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"Hicimos todo al revés; los abuelos no debían salir a la calle", advirtió experto

Un médico neumonólogo y gerontólogo se refirió a la equivocación de hacer salir a los abuelos para cobrar el sueldo. "Lo podemos pagar muy caro", dijo
04/04/2020 - 00:01hs
"Hicimos todo al revés; los abuelos no debían salir a la calle", advirtió experto

El neumonólogo José Manuel Viudes, gerontólogo del Hospital Italiano y coordinador de Cuidados Domiciliarios de Swiss Medical Group, advierte por las consecuencias que podriá tener el desborde de personas, especialente jubilados, que hubo este viernes cuando reabrieron los bancos.

"Estamos haciendo todo al revés, el geronte es el que tenemos que cuidar. Era el grupo que no debía salir a la calle", dijo el especialista respecto a lo ocurrido en las sucursales bancarias.

"Nosotros llamamos a esto una bomba biológica", señaló el médico, quien hizo una compración con lo ocurrido en Europa. 

"Cuando queremos ver qué pasó en las ciudades donde hubo un epicentro exagerado respecto a la media, por ejemplo Bérgamo, encontramos que 14 días antes sucedió el partido con 60 mil espectadores de Atalanta y Valencia, lo mismo con Madrid y lo mismo en Israel. Hace 7 días yo tuve una entrevista por lo que pasó en La Matanza y dije que iba a ocurrir algo parecido", indicó.

El neumonólogo sostuvo que en 14 días se sabrá lo que pudo haber pasado hoy "y lo podemos pagar muy caro".

"¿Cómo puede ser que los bancarios no se den cuenta que todos tenemos que poner lo máximo por un bien común?", advirtió.

 
 

También se refirió al papel de los policías y su forma de protección: "Los policías están con guantes y eso también está mal por que es una falsa protección". Y agregó: "El guante adhiere un montón de virus, y recién acabo de ver un policía que habrá tocado a cientos de personas con esos guantes y acaba de sacar un barbijo y se lo dio a una abuela", dijo sobre una situación vista por TV en Buenos Aires.

"Realmente estamos haciendo hoy todo mal", recalcó.

Otro de los puntos sobre los que habló el especialista son los medios y los mismos médicos: "Hay dos grupos de periodistas y médicos, unos que tratan de ser optimistas, bobalicones, que no va a llegar a ningún lado porque tenemos que ser sinceros y decirles: 'esta es la pandemia más grande que hemos conocido y hay un millón de infectados'. Ya vemos lo que pasa en Ecuador en un país subdesarrollado. Estamos jugando con fuego".

Largas filas y poco distanciamiento

Jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales realizaban esta jornada largas filas ante los bancos que volvieron a abrir hoy para permitir el pago de haberes y subsidios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), donde en muchos casos no se respetaba el distanciamiento social dispuesto como medida preventiva frente a la pandemia de coronavirus.A pesar de las recomendaciones, en la Ciudad y el conurbano bonaerense las filas comenzaron a formarse en algunos casos durante la madrugada e incluso hubo zonas donde las personas arribaron a las entidades por la noche.

"Es lamentable que haya que hacer esto, pero sabíamos que iba a haber mucha gente porque era el día de pago de todas las jubilaciones. Yo tengo salud y es mi obligación cuidar a mis padres", afirmó Hernán, de 49 años, en la puerta del Banco Piano del partido bonaerense de Avellaneda, ubicado en Piaggio 56.

El hombre, que llegó a la puerta del banco anoche a las 21 y era uno de los primeros en la fila que esta mañana tenía mas de seis cuadras de extensión, se quejó de "tener que hacer esta cola en la que no podemos estar separados en medio de una pandemia; deberían pensar una solución para que no se junte tanta gente".

Andresa Rodríguez, una jubilada de 75 años que llegó a las 5.30 y se llevó una silla para esperar la apertura del banco, contó a Télam que "vine a cobrar mi jubilación y también la pensión de mi marido".

 

"No piensan en la gente, los que venimos a cobrar somos jubilados y estamos en el grupo de riesgo", agregó la mujer cuando estaba a metros de la puerta de un banco de Avellaneda donde se hacían dos filas; la más larga tenía casi seis cuadras de extensión y la otra dos cuadras pero era exclusiva para personas con discapacidad.

En la sucursal del Banco Nación, ubicada en Mitre al 400, también en Avellaneda, uno de los primeros de la fila era Carlos, de 44 años, quien concurrió como apoderado de sus padres, que tienen más de 80 años.

"Deberían poner distintos horarios, quizás según la terminación del documento y que por hoy y mañana los bancos hagan horarios extendidos hasta la noche para evitar que se junte tanta gente y además se puedan turnar los empelados", dijo el hombre.

Las mismas filas, el escaso distanciamiento social y testimonios del mismo tenor se pudieron escuchar entre las personas que esperaban en entidades bancarias de los barrios porteños de Constitución y Balvanera, y en distintas zonas del Gran Buenos Aires, donde el denominador común fue la aglomeración de personas.

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