La canciller alemana, Angela Merkel, lanzó un llamado a defender los valores "cristianos" y "democráticos" ante la emergencia de tendencias populistas y nacionalistas en el mundo, en su último discurso como presidenta del partido conservador alemán Unión Cristiano-Demócrata (CDU).

"En estos momentos difíciles, no debemos olvidar nuestros valores cristiano-demócratas", dijo la canciller en Hamburgo, quien tras 18 años, dejó la presidencia de la formación conservadora.

"Siento reconocimiento por haber sido presidenta durante 18 años", declaró al iniciarse el congreso. "Fue un muy largo período en el que la CDU conoció altos y bajos".

Merkel, la primera mujer en ocupar este puesto y apodada cariñosamente como "Mutti" (Mamá) por la prensa alemana , espera llegar hasta el final de su mandato al frente del gobierno, previsto para 2021. Pero esto dependerá en gran parte de su sucesor al frente de la CDU.

Tuvo que renunciar a finales de octubre al liderazgo de la coalición tras los resultados negativos obtenidos en las elecciones regionales en Baviera (sur) y Hesse (oeste).

Ante la presión de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y de los Verdes alemanes por el centro, el centroderecha alemán se encuentra inmerso en una situación de declive electoral y necesita un nuevo impulso.

Los 1.001 delegados de la CDU, el partido más importante de Alemania, elegirán a su nuevo presidente, que puede convertirse a la larga en el canciller del país.

Según contó el politólogo Eckhard Jesse a la agencia de noticias AFP, el hecho de que Merkel termine su mandato "está prácticamente descartado, ya que el SPD (centroizquierda) no seguirá en la coalición de gobierno hasta ese año".

Las perspectivas electorales de AfD se han visto beneficiadas por el miedo a la inmigración alentado por la política migratoria de Merkel, que aceptó abrir las puertas del país y acoger a más de un millón de sirios e iraquíes entre 2015 y 2016.

Tres candidatos se disputan la victoria.

Por un lado, Annegret Kramp-Karrenbauer ("AKK"), de 56 años, secretaria general del partido, considerada como "Merkel bis" ya que defiende la misma línea de centroderecha de la canciller.

Por el otro, el millonario Friedrich Merz, de 63 años, que propone un giro a la derecha de la CDU y del país. Apartado por Merkel en el pasado, este quiere volver a la primera línea tras una década de ostracismo político.

En tercer lugar, el joven ministro de Sanidad, Jens Spahn, muy crítico con Merkel, también aspira a liderar el partido pero su candidatura dispone de pocas chances.

El principal objetivo que tendrán es recuperar a sus antiguos votantes, que ahora apuestan por la ultraderecha. Por este motivo, Merz cuestionó el derecho al asilo en la forma en que este está inscrito en la Constitución alemana.

Su rival Kramp-Karrenbauer apuesta por reenviar a todos aquellos refugiados culpables de algún crimen, incluso a los sirios.

"Fue un error llevar la CDU hacia la izquierda, lo que permitió a AfD situarse a la derecha sin hacer grandes esfuerzos. También resultó un error permitir durante meses una pérdida del control en las fronteras", consideró la revista er Spiegel. "La CDU debe reconocerlo, aunque esto parezca que van a matar a la madre", añade el semanario.