El aislamiento social obligatorio decretado hace una semana por el presidente Alberto Fernández para evitar la propagación del coronavirus, en donde una de las consecuentcias fue la caída brusca en la cantidad de vehículos en circulación, tiene un lado positivo: en la Ciudad de Buenos Aires la contaminación bajó un 50%, según las mediciones de las estaciones de control atmosférico del Gobierno porteño.

Lo mismo está sucediendo en todas las ciudades del mundo que están en cuarentena​.

En cuanto a los datos de la Ciudad de Buenos Aires, el relevamiento fue realizado por la Secretaría de Ambiente porteña, a través de la Agencia de Protección Ambiental (APrA).

Para el mismo, se analizaron los parámetros de contaminación atmosférica desde el 20 de marzo, día del inicio de la cuarentena, hasta el 25 de marzo, día posterior al fin de semana largo, en las estaciones de control atmosférico ubicadas en La Boca; Rodríguez Peña y avenida Córdoba, y Parque Centenario.

En todas ellas se detectó que los valores de monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NOx), dióxido de nitrógeno (NO2) y material particulado 10 (mp/10) disminuyeron un 50% en relación al mismo período de 2019. 

La Secretaría de Ambiente atribuye esta disminución a la caída del tráfico vehicular. 

En el estudio se observa que en las horas previas a que el Presidente anunciara la cuarentena, hubo un marcado aumento de todas las emisiones, motivado porque todos salierona  hacer compras y realizar distintos preparativos antes de la medianoche.

Se espera que la disminución de contaminantes se mantenga, o incluso que hasta baje un poco más. El cambio drástico en la calidad del aire demuestra el impacto positivo que tendría que las personas dejaran de usar sus vehículos particulares y, al mismo tiempo, contar con medios de transporte más amigables con el medio ambiente.

"Más allá de la situación atípica por la que estamos pasando a nivel global, es importante destacar que disminuir el uso de medios de transporte que emiten gases contaminantes es la salida para mejorar la calidad de aire de las grandes ciudades -sostiene Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente de la Ciudad-. El reemplazo de este tipo de transporte deberá ser una de las grandes acciones que habrá que mantener una vez que hayamos podido superar la pandemia".