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Claves para no caer en la "trampa" de las licencias de importación brasileñas

Desde San Pablo, Gustavo Segré, experto en materia aduanera y tributaria brasileña, explicó los alcances de esta medida clave para los exportadores locales
28/01/2009 - 13:15hs

La historia está repleta de ciclos donde "lo pasado" se esfuerza en hacerse "presente" para cambiar el " futuro".

 

Así­, los datos estadí­sticos de la balanza comercial brasileña preocuparon al gobierno y, al observar un crecimiento constante en el déficit comercial para el primer trimestre, el presidente Lula apeló al proteccionismo que tanto critico en la Rodada de Doha y amplió la cantidad de productos que requieren de licencias de importación no automáticas, lo que de hecho configura una barrera para arancelaria.

Para no sacar conclusiones precipitadas sobre la medida, lo mejor es analizar el caso con objetividad y ver de qué forma, lo que a priori podrí­a considerarse como una dificultad, puede transformarse en una oportunidad. Análisis objetivo

Brasil no es el primer ni único paí­s en utilizar este tipo de medidas de protección.

De hecho, la Argentina instrumentó las licencias de importación no automáticas para determinados productos originarios de Brasil.

Hasta la implementación de esta nueva medida, Brasil solicitaba licencias de importación previa (o no automáticas) para productos considerados sensibles (con necesidad de controles mayores por parte del gobierno) y tenia determinadas dos tipos de modalidades:

  1. Licencia de importación previa al despacho: donde la mercaderí­a podrí­a ser exportada en origen y "antes del despacho a plaza", el importador brasileño solicitaba la autorización del gobierno por medio de la liberación de la licencia de importación previa.

    Este trámite demoraba en promedio de dos a tres dí­as, dependiendo de la documentación enviada por el exportador.

  2. Licencia de importación previa al embarque: sin duda mas burocrática que la anterior, y que exige algunos cuidados, sobre todo para el exportador, porque un error en la logí­stica del proceso podrí­a generar multas de hasta el 30% del valor de la operación para el importador de Brasil.

    A diferencia de la anterior, esta licencia debe ser tramitada por el importador brasileño antes del embarque de la carga desde origen. 

    Es importante observar que nos referimos al embarque como la fecha de emisión del conocimiento de embarque, ya que si el mismo tuviera fecha anterior a la autorización de la licencia de de importación, el importador pagarí­a multa.  

    Una vez obtenida la licencia, el exportador podrí­a embarcar sin ningún tipo de problemas ni demoras adicionales en el proceso de importación.

    La demora para la obtención de esta licencia previa al embarque era de entre 48hs y 96 hs, dependiendo exclusivamente que la documentación enviada por el exportador, estuviera en orden y sin errores. La nueva medida aumenta la cantidad de productos con exigencia de licencia de importación previa al embarque (lo único que hizo el gobierno fue aumentar la lista de productos con necesidad de licencias pero no instrumentó algo que no estuviera en vigencia en este momento)

¿Cómo disminuir el impacto de la medida en las operaciones de exportación de Argentina a Brasil y cómo transformar una dificultad para todos en una oportunidad para algunos?

  • En los productos que ya necesitaban de licencia de importación previa al despacho, el secreto está en anticipar el envio de la documentación al importador brasileño (en este caso, la factura proforma, documento necesario para la tramitación de la licencia de importación previa al embarque). De esta forma, una vez aproba la licencia, el exportador argentino podrá exportar.
  • Considerando que la exigencia obliga a tramitar una licencia de importación en forma previa al embarque, toda importación con origen de proximidad geográfica a Brasil, (Argentina esta en condición de excelencia) tendrá notorias ventajas en relación a exportaciones con origen distante a Brasil (el tránsito de un camión de Buenos Aires a San Pablo está entre 7 y 11 dias, mientras que un embarque por via marí­tima del sudeste asiático, confirmado el flete, puede demorar entre 30 y 45).
  • En caso que el fiscal a cargo de la autorización de la licencia tenga dudas sobre la operación, solicitará al importador de informacion adicional (que en el 100% de los casos, debe ser provista por el exportador). Por una cercaní­a cultural y geográfica, será mas fácil para un importador brasileño obtener estas informaciones mas rápidamente de un exportador argentino que de un exportador americano o europeo.
  • Si bien la norma incluí­a varios productos en su emisión inicial, a 48 horas de su publicación ya hay productos que fueron retirados de la norma (algunos vinculados a la industria automotriz). Se especula que el Gobierno esta esperando el contacto de diversos sectores de la economí­a para analizar caso por caso el impacto de la medida, para modificar la lista de productos con exigencia de la licencia de importación no automática.
  • Si el gobierno argentino se mueve con rapidez y con buenos negociadores, es perfectamente posible conseguir excepciones especiales para el Mercosur (por ejemplo, cuando se tramita la licencia de importación es necesario indicar el paí­s de origen y procedencia. La simple indicación de origen Mercosur, podrí­a perfectamente dar mayor rapidez al otorgamiento de la licencia de importación en detrimento de orí­genes que requieran de mayor análisis.
  • Si bien la Secretaria de Comercio Exterior tiene de un plazo de 60 dias para la liberación de las licencias, lo cierto que en la practica, hasta el momento, las mismas eran otorgadas en 48 horas. Podremos analizar la demora efectiva en la próxima semana, cuando comienzen a tramitarse mayor cantidad de licencias.

Para concluir, si una normativa se implementa para todo el universo de paí­ses proveedores de productos de Brasi, Argentina continuará teniendo ventajas sobre el resto de los paí­ses.

La diferencia solo estará en la visión de los empresarios argentinos: en tanto algunos pierdan tiempo quejándose sin poder resolver, otros podrán encontrar la forma de ayudar a sus importadores en Brasil para que las licencias de importación sean otorgadas mas rápido de lo que demora su competencia.

Despues de todo, cuando leemos que de 10 empresas, solo 3 quedaran en el mercado, tenemos dos opciones: o nos lamentamos por ser parte de las 7 que no estarán o trabajamos para ser parte de las 3 que tendrán un mercado mayor. Gustavo Segré [email protected] 

Especial para iProfesional.com