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Polémica en Nordelta: denuncian discriminación y un apartheid contra las empleadas

Trabajadoras domésticas denunciaron que vecinos del lugar presentaron firmas a la empresa de combis para que no les permitan viajar junto a ellos
20/11/2018 - 15:57hs
Polémica en Nordelta: denuncian discriminación y un apartheid contra las empleadas

Empleadas domésticas de Nordelta denunciaron ser discriminadas por vecinos en la localidad bonaerense de Tigre. Según informaron, habitantes del lugar presentaron firmas a MaryGo, la empresa de combis, para no viajar junto a ellas al mejor estilo del apartheid.

Las mujeres aseguraron que deben esperar a vehículos destinados especialmente para ellas, que demoran en llegar más de 40 minutos, y que llegan atestados, ya que no les permiten subir en las combis de los vecinos.

“Compañeras han escuchado a sus patronas decir que no querían viajar con nosotras por nuestra forma de vestir, porque hablamos mucho de nuestra vida cotidiana, porque algunas hablan guaraní y porque tenemos mal olor”, denunció Marta, una empleada doméstica, a Página 12.

Estas combis internas son las únicas que hacen un recorrido que va desde el centro de Nordelta hasta la avenida 197, donde las trabajadoras toman los colectivos de línea para ir a sus casas.

Las otras combis hacen el mismo recorrido, pero continúan hasta la CABA. Esta última, según contó la trabajadora doméstica, es la que se toman los habitantes del megaemprendimiento inmobiliario. Ellos no usan las combis internas, mientras que las empleadas usan ambas.

Marta trabaja en casas de Nordelta hace más de diez años y detalló que, cuando se subían a las combis, los vecinos “nos ponían bolsos o mochilas para que no nos sentemos a su lado”.

Mientras que Adriana, otra trabajadora, está desde hace seis meses en la zona, y también sufrió estas agresiones. “Te miran con mala cara. Al principio no me daba cuenta, pero después sí. Yo me sentaba igual”, afirmó.

Hace unos meses, las combis de MaryGo que viajan a la CABA no frenan para que suban las trabajadoras domésticas.

“Viajamos como ganado”, aseguró Marta. Incluso afirmó que la empresa redujo su servicio de transporte y no mandaba micros internos por más de una hora y media, mientras que las combis que van hasta Capital tienen una frecuencia de 15 minutos. 

El miércoles 7 de noviembre, Marta, Adriana y otras trabajadoras vieron pasar cuatro combis que iban a Capital. En todas les negaron la subida. Ante esta situación, decidieron cortar la calle. “Era la única forma de que nos escuchen y que dejen de discriminarnos y tratarnos así”, lamentó Adriana.

Durante el corte, algunos vecinos las insultaron. “Una señora nos amenazó. Nos dijo: ‘Se corren o las pasamos por encima’”, recordó Adriana. Cuando llegó la policía, les prometieron que iban a enviar combis si suspendían el corte. “A los 5 minutos vinieron 4 micros. Ahí nos dimos cuenta de que querían poner micros solo para Capital, no para nosotras”, afirmó Marta.

Las empleadas contaron que se enteraron de que hubo una reunión entre vecinos de Nordelta y discutieron si ellos y las trabajadoras domésticas debían viajar en los mismos vehículos o no. Aunque hubo posiciones encontradas, un grupo de nordelteños firmó una carta para exigirle a MaryGo que las empleadas y otros trabajadores que ingresan a la zona lo hagan sólo en combis internas. “Este acto de segregación no demuestra más que lo que ya sabemos. Les molesta que las mujeres viajen en sus micros, pero no les molesta que suden lavando sus pisos, limpiando su mugre, criando a sus hijos, a cambio de salarios de miserables”, manifestó Marta.