El 39% de los empresarios autopartistas de la Argentina expresó que su mayor preocupación es la baja del nivel de actividad, seguido por la presión impositiva que acaparó el 18% de las respuestas, según un relevamiento de la cámara AFAC.

En 2018, el ranking de las preocupaciones sectoriales estaba liderado por la amenaza de las importaciones. Hoy ya supera ese temor. Es que, según datos de ADEFA, en marzo, la producción automotriz se derrumbó un 41% frente al mismo mes de 2018: apenas se fabricaron 29.200 unidades, muy por debajo de las más de 49.600 alcanzadas un año atrás. 

Además, tanto a proveedores de terminales como a autopartistas focalizados en el mercado de reposición miran con atención la presión impositiva.

"Particularmente este tema se vio agravado por el establecimiento de los derechos de exportación y la baja de los reintegros a las exportaciones. Debe destacarse en este punto que adicionalmente la metodología de cálculo de los derechos de exportación (retenciones) excluye a los componentes importados, incentivando menos valor agregado local en las exportaciones del complejo automotor", detalló AFAC.

El tercer lugar de los problemas autopartistas fue ocupado por "la negociación de precios con los clientes que fue vista como un inconveniente en el 14% de las respuestas en 2019".

"Las políticas de algunas terminales automotrices afectan la situación financiera de sus proveedores, ocasionándoles problemas financieros que luego afectan la sustentabilidad económica", dijeron. Respecto de las importaciones, China es visualizada como un problema en el 32% de las respuestas.