la situación" pero adelantó que "mañana (por este miércoles), con elementos más objetivos, haremos una evaluación en la Cancillerí­a argentina".

"Las licencias son un instrumento legal habilitado por la OMC y frecuente en los paí­ses del Mercosur. Hay que pedir autorización para las exportaciones de determinados productos y esto, indudablemente, es una medida de carácter proteccionista. Pero no lo digo en sentido crí­tico, de hecho Argentina también lo aplica", señaló Sigal. 

"En principio es una complicación burocrática que espero no afecte el flujo del comercio entre los dos paí­ses", se mostró preocupado el funcionario.

Sin embargo, pidió "prudencia hasta conocer más en detalle cuál es el criterio de la aplicación y la agilidad que va a tener el mecanismo. Hasta que no tengamos datos más claros no podemos adelantar cuál va a ser el impacto en las exportaciones argentinas". Una medida que puede traer problemas a nivel gubernamental

Un hecho que sorprende es que, si bien Cancillerí­a argentina y todos los medios brasileños hablan de licencias no automáticas y plazos de 60 dí­as, fuentes de Industria aseguraron a iProfesional.com que, hasta ahora, la única información oficial que les llegó desde el paí­s vecino habla de licencias automáticas: -¿Qué posición tiene el gobierno argentino frente a esta medida brasileña?

-Si son licencias automáticas para esas importaciones la aprobación de Brasil no deberí­an superar las 24 horas. En caso de que superen las 48 horas estudiaremos qué es lo que está ocurriendo y las medidas a tomar en consecuencia. -Sin embargo, los medios brasileños y todos en general ya están hablando de plazos de hasta 60 dí­as...-Lo que digan los diarios brasileños corre por cuenta de ellos. De lo que nosotros tenemos conocimiento oficial es que se trata de una licencia automática que no va a llevar más de 24 horas para aprobarse. En caso de que se den plazos mayores a las 48 horas vamos a tomar todas las quejas e inquietudes que haya entre los sectores productivos que exportan a Brasil.

Más allá de estas diferencias, se trató de una medida que tomó por sorpresa a todos los funcionarios locales. iProfesional.com confirmó a través de fuentes de Cancillerí­a, Industria y Producción que nadie habí­a recibido un mí­nimo anticipo por parte del gobierno brasileño de la flamante medida que iban a aplicar y recién por estas horas se están comenzando a interiorizar sobre los alcances de la misma.

"Hasta ahora nadie en el gobierno tiene idea de cómo se va a implementar esto, cuál es el criterio, porque fue una medida inconsulta y absolutamente sorpresiva. De hecho, ni siquiera los industriales brasileños estaban al tanto de esto", agregó Claverí­.

Lo más llamativo fue que el mismo martes, el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo de Brasil, Ivan Ramalho, se reunió en Buenos Aires con el secretario de Industria, Fernando Fraguí­o, en el marco de la comisión que monitorea el comercio bilateral.

"En la reunión del martes de la comisión bilateral, la parte brasileña no adelantó ni explicó que fuera a tomarse esta medida", confirmaron fuentes oficiales a iProfesional.com.

La sorpresa para los funcionarios argentinos es que el propio funcionario brasileño habí­a asegurado que su gobierno estaba "muy preocupado" porque "la crisis ya afectó bastante nuestro comercio", en tanto estimó que "hay una caí­da del 40%, tanto en exportaciones como en importaciones con la Argentina".

Según datos ofrecidos por Ramalho, el año pasado el intercambio comercial de la Argentina y Brasil alcanzó a u$s30.000 millones, un número que difí­cilmente pueda repetirse en 2009.

De hecho, ante el alto grado de deterioro que mostró el comercio de los dos principales socios del Mercosur, los funcionarios decidieron que a partir de este año, las reuniones del grupo de monitoreo será encabezada cada tres meses por los ministros de la Producción de Argentina y de Desarrollo de Brasil.

Sin embargo, la historia, apenas unas horas después, fue en dirección diametralmente opuesta.

Juan Diego Wasilevsky

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