El fallecimiento del exarquero de River Plate Amadeo Carrizo causó gran conmoción en el mundo del deporte. Cabe destcar que Carrizo atajó profesionalmente durante 25 años, de los cuales pasó 23 en el club "millonario".

El problema es que este triste suceso ocurrió en momentos en que la Argentina está en cuarentena y en los que se debe cumplir con el aislamiento obligatorio.

Por lo pronto, los restos de Amadeo, que tenía domicilio en el barrio porteño de Devoto, serán trasladados mañana a Rufino, su ciudad natal. 

Desde la casa de sepelios que se encargará del traslado del cadáver de Amadeo informaron que "no es posible realizar velatorio", debido a que está prohibido por la medidas que rigen en el país por la pandemia de coronorivis, que no permite acumulación de personas en ningún sitio.

Así, por motivos de fuerza mayor, el futbolista no podrá ser despedido por los hinchas con multitudes debido a la cuarentena obligatoria que dispuso el Estado.

Es que el DNU 297/2020 sobre aislamiento social preventivo, que se oficializó este viernes, excluye de la cuarentena obligatoria a las personas afectadas a la realización de servicios funerarios, entierros y cremaciones, aunque remarcan que "no se permitirán velatorios o reuniones".

Siguiendo lo que ocurrió en otros países, el Estado busca desactivar las distintas reuniones de personas que sirven como foco de contagio.

Por ejemplo, en España, un funeral celebrado a fines de febrero en la ciudad de Vitoria se convirtió en uno de los mayores episodios de propagación del coronavirus registrados en ese país, con más de 60 asistentes infectados.

De los contagiados en el funeral celebrado en Vitoria son 38 personas residentes en dos localidades de la comunidad de La Rioja (norte) y al menos otras 25 que viven en Álava (a la que pertenece Vitoria), según las pruebas realizadas por el Centro Nacional de Microbiología de ese país.

En un velatorio o sepelio, por el tipo de contacto que hay entre amigos y familiares, es más fácil el contagio por el contacto, indican los especialistas.