Prevén nuevos enfrentamientos por asimetrías en el Mercosur
Uruguay mantendrá una posición "fuerte" en la reunión del Consejo Mercado Común del Mercosur convocada en Asunción, de cara a la postura que adopte Argentina sobre la iniciativa brasileña de favorecer a los socios menores del bloque con ventajas arancelarias.
La decisión del gobierno brasileño de suspender los aranceles sobre importaciones de países de fuera del Mercosur que ingresan en ese país desde Paraguay o Uruguay había generado cortocircuitos entre el gobierno nacional y el socio mayor del bloque.
En el marco de la reducción de las asimetrías existentes con las economía más pequeñas del Mercosur, la medida anunciada por el canciller brasileño, Celso Amorim, causó un profundo desagrado en el Gobierno, malestar que fue planteado en Río de Janeiro, a mediados de enero pasado.
Sin embargo, Uruguay se mostraría dispuesto a defender las potenciales ventajas competitivas que le generaría un sistema arancelario mucho más flexible que el que impera hoy en día para los socios del bloque.
En este sentido, una alta fuente del Ministerio de Economía dijo al diario El Observador que Uruguay planteará una posición firme en la búsqueda de alternativas que permitan reducir los desequilibrios en materia comercial al interior del Mercosur, y que espera que el encuentro sea "durísimo", sobre todo por la posición que pueda adoptar el gobierno argentino.
La cita regional servirá también para laudar sobre este punto, teniendo en cuenta que la resolución que se adopte en este ámbito será definitiva para los intereses de los socios, agregó la fuente.
La contrapropuesta uruguaya pretende "acompasar" la eliminación del doble cobro del AEC para los socios menores, con una aceleración de la solución del problema de forma global para todos los miembros del bloque.
Según informó El Observador, la idea apunta a que no quede solo de un planteo "unilateral" de Brasil para con Uruguay y Paraguay, y que la aplicación inicial entre estos países se aceptada por Argentina y contribuya a acelerar la búsqueda de soluciones globales en términos arancelarios para todo el bloque.
De esta forma, se lograría avanzar en la concreción de un sistema aduanero integrado.
También la posición argentina se mostró más receptiva ante la iniciativa de introducir mayor flexibilidad en las normas de origen de los productos elaborados por los socios menores.
De esta forma, la producción de Uruguay y Paraguay podrá incorporar mayores porcentajes de componentes importados de extra zona sin perder la denominación de origen al comercializarse dentro del mercado norteño. Otro paso se dio asimismo en la aspiración de conseguir una codificación unificada para la producción del bloque.
A causa de la doble cobranza del Arancel Externo Común (AEC), un producto que ingresa en el bloque vuelve a pagar un impuesto a la importación cuando entra en otro país socio de esta unión aduanera imperfecta.
Inicio
Este proyecto había surgido a principios de enero, cuando el canciller brasileño Celso Amorim señaló que la medida buscaba acabar con la llamada doble tributación sobre importaciones que pasan por dos países del Mercosur y favorecer a Paraguay y Uruguay. "Esa medida está resuelta políticamente, lo que estudiamos es cómo aplicarla en el Mercosur", afirmó el titular de Itamaraty, quien advirtió en ese momento que Brasil la iba a anticipar unilateralmente.
Automáticamente, el subsecretario de Integración, Eduardo Sigal, señaló que "Brasil no puede aplicar la medida en forma unilateral porque eso afectaría el núcleo duro del Mercosur".
"Le plantearemos a Brasil que no estamos de acuerdo con la flexibilización de las reglas de origen en el bloque. Creemos que esta iniciativa podría derivar en la promoción de armadurías de productos en los países beneficiados", juzgó Sigal en aquel momento.