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Colombia: saqueos y cacerolazos tras el paro contra el gobierno de Duque que dejó tres muertos

El descontento con el gobierno no cesa y Amnistía Internacional manifestó preocupación por el nivel de la represión que dejó tres muertos este jueves
23/11/2019 - 00:01hs
Colombia: saqueos y cacerolazos tras el paro contra el gobierno de Duque que dejó tres muertos

Saqueos, cacerolazos, bloqueos al transporte público y actos de vandalismo fueron reportados este viernes en Colombia, un día después de la imponente protesta del jueves contra las políticas del presidente Iván Duque, quien reunió de urgencia a su consejo de ministros para dar una respuesta a las demandas populares y alejar al país de la posibilidad de un estallido social.

Con un resultado de al menos tres muertos, Colombia se sumó desde ayer a la oleada de reacciones populares en la región, después de los estallidos que en los últimos meses sacudieron a Chile y Ecuador en demanda de medidas para mejorar la distribución de los ingresos y poner freno a las propuestas de corte neoliberal.

Tras la huelga y las imponentes demostraciones de este jueves en las principales ciudades de Colombia, consideradas históricas por su magnitud en la prensa local, en distintos puntos del país se reportaron ataques contra el sistema público de transporte, algunos saqueos y otros actos de vandalismo que preocupan a las autoridades.

Este viernes, en la céntrica Plaza Bolívar de Bogotá, se desató una batalla campal cuando la policía disparó granadas de gas lacrimógeno contra manifestantes, muchos de ellos estudiantes, que iniciaban un cacerolazo de protesta contra el gobierno.

Represión de manifestantes cerca de la Plaza Bolívar, este jueves.
Represión de manifestantes cerca de la Plaza Bolívar, este jueves.

La situación en la capital colombiana llevó al alcalde Enrique Peñalosa a disponer para esta noche el toque de queda en tres barrios populosos del sur de la ciudad, donde, dijo, "se han concentrado los actos delincuenciales en el día de hoy", lo que incluye saqueo de comercios y daños a 79 autobuses del servicio público.

El presidente Duque convocó en ese contexto a una reunión extraordinaria del consejo de ministros en la Casa de Nariño (sede del Gobierno) para analizar las protestas del jueves y las posibles medidas a tomar para apaciguar los ánimos.

El diario El Tiempo informó que es posible que de esa reunión surjan anuncios para la población, aunque esa versión no había sido conformada hasta la tarde de hoy.

El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, destacó que las demostraciones de protesta fueron en general pacíficas, aunque se reportaron actos de violencia que causaron la muerte a tres personas.

Trujillo informó que una de las víctimas falleció en disturbios en la ciudad de Candelaria y las otras dos personas murieron en choques con las fuerzas de seguridad en un centro comercial de Buenaventura, que estaba siendo saqueado por encapuchados.

Según el ministro, se desató "una oleada de ataques en distintas ciudades de Colombia que afectaron la integridad y la vida de colombianos, bienes públicos, propiedades privadas, establecimientos comerciales, sistemas de transporte masivo, estaciones de transporte y otros puntos centrales".

Las manifestaciones de ayer reunieron a 253.000 personas que participaron de 622 actividades y concentraciones en 350 municipios de 31 departamentos del país.

A esas marchas siguieron por la noche multitudinarios cacerolazos en varias ciudades del país, una actividad que hoy tenía réplicas.

"Somos un gobierno que escucha y que construye. Entendemos que la protesta pacífica es legítima en una democracia. Y que a lo largo de la historia han surgido frustraciones que debemos resolver y que hemos venido atendiendo", manifestó Duque anoche, después de la primera jornada de protesta.

Los manifestantes rechazan posibles reformas de flexibilización laboral y cambios en los sistema de jubilaciones, entre otras ideas de corte neoliberal que parecen lograr consenso en el gobierno.

En este contexto, los máximos dirigentes de las centrales sindicales colombianas pidieron una pronta reunión con Duque con la esperanza de iniciar un diálogo social, a la vez que advirtieron que seguirán apoyando nuevas manifestaciones ciudadanas.

Los sindicalistas también rechazaron los actos violentos que acompañaron el cierre de la jornada convocada por los gremios, que denunciaron infiltraciones durante la marcha del jueves.

Desde temprano, el sistema de transporte público Transmilenio fue bloqueado en Bogotá y en el vecino distrito de Soacha. En este último municipio las autoridades dispusieron un toque de queda para esta noche para menores de 16 años.

Al menos 68 estaciones del sistema de transporte público Transmilenio de la capital permanecían hoy cerradas después de haber sido dañadas con palos, piedras y pintadas.

En Bogotá también se cancelaron las clases en la Universidad Nacional hasta el lunes.

Policías investigados

Las refriegas en varias ciudades del país dejaron el jueves 273 heridos: 122 civiles y 151 miembros de la fuerza pública. Además hubo 98 capturados, según el balance oficial.

Tras las manifestaciones se abrieron 11 investigaciones ante denuncias de "posibles actuaciones irregulares" de policías en Bogotá, Cali, Manizales y Cartagena.

"De comprobar una falta, por supuesto que se aplicarán las sanciones correspondientes", agregó el ministro.

La ONG Amnistía Internacional dijo en Twitter haber recibido "testimonios, fotos y videos sumamente alarmantes" de "uso excesivo de la fuerza" por parte de la policía antidisturbios.

Cali, una de las ciudades más violentas de Colombia, fue el principal foco de violencia, con saqueos y "actos vandálicos", que llevó a la alcaldía a decretar un toque de queda ya levantado.

"No hay ninguna novedad de orden público, absolutamente todo tranquilo y controlado", dijo este viernes el secretario de Seguridad, Andrés Villamizar.

En la tercera ciudad del país grupos de ciudadanos armados custodiaron edificios y conjuntos residenciales ante intentos de robos en la noche, que, según Villamizar, no se concretaron.

Un grupo de personas pretendió ingresar al conjunto donde vive Blanca Zapata, en el sur. La mujer se resguardó en su hogar con sus dos hijos. Sus vecinos bajaron a la portería y controlaron a los atacantes.

"Sentí mucho susto de que se metieran a robar y quién sabe a qué más", afirmó.

Las autoridades caleñas recogían escombros en las vías y retomaban el servicio de transporte público, que al igual que en Bogotá sufrió daños en sus instalaciones.

Con un diverso abanico de reclamos y exigencias, cientos de miles de personas protestaron la víspera en las calles y con cacerolazos contra el mandatario conservador.

Liderados por las centrales obreras, que rechazan supuestas reformas para flexibilizar el mercado laboral y el sistema pensional, indígenas, campesinos, artistas, estudiantes y partidos opositores se sumaron a la convocatoria en momentos en que la popularidad de Duque está en rojo.

Todos cuestionaron la política de seguridad enfocada en el combate del narcotráfico, el asesinato de decenas de líderes sociales y el intento de modificar el pacto de paz de 2016 que desarmó a la exguerrilla FARC, que participó en el paro.

Colombia, una nación de 48 millones de habitantes, tiene un crecimiento económico por encima del promedio regional, pero elevados índices de desigualdad y desempleo.

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