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Juicio por mala praxis: condenaron a un traumatólogo a 3 años de prisión de ejecución condicional

El paciente había tenido un accidente de tránsito en el año 2014 y había sido atendido por el traumatólogo que resultó condenado
12/05/2021 - 20:35hs
Juicio por mala praxis: condenaron a un traumatólogo a 3 años de prisión de ejecución condicional

Sebastián Solano Seelin fue encontrado responsable de provocarle la muerte al joven Maximiliano Iñíguez en el año 2014 por una abordaje médico que la Justicia consideró negligente. Como consecuencia del fallo, en el que se lo condena por homicidio culposo, tendrá tres años de prisión de ejecución condicional y cinco años de inhabilitación del ejercicio de la profesión. La resolución fue comunicada por los jueces de primera instancia Rafael Coria, Florentino Malaponte y José Luis Suárez.

Iñíguez había sufrido un accidente de tránsito en Villa Gobernador Gálvez el día 9 de febrero de 2014, que le había causado una fractura expuesta de tibia y peroné. Desde ese lugar lo trasladaron primero al Hospital Provincial, que fue el centro de salud donde lo estabilizaron y le colocaron pesas, que se emplean transitoriamente en algunos tipos de fracturas. Al otro día y, con el paciente en buen estado general, fue llevado a Los Alerces. Allí recibió la asistencia del traumatólogo Sebastián Solano Seelin, actualmente condenado por mala praxis. 

El médico especialista en Traumatología decidió colocarle tutores, una técnica muy habitual en ciertos tipos de lesiones óseas. En ese momento, según ha trascendido y constaría en la causa, el joven ya cursaba una infección que no le había sido diagnosticada.

Uno de los puntos que se discutió en el juicio es que le practicaron una primera fasciotomía el 13 de febrero. En este sentido, la querella y la Fiscalía sostienen que fue cerrada, pereo la defensa trató de demostrar que fue abierta.

Además de este punto, se puso sobre análisis el hecho de que, con un cuadro de infección, a Iñíguez debieron haberle amputado la pierna mucho tiempo antes, el 12 de febrero, y no el 14, cuando se procedió a hacer esa intervención. Luego de sufrir múltiples complicaciones a partir de su lesión y de la presunta inección, que lo mantuvieron inconsciente e internado en el servicio de terapia intensiva, el paciente murió el 16 de abril. La causa de muerte inmediata fue un paro cardiorrespiratorio, como sucede en todas las personas que fallecen, y la causa mediata fue la sepsis -una infección generalizada-, producto de la infección que padecía en la pierna lesionada.

Durante el debate, el fiscal Walter Jurado y la querella trataron de sostener la acusación y la supuesta acción negligente, que se tradujo en una "tardía" intervención médica. En las audiencias se volcaron informes de juntas médicas y pericias que se constataron a través de las declaraciones de forenses del Instituto Médico Legal (IML) y de la Facultad de Ciencia Médicas, entre otros ámbitos.

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