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En 2018, el rojo comercial con Brasil se derrumbó más del 50% y prevén fin del déficit para 2019

En diciembre, el saldo entre exportaciones e importaciones dejó un superávit de u$s260 M. El crecimiento esperado en el país vecino mejoró las proyecciones
03/01/2019 - 06:57hs
En 2018, el rojo comercial con Brasil se derrumbó más del 50% y prevén fin del déficit para 2019

El 2018 cerró con una mejora notoria del saldo de la balanza comercial entre la Argentina y su mayor socio comercial.

Según datos oficiales, en el mes de diciembre se alcanzó un superávit en el intercambio comercial de bienes con Brasil del orden de los u$s260 millones. 

Esto fue resultado de un fuerte avance exportador, superior al 29%, y de un nuevo desplome de las importaciones, mayor al 55%.

De esta forma, el año cerró con una significativa reducción del rojo bilateral del orden del 52%, tras haber pasado de un rojo de u$s8.200 millones en 2017 a uno de u$s3.900 millones en 2018.

Según destaca un informe de Ecolatina, en el último trimestre del año, las tendencias “favorables” se acentuaron. Esto obedeció a que la economía brasileña dejó atrás su incertidumbre electoral y mejoró levemente su marcha.

A esto se sumó que, pese a la apreciación nominal del trimestre, el dólar permaneció en una zona competitiva. Por último, producto de las altas tasas de interés, la demanda interna continuó alicaída, provocando una menor demanda de bienes brasileños. 

 

Proyecciones 2019

Desde Center Group plantean que en 2018, la nación vecina culminó con un alza de 1,4%, mientras que para este 2019 se prevé –en función de las medidas anunciadas por Bolsonaro- "un incremento de 2,5 puntos hacia arriba".

En este contexto, los expertos plantean que el potencial que hay por delante es muy superior. Desde el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE), por ejemplo, sostienen que un mayor empuje desde ese mercado abriría un espacio para que las ventas de productos albicelestes regresen a los niveles históricos.

“Volver a los niveles de 2011 implicaría casi duplicar las exportaciones argentinas a Brasil. También significaría casi triplicar las ventas automotrices a ese destino”, precisa Víctor Beker, director del CENE.

Además de vehículos, para la consultora DNI, se abren buenas perspectivas para otros rubros como alimentos, manufacturas plásticas y alimentos.

“Nuestro vecino supo explicar 25% del total de exportaciones argentinas y llegó a comprarnos productos por u$s17.000 millones en 2011. Por lo que se puede esperar una recuperación de la intensidad del vínculo comercial”, ratifica un informe. 

De la mano de esta dinámica, desde Ecolatina postulan que, como consecuencia de un mercado brasileño más demandante y de una economía doméstica fría –que no impulsará importaciones- el déficit tenderá a achicarse aun más en 2019. 

"Producto de un Brasil en crecimiento, un real que se mantendría estable en términos nominales y una economía argentina que permanecerá anémica, con un dólar no apreciado, las mejoras se sostendrían. En este marco, proyectamos que este año cerraría con un déficit en el intercambio bilateral cercano al equilibrio, siendo de esta forma el más bajo desde 2014", señalan desde la consultora. 

Cumbre clave 

Mauricio Macri siguió la asunción de Bolsonaro desde la ciudad neuquina de Villa La Angostura, en tanto que el Gobierno estuvo representado en la ceremonia que se desarrolló en la capital brasileña por el canciller Jorge Faurie.

Sin embargo, ambos jefes de Estado se encontrarán el 16 de enero en Brasilia para iniciar una agenda de trabajo conjunta. 

Un punto que genera preocupación entre el empresariado local es que Bolsonaro anticipó en varias oportunidades que irá por “menos Mercosur y más acuerdos bilaterales”.

“Necesitamos liberarnos de las amarras del y avanzar hacia el bilateralismo. Brasil tiene autonomía para hacer comercio con todo el mundo”, agregó durante la campaña.

Frente a esta postura, se dijo que había una coincidencia con la visión de Macri, quien también habló de la necesidad de un bloque más flexible. Sin embargo, para el analista Gustavo Segré estas no son buenas noticias para las empresas locales.

Bolsonaro va a proponer una apertura del Mercosur para que los socios puedan firmar acuerdos de manera independiente. Y, si no lo consigue, directamente va a proponer convertirlo en una zona de libre comercio. Y esto no es positivo para la Argentina”, advierte.

¿Por qué? Básicamente porque –si esto finalmente ocurre- “pasarán a tener que pelear por ingresar al mercado brasileño, sin la protección que hoy les brinda el Arancel Externo Común y que encarece a los productos que llegan de países extrabloque”.

El otro punto que deberá comenzar a negociarse es el futuro del acuerdo automotor: Brasil pretende que, hacia 2020, cuando caiga el pacto sectorial y se ponga fin al sistema de cupos, se implemente un régimen de libre comercio.

"La industria automotriz brasileña es entre cuatro y cinco veces más grande que la nacional. Si entra en vigencia el libre comercio, entonces corremos el riesgo de perder inversiones y que el desbalance sea mucho mayor", advierten desde la asociación de fabricantes de autopartes (AFAC).

Así, los expertos dividen los efectos del "nuevo Brasil" en dos etapas: en el corto plazo, el impacto será netamente positivo, de la mano del impulso de la demanda de productos nacionales por la reactivación de la economía vecina. Sin embargo, en el mediano plazo, habrá que sentarse a negociar por el acuerdo automotor y el futuro del bloque. 

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