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El futuro de las Pymes: por qué cambiar será más valioso que crecer

Damián Di Pace presenta su nuevo libro "El Futuro de las Pymes, cómo prepararse para un mundo en el que cambiar será más valioso que crecer"
Por iProfesional
ACTUALIDAD - 03 de Noviembre, 2025

El analista Damián Di Pace presenta su nuevo libro "El Futuro de las Pymes, cómo prepararse para un mundo en el que cambiar será más valioso que crecer", en el que hace hincapié en el futuro que se les presenta a las Pymes, las consideraciones que tiene que realizar un emprendedor para tener éxito y cómo es la competencia en el mercado hoy con la tecnología existente, entre muchos otros temas.

-¿Cómo puede reconvertirse las Pymes en un mundo de adaptación tecnológica y cambios tan disruptivos y a cada vez mayor velocidad?

-Las Pymes sostienen el 70% del empleo mundial, mientras los gigantes sueñan con monopolios. Las pequeñas empresas son como camaleones en un mundo de dinosaurios: ágiles, adaptables y listos para abordar nichos que los grandes ni ven. Imaginemos con un clic colaborado por Inteligencia Artificial pueden pasan de vender local a conquistar mercados globales, sumando un 30% de productividad extra. Claro que no es todo un mundo de rosas y hay baches: solo el 20% tiene plan digital y tecnológico, pero eso es solo excusa para no saltar al tren de la economía del dato. Por eso en mi trabajo cito casos y ejemplos de las que ya se están reconvirtiendo y como lo están haciendo. El siglo XXI espera a las Pymes y no lo pueden dejar pasar bailando el tango de la inercia.

-¿Por qué en su nuevo libro plantea que las Pymes antes de crecer se deben plantear cambiar?

-En economía, el crecimiento sin transformación no deja las bases sólidas de la sostenibilidad en el tiempo. Hoy, las Pymes no pueden soñar con escalar facturación si no se reinventan primero. Requieren adaptarse a demandas que cambian más rápido, abrazar la inteligencia artificial y reorganizar los equipos de trabajo para que no parezca un rompecabezas desarmado. Los que hacen estos cambios crecen 2,5 veces más que los que no lo hacen. Los que viven su empresa con melancolía de lo que no va a ser en el futuro tienen que pensar que se quedarán cada vez con una empresa más pequeña y con menor participación en el mercado.

-¿Cuál es el motor de un emprendedor? ¿Qué lo lleva a querer formar una empresa?

-En mi experiencia asesorando a emprendedores, observo que las motivaciones iniciales suelen ser predominantemente extrínsecas: el deseo de ingresos y ascenso económico actúa como primer motor para lanzar un negocio, impulsando decisiones orientadas al corto plazo y la supervivencia inmediata. Sin embargo, a medida que el emprendimiento madura, la dinámica evoluciona hacia motivaciones intrínsecas, donde la satisfacción derivada del crecimiento personal, la autonomía y el impacto duradero del negocio genera una mayor lealtad y rendimiento sostenido. Argentina en esta segunda instancia está frustrada por qué muchos comienzan a tener problemas con los ciclos de volatilidad macroeconómicos argentinos, sin deseos de emplear por los problemas y riesgo que representa y sin incrementar sus niveles de inversión porque prefieren conservar el capital antes que poner en riesgo el capital acumulado.

¿Qué consideraciones debería tener un emprendedor para tener más éxito en el mercado, pensando en cómo va a cambiar la competencia y la demanda en los próximos años?

Hoy emprender no es solo tener una buena idea, es entender dónde va a estar la demanda mañana. El mercado se está moviendo hacia modelos más ágiles, más personalizados y más sustentables — eso vale tanto para bienes como para servicios. El primer consejo práctico es anticiparse al cliente. No alcanza con reaccionar: hay que leer las tendencias, entender qué problema nuevo va a tener la gente y cómo vos podés resolverlo antes que los demás. Segundo, diferenciarte en valor, no solo en precio. La competencia va a seguir creciendo, y ganar por precio es una carrera hacia el fondo. En cambio, si ofrecés una experiencia más eficiente, más simple o más cercana, ahí tenés margen y fidelidad. Tercero: armate para adaptarte rápido. Los que mejor van a sobrevivir son los que puedan ajustar su propuesta sin miedo: cambiar canales, digitalizar procesos, o incluso modificar el producto si el contexto lo pide. Y cuarto: pensá en red, no solo en vos. Aliarte con otros, compartir logística, datos o comunidad te da escala sin necesidad de inversión gigante. El emprendedor del futuro es el que combina intuición con estrategia. Escucha al mercado, pero también lo interpreta. Y el que entiende eso, no solo sobrevive… crece.

¿Qué problemas va a tener que sortear una Pyme para competir en un mercado donde algunas incorporan tecnología, inteligencia artificial y análisis de datos… y otras no?

La brecha tecnológica se va a convertir en una brecha de competitividad.

Las Pymes que no empiecen a incorporar tecnología o inteligencia artificial van a enfrentar tres desafíos grandes. Las empresas que usan IA o automatización ya están reduciendo costos, mejorando procesos y tomando decisiones más rápido. Si vos seguís haciendo todo ‘a mano’, tu estructura se vuelve más cara y más lenta, y eso te deja fuera de juego en precio y en tiempos. En segundo término, el conocimiento del cliente. Con el análisis de datos, las empresas saben qué quiere la gente, cuándo lo quiere y hasta cómo comunicarlo. Las que no usan esa información van a estar tomando decisiones a ciegas, y eso, en un mercado tan dinámico, es peligroso. Para mí una parte clave también es el talento. Los equipos jóvenes buscan trabajar en empresas que usen tecnología, que innoven. Si una Pyme se queda en lo analógico, no solo pierde mercado: también le cuesta atraer y retener a su gente. El futuro no es solo para los grandes. Es para los que aprenden más rápido. Y ahí las Pymes tienen una ventaja enorme: su flexibilidad.

Damián Di Pace presenta su nuevo libro "El Futuro de las Pymes"

¿Qué podemos decir a quienes piensan que, en el futuro, las grandes empresas tecnológicas van a capturar todo el mercado y que las Pymes, sin tanta capacidad de inversión, podrían quedar afuera y perder peso tanto económico como en empleo?

Mirá, es cierto que las grandes tecnológicas tienen una ventaja en escala y en recursos. Pero eso no significa que las Pymes estén condenadas a desaparecer. Lo que cambia es el rol que van a jugar en la economía. Las grandes empresas capturan volumen, sí, pero las Pymes ganan por cercanía, flexibilidad y especialización. Mientras las grandes corren por cantidad, las Pymes pueden enfocarse en nichos, personalización y servicio — cosas que las corporaciones no pueden hacer con la misma agilidad. Además, la tecnología, lejos de excluir, también democratiza oportunidades. Hoy una Pyme puede usar herramientas de inteligencia artificial, marketing digital o gestión online sin gastar fortunas. Lo que antes requería una gran inversión, ahora está al alcance de cualquiera con estrategia y capacitación. El verdadero desafío no es competir contra las grandes, sino aprender a integrarse al nuevo ecosistema: colaborar, asociarse, ser proveedor, desarrollar soluciones complementarias. Y sobre el empleo, las Pymes siguen siendo —y van a seguir siendo— el corazón de la generación de trabajo en Argentina. Lo que va a cambiar es el tipo de empleo: más digital, más flexible, más orientado al conocimiento.

¿Cómo puede arrancar una Pyme que siempre vivió en el mundo analógico, y que le fue bien, para adaptarse sin frustrarse al proceso de digitalización, manejo de datos e incorporación de inteligencia artificial para la producción y comercialización del futuro?

Lo primero que hay que entender es que digitalizarse no es volverse Silicon Valley de un día para el otro. Es un proceso, no una revolución. Y las Pymes que fueron exitosas en el mundo analógico ya tienen algo que la tecnología no reemplaza: experiencia, clientes y saber hacer. La clave está en usar la tecnología para potenciar eso, no para cambiarlo todo de golpe. 

El primer paso es empezar chico y con propósito. Elegí un área donde la tecnología te aliviane la carga: por ejemplo, automatizar facturación, usar un CRM para ordenar tus clientes, o una app para controlar stock. Que el cambio te resuelva un problema concreto. En segundo lugar, capacitate y capacitá a tu equipo. Hay herramientas gratuitas, cursos cortos, incluso inteligencia artificial, lista para usar sin saber programar. No se trata de ser experto, sino de entender cómo aprovecharla. Paso importante es no te frustres si al principio parece lento. Todos pasamos por esa curva de aprendizaje. Lo importante es mantener la mentalidad abierta y no tener miedo de probar. No se trata de dejar de ser una Pyme tradicional, sino de convertirte en una Pyme más inteligente. Y eso empieza con una decisión simple: dar el primer paso, aunque sea pequeño, pero con dirección clara.

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