Después de 7 meses, los gimnasios de la Ciudad de Buenos Aires fueron autorizados a reabrir desde este jueves, según se informó a través de una resolución del Boletín Oficial de la República Argentina en la que además se aprobó el regreso de las escuelas de danza, los natatorios, los museos y las ferias artesanales, entre otras actividades. 

En el caso de los gimnasios, el aforo es algo mayor del anunciado por Horacio Rodríguez Larreta, porque se permite una ocupación de hasta el 30% en vez del 25% informado originalmente.

Este lunes algunos gimnasios abrieron anticipándose a la autorización oficial.  Es que para ser efectiva, la propuesta de reapertura con su respectivo protocolo que presentó la Ciudad debía ser aprobada por Nación. Ese es el paso que se formalizó este jueves, por lo que ahora sí, los gimnasios pueden volver a recibir a sus clientes.

Cómo es el protocolo

El protocolo propuesto establece que para asistir será obligatorio hacer una reserva previa. La ocupación máxima permitida es de hasta el 30%, dependiendo de la ventilación de establecimiento. El tope se autorizará en los que tengan diez renovaciones de aire por hora. Si son entre 8 y 9 renovaciones, se permitirá un aforo del 25%, y si son entre 6 y 7, del 20%.

El sistema de ventilación puede ser natural o con aire acondicionado central con toma de aire exterior. Las puertas de acceso a los espacios colectivos deben mantenerse abiertas para favorecer la circulación de aire. Al mismo tiempo, el gimnasio tiene que contar con esquemas intensificados de limpieza y desinfección de todas las superficies.

El establecimiento debe organizar un sistema de turnos para las diferentes actividades. Para que le den uno, el usuario tiene que responder si tiene síntomas de coronavirus. Si la respuesta es negativa, puede presentarse el día y a la hora indicada, por supuesto, con tapabocas. Un elemento que sí se podrá sacar mientras realiza la actividad física.

Con hasta un 30% de ocupación, los gimnasios de la Ciudad fueron autorizados a reabrir desde este jueves

La recomendación es llevar solamente lo imprescindible para el desarrollo de la actividad a realizar. Las mochilas deben quedar en un sector específico, porque el usuario sólo puede ingresar al área para ejercitarse con lo indispensable. Como por ejemplo, su propia botella de agua.

Antes de iniciar la práctica, usuarios y profesores deben lavarse las manos con agua y jabón o desinfectárselas con alcohol al 70 % o alcohol en gel.

En todo momento hay que mantener una distancia de dos metros con respecto a otras personas. Esto significa, por ejemplo, que el profesor no puede acercarse a sus alumnos. Y no está permitido desarrollar actividades que impliquen contacto físico.

El protocolo incluye una recomendación: evitar las actividades de alta intensidad. Y en caso de que estas generen un aumento en la frecuencia respiratoria, guardar una distancia aún mayor de los demás, de al menos seis metros. Por eso algunos gimnasios están prefiriendo ofrecer clases de yoga o stretching, que son actividades en las que se transpira menos y que no producen una suba tan significativa de la frecuencia cardíaca.

Las clases pueden durar hasta una hora. Está prohibido compartir materiales. Cada usuario debiera contar con su propio pack (colchonetas, bandas elásticas, elementos de peso libre, etc.). La higiene de estos kits se realizará antes y después de cada clase y será supervisada por los profesores. También se desinfectarán todas las máquinas entre uso y uso.

Después de terminar la actividad,hay que retirarse. Tampoco hay vestuarios, es decir que no es posible ducharse o cambiarse. Sí están habilitados los daños, pero para "su uso sanitario", no para cambios de ropa.

Las clases pueden durar hasta una hora. Está prohibido compartir materiales

Los natatorios al aire libre de clubes e instituciones públicas y privadas también pueden reabrir, tanto para la práctica de natación como, cuando llegue el calor, para fines recreativos. Tampoco se pueden utilizar sus vestuarios. Con una excepción: cambiarse la malla mojada. Pero no se puede acceder a las duchas. Y sólo se permite que ingrese una persona cada 15 m2.

Los establecimientos deben tener un registro de asistentes, con sus datos de contacto, que deberán guardar por al menos 15 días. Y las actividades también tienen que estar organizadas mediante el otorgamiento de turnos.

El aforo dentro de la pileta y alrededor de ella es de una persona cada 15 m2, para garantizar un distanciamiento de dos metros. El uso del tapabocas es obligatorio excepto en el momento de la actividad.

La pileta debe estar al aire libre, sin techo ni paredes o tabiques laterales, a menos que estos puedan permanecer abiertos para permitir la libre circulación del aire. Y el agua se mantiene a temperatura ambiente, porque no se pueden usar los sistemas de climatización.