El Gobierno redujo en forma sorpresiva, de tres meses a uno, la vigencia de la nueva base imponible de Impuestos Internos para autos y motos de alta gama, según una resolución de la AFIP, lo cual desorientó a las terminales y amaga con complicar aún más las ventas de un sector en declive.

La vigencia del impuesto se inició el 1 de diciembre último y debía regir hasta el 28 de febrero de 2020, pero ahora ese plazo se acortó al 31 de diciembre próximo.

La medida significa que el monto establecido a partir del cual se paga este tributo duraría hasta fin de mes y se desconoce el valor sobre el cual se liquidará este gravamen desde enero próximo, con la consiguiente desorientación e imprevisibilidad entre las empresas.

La medida causó sorpresa en la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) y concesionarios que comercializan esos autos, porque los obliga a recalcular la venta de esas unidades de lujo.

La ley de Impuestos Internos estableció que la base imponible debe ser ajustada trimestralmente tomando en cuenta la inflación del período anterior.

Desde comienzos de diciembre, este aumento estableció que los vehículos de más de más de $1.831.084 de precio mayorista o de alrededor de $2.600.000 de valor al público paguen una alícuota de 20% del precio final.

Ahora, con el sorpresivo cambio de plazos, esta escala dejará de tener efecto a fin de este año.

ADEFA realizó gestiones ante funcionarios de la AFIP, los cuales aseguraron que se trató de un error administrativo que será corregido antes de fin de mes, ya con el gobierno de Alberto Fernández instalado en la Casa Rosada.

La modificación impositiva se produce en medio del cambio de gobierno: los funcionarios que prometieron solucionar el problema dejarán sus cargos el 9 de diciembre y los entrantes deberán atender temas de mayor urgencia como para dar una rápida respuesta, observan con preocupación las terminales.

A la preocupación empresarial se suma el hecho de que en la anterior gestión kirchnerista hubo una política más dura, ya que la carga impositiva era mayor hasta diciembre del 2015 y fue el gobierno de Mauricio Macri el que la fue reduciendo.

En el sector temen que la próxima administración vuelva a aumentar el impuesto a los autos de alta gama y aproveche este escenario de indefinición para avanzar en ese sentido y dar marcha atrás con la política de los últimos años, indicaron fuentes del sector.