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Preocupación: cuáles son las razones por las que Ómicron amenaza la economía mundial

El peligro es que se amplifiquen 3 peligros existentes: límites a la libre circulación y caída del turismo, aumento de inflación y desaceleración en China
08/12/2021 - 08:34hs
Preocupación: cuáles son las razones por las que Ómicron amenaza la economía mundial

Poco más de un año después del primer éxito de una vacuna contra el covid-19 en un ensayo clínico, buena parte del mundo se ha visto sacudido por una sensación de temor. La variante ómicron del coronavirus, identificada públicamente el pasado 24 de noviembre, podría sortear las defensas creadas por la vacunación o el contagio.

Según ha declarado la Organización Mundial de la Salud, ómicron representa un riesgo global "muy alto". El director ejecutivo de Moderna ha advertido de la posibilidad de que las vacunas existentes tengan dificultades para combatir la nueva variante y sus múltiples mutaciones. Ante la espantosa perspectiva de una nueva ronda de confinamientos, cierres de fronteras y nerviosismo entre los consumidores, los inversores han reaccionado vendiendo acciones de aerolíneas y cadenas hoteleras. El precio del petróleo se ha desplomado unos 10 dólares por barril, el tipo de caída que suele asociarse con la inminencia de una recesión.

Es demasiado pronto para decir si las 35 mutaciones de la proteína espicular de ómicron contribuyen a que esa variante sea más infecciosa o letal que la cepa dominante delta. Cuando los científicos analicen los datos a lo largo de las próximas semanas, el panorama epidemiológico se aclarará. Sin embargo, sobre la economía mundial se cierne de nuevo la amenaza de que una oleada de la enfermedad se extienda de un país a otro y amplifique tres peligros existentes.

El primero es que el endurecimiento de las restricciones en el mundo rico perjudique el crecimiento. Tras tener conocimiento de la variante, los países se han apresurado a bloquear a los viajeros procedentes de África meridional, donde ha sido identificada. Israel y Japón han decretado un cierre completo de fronteras. Gran Bretaña ha impuesto nuevos requisitos de cuarentena. La pandemia puso bruscamente fin a una época de plena libertad en los viajes globales. Este año, las restricciones se habían suavizado, pero los acontecimiento de la última semana han puesto de manifiesto que las puertas de embarque se cierran mucho más deprisa de lo que se abren.

Temor por las consecuencias de ómicron.
Temor por las consecuencias de ómicron.

Es probable que la propagación de ómicron también intensifique las restricciones a la libre circulación dentro de los propios países. Antes incluso de la llegada de la nueva variante, Europa ya limitaba muchas actividades nacionales para luchar contra las crecientes infecciones de delta. Italia excluye del interior de los restaurantes a la mayoría de los no vacunados, Portugal exige también a los vacunados un test negativo para entrar en un bar y Austria está en pleno confinamiento. La tan ansiada recuperación de los enormes sectores de servicios del mundo rico, desde la hostelería hasta las conferencias, acaba de posponerse.

Una economía desequilibrada alimenta el segundo peligro, que la variante pueda aumentar una inflación ya de por sí elevada. Ese riesgo es mayor en Estados Unidos, donde el excesivo estímulo fiscal del presidente Joe Biden ha recalentado la economía, y los precios al consumo subieron en octubre un 6,2% con respecto al año anterior, el máximo en tres décadas. Sin embargo, la inflación también es preocupantemente alta en otros lugares puesto que, según datos de Bloomberg, se sitúa en un 5,3% a nivel mundial.

Cabría pensar que ómicron, al deprimir la actividad económica, podría dar lugar a una reducción de la inflación. En realidad, podría hacer lo contrario. Los precios suben en parte porque los consumidores se lanzan a realizar compras, lo cual repercute sobre las cadenas de suministro mundiales de todo tipo de productos, desde las luces de Navidad hasta las zapatillas deportivas.

El coste del envío de un contenedor de las fábricas de Asia a Estados Unidos sigue siendo elevadísimo. Para que la inflación general retroceda, los consumidores tienen que volver a gastar en actividades como hacer turismo o comer fuera de casa. Ómicron puede retrasar todo eso. La variante también puede desencadenar más cierres en nodos manufactureros clave como Vietnam y Malasia, con el consiguiente agravamiento de los problemas de suministro. Y los trabajadores más cautos podrían aplazar su regreso al mercado laboral, lo cual presionará los salarios al alza.

Quizás ésa sea una de las razones por las que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, se mostró partidario el 30 de noviembre de una política monetaria restrictiva. Semejante postura es correcta, pero conlleva sus propios peligros. Los efectos indirectos son susceptibles de perjudicar las economías emergentes, que tienden a sufrir salidas de capital y caídas de los tipos de cambio cuando la Reserva Federal endurece su posición.

La economía china podría caer con la nueva variante de Covid19.
La economía china podría caer con la nueva variante de Covid19.

Las economías emergentes tienen más reservas y dependen menos de la deuda en divisas extranjeras que cuando el intento fallido de la Fed de retirar los estímulos dio lugar al "berrinche" de los mercados en 2013. Sin embargo, esas economías también deben hacer frente a ómicron. Brasil, México y Rusia ya han subido los tipos de interés, lo que ayuda a evitar la inflación pero puede reducir el crecimiento justo cuando se avecina otra oleada de contagios. Turquía ha hecho lo contrario, ha reducido los tipos y, de resultas, se enfrenta a un colapso de la moneda. Otras economías emergentes podrían enfrentarse a una elección poco envidiable.

El último peligro es el valorado menos adecuadamente: una desaceleración en China, la segunda economía del mundo. No hace mucho el país era un brillante ejemplo de resiliencia económica frente a la pandemia. Sin embargo, hoy se enfrenta a una crisis de deuda en su enorme sector inmobiliario, campañas ideológicas contra las compañías privadas y una insostenible política de tolerancia cero ante la covid que mantiene al país aislado y lo somete a draconianos confinamientos locales allí donde surgen casos. A pesar de que el gobierno se plantea estimular la economía, el crecimiento ha bajado hasta cerca del 5%. Salvo la breve sacudida a principios de la pandemia, se trata del porcentaje más bajo de los últimos 30 años.

Si al final es más transmisible que la anterior variante delta, ómicron dificultará la estrategia china. Dado que la cepa viaja con mayor facilidad, China tendrá que combatir de modo cada vez más severo los nuevos brotes para erradicarla, lo que dañará el crecimiento y trastocará las cadenas de suministro. Ómicron también puede complicar aun más la salida de China de su política de tolerancia cero frente a la pandemia, porque la oleada de contagios que inevitablemente se producirá por dejar que el virus se propague podría ser mayor, lo que supondrá una carga para la economía y el sistema sanitario. Algo especialmente cierto habida cuenta de los bajos niveles de inmunidad inducida por el contagio en China y las dudas sobre la eficacia de sus vacunas.

No todo es oscuridad. El mundo no verá una repetición de la primavera de 2020, con vertiginosas caídas del PIB. Las personas, las empresas y los gobiernos se han adaptado al virus; y ello significa, según afirma Goldman Sachs, que la relación entre el PIB y las restricciones en los movimientos y los comportamientos es un tercio de la que fue entonces. Algunos fabricantes de vacunas esperan que los nuevos datos demuestren que las actuales vacunas siguen previniendo los casos más graves de la enfermedad. Y, de ser necesario, las empresas y los gobiernos tienen los medios para lanzar nuevas vacunas y fármacos a principios de 2022.

De todos modos, ómicron (o, en el futuro, pi, ro o sigma) amenaza con reducir el crecimiento y aumentar la inflación. El mundo acaba de recibir un severo recordatorio de que el camino hasta que el virus se convierta en una enfermedad endémica no será fácil.

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