El jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos dio a conocer las cifras de salarios promedio en Argentina para noviembre de 2019. 

El índice oficial de salarios subió 2,4% en noviembre último y quedó muy detrás de la inflación de ese mes, que fue del 4,3%, aseguró el organismo. 

Asimismo, la Administración nacional de Seguridad Social (ANSES) también brindó las cifras de análisis de salarios en base a los trabajadores registrados en el sistema formal. 

Aseguran que el salario promedio fue en diciembre último de $53.308 brutos, y que aumentó 46,9% en el año. La media para 2019 fue de 43,1%, en valores nominales, mientras que el poder de compra, deducido el efecto de la aceleración de la inflación, se contrajo 4,5% y 6,8%, respectivamente, indicó Infobae. Solo las empresas con entre 1.501 a 2.500 trabajadores registrados tuvieron en diciembre ingresos medios superiores en términos de poder adquisitivo. Aumentó 3,5%, a un promedio de $78.814 en términos brutos, y unos $65.400 de bolsillo.

La brecha de remuneraciones por ocupado entre el promedio más alto de $78.814 y el menor del segmento de 6 a 10 personas, que fue de $24.909, en comparación con un año antes, se mantuvo en torno de poco más de 2,1 veces.

 

Al realizar el análisis de salarios de acuerdo a la rama de actividad, se detecta que solo tres de 19 rubros en la economía finalizaron el año pasado con ingresos medios de seis dígitos, la explotación de minas y canteras (promedio de $163.795); en el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado ($121.473); y en la intermediación financiera y servicios de seguros (117.007 pesos).

 

La estadística reflejó también una brecha entre los extremos de salario medio por rama de actividad de 5,6 veces. Y más acentuada en términos de variación en términos reales entre los extremos del año.

En ese caso, por un lado, sobresalieron el repunte en 2,5% de los ingresos de los ocupados en la construcción y 1,3% en el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, mientras que por el otro, perdieron más poder adquisitivo los empleados en el servicio de hoteles y restaurantes 8,8%; sistema educativo 8,2%; comercio 8,1%; salud humana y servicios sociales 7,2%; transporte y almacenamiento 7,1%, la industria manufacturera 6%; y suministro de agua y saneamiento público 5,4 por ciento.