En el marco del reciente asesinado de Roberto Sabo, el joven kiosquero de 45 años que vivía en la localidad de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, los vecinos de la vicepresidenta Cristina Fernández colgaron una bandera en el edificio donde vive en alusión al tema.

En la misma, que fue colocada en el piso de arriba de donde se encuentra la vivienda de la ex Presidenta, reclamaban "Justicia independiente para una república democrática". Esto sucedió también al día siguiente de que la Cámara Federal de la Seguridad Social rechazara un pedido de la oposición para que se revise la doble jubilación que cobra la vicepresidenta de unos $2,8 millones.

Su vivienda se encuentra ubicada en un edificio del barrio de Recoleta

La funcionaria está realizando reposo luego de haber sido operada de una histerectomía en el Sanatorio Otamendi de Recoleta.

Su vivienda se encuentra ubicada en un edificio del barrio de Recoleta, una zona de mucha circulación, por lo que la bandera fue vista por una gran cantidad de transeúntes que pasaban por ahí.

No se trata de la primera oportuidad en que sus vecinos le dan un mensaje de este tipo.

El 16 de julio le habían colocado una bandera argentina con un crespón negro en señal por haber alcanzado los 100.000 muertos por coronavirus en esa fecha.

"Gracias Alberto, y gracias Cristina por soltar asesinos"

Entre lágrimas, el padre de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado el último domingo en Ramos Mejía, aseguró que los autores "arruinaron" su familia y que nunca más va a poder "vivir tranquilo", mientras que pidió "la pena de muerte para los chorros".

Pedro, quien inició el negocio familiar que continuó Roberto en el local de Avenida de Mayo al 800 en el que fue asesinado por una pareja de asaltantes compuesta por un joven de 29 años y una menor de 15, pidió que "no salgan más", mientras vertió duras críticas contra el Gobierno nacional, especialmente al presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner

"Nunca pensé que me iba a pasar esto. Me arruinaron la familia. Nunca más puedo vivir tranquilo. Quiero agradecer a Alberto y a Cristina, que largan a los chorros, a todos los asesinos, a los matones, a matar gente buena a la calle. Gracias Alberto y gracias Cristina", sostuvo en declaraciones a la prensa.

Los asesinos fueron rápidamente detenidos

Dramático testimonio

 En un video que circuló en redes sociales, se lo vio llorando frente al drugstore "Pato", en el que alrededor de las 14:00 mataron a su hijo Roberto de un disparo en la cabeza, mientras pedía "pena de muerte para los chorros".

"Agradezco a mucha gente que viene a saludarme, que hace 40 años que trabajo en la misma cuadra. No sé qué decir. Nunca pensé que me fuera a pasar esto. Quisiera cortarle las manos a quien vote por Alberto y por Cristina. Porque nunca les pasó nada seguramente. Yo no pensé que me iba a pasar esto. Me arruinaron toda la familia, nunca más voy a vivir tranquilo", añadió Pedro, mientras era acompañado y consolado por numerosos vecinos.   

"40 años trabajando en ese kiosko. Le quiero agradecer a Alberto y a Cristina que largan chorros y matones."El padre del kioskero asesinado en Ramos Mejía. No hay perdón. pic.twitter.com/CbMsLfjDzu — Macarena (@maquialifraco) November 8, 2021

El hombre, en declaraciones al canal TN, expresó: "Nunca pensé que me iba a pasar esto. Me arruinaron la familia. Nunca más puedo vivir tranquilo. Quiero agradecer a Alberto y a Cristina, que largan a los chorros, a todos los asesinos, a los matones, a matar gente buena a la calle. Gracias Alberto y gracias Cristina. Y gracias Guillermo Moreno".