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Dramático relato: "Escuché toser toda la noche y amanecí con 17 cadáveres"

Una médica pasó 8 días allí hospitalizada, y dijo que eran "terribles los gritos" de los pacientes que estaban graves. Pidió apoyo para tratar la pandemia
06/04/2020 - 12:04hs
Dramático relato: "Escuché toser toda la noche y amanecí con 17 cadáveres"

Cientos de pacientes y sus familiares viven diversos dramas en hospitales tanto del Ministerio de Salud (MSP) como en los del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en la batalla contra el COVID-19. Una de ellas fue la doctora Julieta Sagñay, siquiatra y quien lidera programas de recuperación de drogas en jóvenes en el país.

Ella se hizo atender en el IESS y vio una serie de falencias desde la falta de protección con insumos de bioseguridad en el equipo de atención hasta la escasez de medicamentos para enfermos de COVID-19 y el manejo de los cuerpos.

La doctora explicó que recibió hace más de dos semanas a un paciente asiático asintomático. Otros pacientes llegaron con tos y ella sugirió que los doctores adultos mayores ya no atiendan citas, sin embargo, al percatarse de que tenía fiebre la aislaron.

"Jamás me imaginé que tenía esto. Dije, será una gripe, me aislé, tomé todas las medidas. Consulté con mi doctor Washington Alemán. Al sexto día se me complicó, me hice una tomografía en la clínica Kennedy. Le mostré a mi médico. Llamó a mi familia para que no se me acerque. Me dijo: ‘Te vas a ingresar en este momento’. Me fui a ingresar al IESS de los Ceibos, entré a Emergencia y me dijeron que no había cama, logré ver algunos muertos en el baño del hospital. Eran como las 23:00. Ahí me tomaron la muestra y el hombre que hizo la prueba no tenía ninguna protección; le dije: te vas a contagiar, y efectivamente muchos se enfermaron ahí", lamentó Sagñay.

Agregó que esperó y le ofrecieron una cama. "Yo le pregunté al médico de guardia: ¿y qué me van a dar? ‘Paracetamol’, me dijo ese médico. Y yo, viendo todos esos muertos ahí. Dije no. Me voy. Salí a las tres de la madrugada de ahí".

Contó que pudo ingresar al hospital IESS de Milagro. "Me revisaron en ese hospital y me dijeron: ‘Te tengo que bajar a UCI, te tengo que intubar’. Yo le dije que no. Dónde firmo, yo sé qué es eso. Ya casi nadie sale vivo de ahí. Habíamos muchos pacientes así en esas condiciones", dijo.

Recordó que en ese hospital tuvo una atención amable pero que no hubo la medicación en ese momento y la consiguió por unos pacientes de ella en Quevedo.

"Mi doctor me dio un medicamento inmunológico que les dan a pacientes con cáncer. Eso me subió las defensas, mejoré notablemente. Pasé 8 días allí hospitalizada, de domingo a lunes. Escuché todos los días a los pacientes toser. Había colegas míos. Eran terribles los gritos que escuché. El último día me dijeron que me tenían que sacar de allí porque había 17 cadáveres y me iba a contaminar’. Yo pensé en todo lo que escuché, eran las personas que morían allí en la sala. Si tuvieran los medicamentos, no se hubiesen muerto. El medicamento no hay ni en las farmacias", lamentó la doctora, quien se siente una sobreviviente.

Agregó que poco a poco se recupera y ayuda a sus conocidos con su experiencia para que puedan vencer la batalla. También señaló que siente temor por sus colegas, quienes merecen todos los insumos para trabajar con seguridad.

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