La Legislatura porteña aprobó en primera lectura las concesiones bajo la Autopista 25 de Mayo y la ratificación del convenio entre Nación y Ciudad para ampliar los límites del Aeroparque "Jorge Newbery".

En caso de tener luz verde, la normativa habilitaría el relleno a la altura de la Cabecera Sur para mejorar el nivel de seguridad operativa aeronáutica y otro relleno situado al este que servirá para instalar nuevas cocheras en estacionamientos subterráneos.

La avenida Costanera Rafael Obligado se moverá hacia el Río de la Plata y sumará un nuevo carril hacia el norte. Según explicaron funcionarios nacionales las obras buscan "superar la situación particular en materia de infraestructura vinculada al transporte en el ámbito del Aeroparque y su entorno".

La presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano Victoria Roldán Méndez fue la miembro informante del despacho de mayoría en el recinto. Señaló que la iniciativa modifica el Código de Planeamiento Urbano, crea un parque lineal y posibilita la ampliación y desplazamiento de la avenida Rafael Obligado para facilitar el acceso al Aeroparque. Sobre el final del debate el titular del bloque oficialista Agustín Forchieri remarcó los beneficios de tener un aeropuerto cerca de la Ciudad y destacó que con el nuevo proyecto, habrá una mejor conexión entre la Ciudad y el Río de la Plata, según LPO.

El bloque kirchnerista criticó darle "prioridad a los estacionamientos" en vez de extender el límite norte, separando las pistas de rodaje y de aterrizaje", lo que, según Mariano Recalde, permitiría recategorizar al aeropuerto internacionalmente.

Gabriel Solano, del PO, que como todos los bloques de izquierda rechazó la iniciativa, fue muy crítico del proyecto. "Si una empresa se enriqueció con la corrupción debería pasar al control público, pero insisten con beneficiar a Eduardo Eurnekián", aseguró el legislador.

La concesión de los bajo autopistas iba a tratarse el año pasado, pero el oficialismo no logró llegar a un acuerdo con los sectores que tenían los permisos para utilizar esas zonas, muchos de ellos vinculados al peronismo.

Además parte de la oposición rechazaba la delegación de facultades al Ejecutivo: es el propio gobierno quién licitará los predios y podrá concesionarlos por 30 años sin necesidad de pasar por el parlamento porteño.

El gobierno pretendía comenzar a aplicar los PPP en este proyecto, pero la situación económica llevó todo a fojas cero.

Las negociaciones entre el oficialismo y el PJ progresaron y el socialismo y Sergio Abrevaya aportaron sus votos para que el gobierno lograra los 40 votos necesarios. Incluso el kirchnerismo apoyó en particular los artículos que prorrogaban la cesión de los predios a clubes de barrio y sindicatos por 10 años.

El gremio de los taxistas fue de los que más gente aportó en las tribunas. "Tienen un solo predio en bajo autopista pero laburaron como si tuvieran 50. Igual vale la pena, es impresionante", le dijo a LPO un asesor que siguió de cerca el poroteo entre el PJ y Vamos Juntos.

Las argumentaciones del oficialismo y parte de la oposición apuntaron a quebrar la "barrera artificial" que divide a la Ciudad. Claudio Heredia aseguró que "el Estado tiene que estar presente en los lugares inseguros y sin iluminación".

Diego García de García Vila, de Vamos Juntos y uno de los hacedores del proyecto destacó que muchos de los predios estaban "subutilizados" y la iniciativa buscaba "desarrollarlos", y por más que la ley lo permitiera, no significaba que fueran concesionados por 30 años.