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Vinos diferentes para salir de lo común: cuatro proyectos de autor para seguirles el rastro

Pasión, mucho trabajo, selección de pequeñas parcelas y partidas limitadas, los factores en común de los cuatro proyectos que tenés que conocer
09/08/2018 - 01:15hs
Vinos diferentes para salir de lo común: cuatro proyectos de autor para seguirles el rastro

Lejos de los grandes volúmenes y de fincas con cientos de hectáreas, hay un grupo de profesionales, con perfil bajo, motorizando sus propios proyectos. 

Son vinos personales, de partidas limitadas, que en general persiguen otros objetivos más allá del éxito comercial. 

En esta producción, te contamos sobre cuatro proyectos que sintetizan ese mismo espíritu de búsqueda y que tenés que conocer: 

E's Vino, de Eugenia Luka

 

No estudió enología. Es psicóloga, pero desde chica experimentó desde adentro el profundo proceso de transformación que experimentó la industria vitivinícola, que arrancó a fines de los años '90. 

Se trata de Eugenia Luka quien, además de ser la hija del bodeguero Roberto Luka, fundador de Finca Sophenia -el reconocido emprendimiento ubicado en Valle de Uco-, ahora se lanzó con un proyecto paralelo, muchísimo más pequeño y definitivamente más personal.

"Cuando era muy chica, mi viejo dirigía Finca Flichman. Pero después se puso como objetivo de hacer vinos en Gualtallary, cuando ahí no había nada. Yo viví toda esa gesta, desde que llegamos y sólo había piedras en toda la zona", rememora.

Por eso, lanzarse con su proyecto personal fue algo movilizador. "El proceso fue muy visceral y desde el comienzo tuve en claro la idea de explorar mi propio estilo", plantea.

"Yo ya venía participando en la definición de cortes con Finca Sophenia. Pero desde hace un tiempo, a ciegas, me di cuenta que me sentía más inclinada por el gusto de Matías que por el de papá", reconoce.

Cuando habla de Matías se refiere nada menos que a Matías Michelini, el reconocido enólogo que asesora a Finca Sophenia pero que también le da vida a los vinos personales de Eugenia.

Se sabe: Michelini suele coquetear con los extremos, con etiquetas que realmente salen de lo común. Pero en Sophenia su estilo más vanguardista siempre estuvo más acotado, dado que la bodega apunta a lograr vinos equilibrados y bebibles.

Por eso Eugenia lo tentó para explorar ese costado más filoso que suelen mostrar sus vinos.

"Sophenia muestra un perfil de Gualtallary más equilibrado. Y yo quería hacer algo diferente, a partir del Valle de Uco, pero también de otras regiones. De hecho, tenemos un Semillón que es de El Peral, en Tupungato", explica.

Por el momento, la bodega cuenta con dos etiquetas: E's Vino Vingin Soils Semillón 2017 ( con un precio sugerido de $420) y E's Vino Virgin Soils Malbec 2017 ($500), de los cuales produjo no más de 6.000 botellas por etiqueta.

De cara al año próximo, Eugenia planea lanzar una línea llamada "Pureza", que estará conformada por dos vinos de edición limitada: un tinto de crianza y un blend blanco criado en ánforas de arcilla.

Vino para conocer el proyecto: E's Vino Virgin Soils Semillón 2017 ($420)

 

¿Qué propone?: en nariz es expresivo, con notas de fruta blanca, cítricos y, cuando gana algo de temperatura, se percibe un dejo muy, muy lejano a miel. Una vez en boca, es un vino fácil de comprender: se percibe su tensión, su avance filoso y su pulso vibrante.

Conclusión: blanco mordiente, ideal para cuando empiece a levantar la temperatura y quieras acompañar un buen ceviche.

Lui Wines, de Mauricio Vegetti

 

Si entre los viñedos ves a un enólogo que los 365 días del año anda en bermudas, seguramente te cruzaste con "el Japo", como lo conocen sus amigos a Mauricio Vegetti.

De perfil bajo y de estilo campechano, este enólogo puede ser que pertenezca a la generación de profesionales más jóvenes. Sin embargo, no te dejes engañar: tiene una vasta experiencia en la industria, dado que desde el año 2007 comanda las riendas de la bodega Gauchezco, luego de haber hecho experiencia en Grupo Peñaflor y Nieto Senetiner.

En Gauchezco pasó de elaborar un par de etiquetas de estilo clásico para el mercado americano a contar en la actualidad con más de 15 referencias, un proceso en el que se nota una paulatina búsqueda hacia vinos cada vez más frescos y expresivos.

Y si bien continúa firme como enólogo de Gauchezco, hace unos años dio el gran paso al lanzar su proyecto propio: Lui Wines.

"Son como mini capítulos de tu vida encerrados en una botella, con principio y final. Eso es lo que te atrapa y te empuja a querer hacer más y cosas distintas, explorar nuevos viñedos, terroirs y parcelas. Y querer mejorar año tras año. Es como tener una revancha cada 12 meses", explica sobre lo que lo motoriza a tener su propio emprendimiento.

"Creo que hacer mi vino propio después de 12 años ha sido el mejor videojuego de mi vida. Es un proceso interminable y no puedo dejar de jugarlo", agrega.

En la actualidad está produciendo unas 80.000 botellas por vendimia, entre espumantes método charmat y tradicional y vinos tranquilos.

"La verdad que siempre pensé en hacer pocas botellas, pero cada día que pasa hago más. Nunca pensé en estabilizarme en un volumen siempre y cuando tenga la calidad para hacer un buen producto", apunta.

Vino para conocer el proyecto: Lui Single Vineyard Reserva Malbec 2015 ($350)

 

¿Qué propone?: desde Vista Flores, en el Valle de Uco, Vegetti entrega un Malbec fresco, con aromas francos y perfectamente definidos. La fruta roja convive con notas florales y una madera que, sin un papel protagónico, complementa con especias dulces. Al paladar se presenta súper largo, con un avance compacto y preciso, de gran fluidez y buena textura. La fruta roja y el toque a madera conviven y se potencian en un largo dueto.

Conclusión: bebible y fresco pero sin estridencias.

Edaphos Wines, de Manuel González

 

Manuel González puede ser definido de varias maneras: es el enólogo de Andeluna, en Gualtallary. También, es uno de los referentes indiscutidos en la Argentina cuando se habla de la variedad Cabernet Franc. Además, es poeta, con dos libros ya editados en su haber.

En paralelo, cuenta con un proyecto paralelo llamado "González-González", junto a su colega y amigo Juan Manuel González, enólogo de la bodega Viña 1924 De Ángeles. Y, además, le viene dando forma a su proyecto personal: Edaphos Wines.

"Me emociona llegar a la gente transmitiendo cultura, arte y felicidad", destaca.

El proyecto Edaphos Wines –que lleva adelante junto a su esposa y su hermano- es sustentable y avanza sin urgencias. Por el momento, consiste en partidas limitadas de un total de no más de 7.000 botellas por vendimia.

"Las estructuras son pequeñas y esto hace que no solamente haya que producir el vino, con todo lo eso implica, sino también hay que llegar al mercado. Por suerte este proyecto está soportado por mi familia, lo cual lo hace más llevadero. Todo es más fácil cuando hay un objetivo claro y que no es precisamente lo material", explica.

González afirma que uno de los objetivos con Edaphos Wines es la trascendencia. Pero no se refiere a cuestiones de ego, sino a una forma de entender la vida: "Quiero dejarles a mis hijas el legado cultural del trabajo de la tierra, no a nivel material, más bien como filosofí­a de vida. Quiero transmitirles este arte tal como yo lo recibí­ de mi ascendencia, es como una especie de misión que debo completar".

En cuanto a los vinos, el proyecto está conformado por cuatro etiquetas (tres tintos y un blanco), divididas en dos líneas: Grava y Mica. Algo importante: son vinos elegantes, bebibles, con mucho juego de texturas y a precios realmente competitivos, una característica que no siempre se ve plasmado en las botellas que descansan en los estantes de una vinoteca.

Vino para conocer el proyecto: Edaphos Grava Malbec 2016 ($225)

 

¿Qué propone?: un ejemplar que ofrece pura fruta roja en alta definición desde la copa, con una capa floral súper nítida y una madera que acompaña y no tapa la materia prima. En boca se desarrolla con soltura y delicadeza, de la mano de taninos bien amables, con una textura amable. La fruta y las flores vuelven a hacerse presentes, con esa precisión percibida al comienzo.

Conclusión: un vino de alto vuelo, sin mayores pretensiones que las de ofrecer aromas puros y nítidos. Y cumple con soltura.

Eduardo Vidal Wines, de Eduardo Vidal

 

Eduardo Vidal es uno de los enólogos "independientes" que supo hacerse un lugar en la industria vitivinícola argentina. Admirador del estilo de Marcelo Peleritti pero con vuelo propio, Vidal es un enólogo que no dedica su tiempo a analizar qué es lo que dicta la moda.

Es, a esta altura y con varias vendimias encima, la contracara de un "hipster" del vino.

De hecho, a la hora de elaborar sus vinos, revela su atracción por la sana madurez; la "bebibilidad" bien entendida, no ya desde una postura frívola o pasatista; y la madera, que bien utilizada puede ser la mejor aliada para un vino de alta gama.

"Me defino como un enólogo que ama su profesión y que la lucha todo los días, para que mi proyecto crezca", se autodefine este luchador incansable de la industria.

Actualmente, Vidal cuenta con tres líneas de vinos (Cayado, El Espía y Nube Negra) de las cuales produce un total de 65.000 botellas por vendimia. Es decir que claramente se trata de un proyecto pequeño y de partidas bien limitadas.

Vino para conocer el proyecto: Nube Negra Cabernet Franc 2014 ($850)

 

¿Qué propone?: este Cabernet Franc de partida ultra limitada y que claramente mantiene su sello. A Vidal no le tiembla el pulso en elaborar vinos con cuerpo y con buen aporte de la madera. Su estilo cobra vuelo con este tinto que conjuga fruta roja madura, pimienta, leves toques mentolados y una madera que aporta dejos a café, ahumados y especias dulces. En boca vino amplio, jugoso y con soberbio músculo, bien sucroso y que habla de madurez.

Conclusión: sus taninos firmes, redondos y dulzones, marcarán la zona de confort para los amantes de este estilo.