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El súper dólar no alcanza: pese a devaluación, casi no hay nuevas empresas con negocios en Brasil

Según datos a los que accedió iProfesional, el salto del billete no alentó a nuevas empresas a hacer negocios con el principal socio comercial. Las razones
03/05/2019 - 11:00hs
El súper dólar no alcanza: pese a devaluación, casi no hay nuevas empresas con negocios en Brasil

En épocas de tensión cambiaria, la llegada de dólares genuinos es uno de los aspectos que más desvela al equipo económico de Cambiemos.

La entrada de billetes verdes, producto de la gran cosecha que tuvo el campo, es uno de los pilares en los que se apoya el Gobierno para transitar el duro camino hasta las elecciones. 

Pero está comprobado que nada es suficiente: pese a que viene en ascenso el ritmo de liquidación por parte de las cerealeras, la tensión que en cada jornada se vive en la City demuestra que cada dólar cuenta. Y que la cifra que daba tranquilidad hace apenas un mes hoy no es un número que aquiete las aguas en este agitado mercado.

Por eso es que el comercio exterior en su conjunto es vital para el Gobierno. Sin todavía las grandes urgencias que supo padecer el kirchnerismo –que sin el apoyo del FMI llegó a cerrar la "tranquerta" para frenar importaciones y no seguir entregando divisas-, el macrismo mira detenidamente la entrada y la salida de billetes verdes.

Y el resultado, por ahora le da un poco de tranquilidad: por primera vez para un trimestre en ocho años, la Argentina volvió a alcanzar los superávit gemelos. Uno de ellos, justamente, vinculado con el intercambio comercial con el mundo.

En este contexto sin embargo, un dato que se conoció este jueves llevó preocupación al Gobierno: las exportaciones a Brasil, principal socio comercial para las empresas locales, están cayendo, producto de una desaceleración de su economía que sorprendió a algunos expertos y que no figuraba en las proyecciones que habían trazado las consultoras a comienzos de año.

Esto generó que se hayan recortado a la baja las proyecciones de superávit con este país, lo que terminaría, a su vez, deteriorando el saldo de la balanza comercial global previsto para este 2019.

Pero no es la única variable que debe preocupar en las esferas oficiales: hay otro dato que no deja de causar sorpresa y está vinculado con el bajo impacto que está teniendo el tipo de cambio a nivel comercial.

Por un lado, el "súper dólar" no solo no propició un boom de exportaciones hacia el mercado brasileño. Según revela un informe de Claves Información Competitiva al que accedió iProfesional, el salto del billete verde –cuyo precio subió más de un 100% el último año- prácticamente no sirvió para generar que nuevas empresas hagan negocios con Brasil.

En efecto:  

-Según un reporte de esta consultora, en el primer trimestre de este año se registraron unas 1.735 compañías que despacharon sus productos al mercado vecino.

-¿Cuántas compañías habían hecho lo mismo entre enero y marzo de 2018? Unas 1.682.

-Esto implica que, en el término de un año se sumaron apenas 53 nuevos exportadores, una cifra marginal y que representa una variación de apenas 3% a lo largo de un año, en un contexto en el que el valor de la divisa estadounidense se disparó.

Y si el análisis se realiza tomando en consideración un año calendario completo, los resultados son más preocupantes: en 2018 se registraron 2.684 compañías que despacharon sus productos hacia Brasil, tan solo 75 más que en 2017, lo que implica un incremento de apenas 2,8%.

Esto, claramente muestra que no está prosperando el plan oficial de generar una sólida red de nuevos exportadores, un objetivo que se trazó la Secretaría de Emprendedores y Pymes.

Según datos de esa cartera, en 2012 había 15.000 empresas con presencia internacional, una cifra que, pérdida de competitividad y de mercados mediante, se desplomó hasta las 9.000 en 2017.

El Gobierno –a través del lanzamiento de la herramienta Exporta Simple- se propuso sumar unas 7.000 nuevas compañías con negocios en el exterior hacia el arranque del 2020.

Sin embargo, la pobre performance que muestran los envíos a Brasil –un mercado con el que históricamente hay fuertes lazos comerciales y que es de los más próximos en términos logísticos- demuestran que se estaría lejos de alcanzar esa meta.

Desde Claves, si bien indicaron que es positivo el hecho de que el primer cuatrimestre haya cerrado con superávit comercial, señalaron que "las ventas al munod históricamente se muestran muy inelásticas al tipo de cambio".

"Las importaciones caen primero cuando el dólar sube. Pero, como contrapartida, esto no se produce en un salto automático de los despachos al exterior, porque es mucho más fácil dejar de comprar que salir a vender", agregaron.

El consultor Marcelo Elizondo, ex director de Fundación ExportAr opinó en la misma línea y fue contundente al respecto: "Nunca una devaluación por sí sola ayudó a una mejora de las exportaciones, cuando el entorno en el que se desarrollan las empresas no acompaña".

"El tipo de cambio competitivo no garantiza que haya más empresas haciendo negocios", agregó, para luego recordar que "entre el año 2000 y el 2008, cuando las firmas tuvieron todo el beneficio de la devaluación tras la salida de la convertibilidad, nos encontramos con que fuimos el país con menor crecimiento porcentual de las ventas al mundo en toda la región. Básicamente, porque el entorno económico, jurídico y tributario no acompañaba".

Por eso, para Elizondo, el hecho de que el dólar haya escalado desde los $20 hasta cerca de $46 el último año, no es algo que por sí solo vaya a motorizar al "Made in Argentina". 

"La volatilidad cambiaria es enemiga de cualquier cálculo económico. A esto se suma la altísima inflación de productos y servicios domésticos, así como la suba de costos dolarizados, principalmente vía insumos. A este cuadro hay que agregarle la altísima tasa de interés que dificulta el financiamiento y un escenario político y económico que no alienta el largo plazo. Todo este conjunto de variables va en contra de la planificación. Por eso es entendible que no surjan más empresas exportadoras", acota.

En abril se conoció el último dato del Índice de Costo Argentino de la Producción (ICAP), que en enero mostró una baja del 11% en términos reales, en comparación con igual período de un año antes, con un dólar que subió casi un 100% en ese período.

Sin embargo, según indicaron desde la UADE, responsable de este relevamiento, el aumento de la prima de riesgo y del costo financiero verificado a partir de ese entonces, sumado a los incrementos tarifarios y salariales, "hacen prever una tendencia ascendente de ahora en más del ICAP".

Fuerte concentración

A la hora de explicar la falta de dinamismo en la generación de nuevas empresas, el analista Gustavo Segré, socio de la consultora Center Group, desde San Pablo hizo hincapié en un fenómeno que, hasta ahora, ningún gobierno argentino pudo modificar: la altísima concentración del comercio exterior en muy pocas manos.

"Es muy simple: apenas 28 empresas de todas las que venden a Brasil explican el 70% del total exportado. Es decir que solo el 1% de las compañías es responsable de generar 7 de cada 10 dólares", apunta el experto.

¿Qué sucede con el resto? El 99% de las compañías son Pymes y explican solo 30% de los despachos al país vecino.

"Este grupo es el que debería estar aportando nuevas empresas exportadoras, porque las grandes lógicamente ya están presentes en ese mercado desde hace décadas. El problema es que las Pymes tienen serios problemas de competitividad, comenzando por los altos costos en dólares y la elevada tasa de interés, casi prohibitiva. Por eso, el hecho de que el dólar haya más que duplicado su valor en un año no es una variable suficiente para que estemos ante un aluvión de nuevos negocios", es el diagnóstico que trazó Segré.

Al analizar el ranking de los principales exportadores al país vecino se observa que los cinco primeros puestos –y que tienen un share del 33%- están explicados por grandes empresas de la talla de Toyota, YPF, Volkswagen, Shell y Bunge.

 

Alerta: Brasil se desacelera

Hay otro dato clave: Brasil está comprando menos productos argentinos, en parte porque las proyecciones para ese mercado están siendo peores de lo que se preveía.

Un informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) señala que la economía brasileña finalizó el 2018 con una expansión del PBI de 1,1% interanual por segundo año consecutivo, luego de la fuerte recesión que azotó al país durante 2015 y 2016. 

"Sin embargo, el Banco Central de ese país redujo recientemente las perspectivas de crecimiento al 2% para 2019 desde el 2,4% previo, como consecuencia de un menor dinamismo de la en el último trimestre del año pasado, problemas internos y una ralentización de la recuperación", acotaron.

En este contexto, las ventas nacionales hacia ese mercado registraron una preocupante caída del 6,6%, provocando que en abril prácticamente no se haya registrado superávit comercial: tan solo fue de u$s4 millones, cuando en marzo había sido de u$s184 millones.

Sin embargo, no todo es achacable a la performance de la economía brasileña: desde Ecolatina señalaron que el retroceso de las exportaciones también se explicó  por una caída de los envíos de vehículos de pasajeros y autopartes.

Según Ecolatina, "son industrias cuya rentabilidad se vio afectada por la imposición de derechos de exportación adicionales en septiembre pasado, una medida que dejó ver sus efectos sobre las colocaciones en el exterior durante los últimos meses".

De cara al resto del año, desde Ecolatina proyectan un superávit de la balanza comercial de bienes con Brasil de apenas u$s900 millones, como consecuencia de una dinámica importadora contractiva que mostraría una lenta desaceleración, "sumado a exportaciones que, a pesar de experimentar un comportamiento algo más errático y sufrir por la reducción de las expectativas de crecimiento pronosticadas para el gigante de Sudamérica, cerrarían el año con un avance consolidado". 

Pese a que la cifra es más baja que la prevista inicialmente, hay un dato que es clave: sería el primer superávit en el intercambio bilateral de bienes desde 2003, aunque más no sea por un retroceso importador, concluyeron desde la consultora.