Australia busca alianzas locales para potenciar biocombustibles
La imagen de país remoto, inaccesible y con una oferta exportadora muy similar a la Argentina, basada en commodities y en algunas industrias como la cárnica, vitivinícola y minera, hicieron que Australia fuera analizado como un mercado competidor más que complementario.
Sin embargo, y si bien esta imagen fue experimentando cambios durante los últimos años, la reciente inauguración del reactor OPAL por parte del INVAP en territorio australiano augura un punto de inflexión en la relación bilateral.
Y los cambios en las concepciones se dieron en ambos sentidos. Según Santiago Rubio, gerente comercial de Austrade, la agencia oficial de promoción de exportaciones de ese país, "cuando vieron el reactor, simplemente vieron otra imagen de la Argentina. Los empresarios australianos se habían quedado con la idea de que los bancos no le prestaba a la gente, que la gente no confiaba en los bancos, porque las malas noticias son las que corren en el mundo, no las buenas".
Sin embargo, "a partir de este evento, se abrió una puerta para que ambos países se conozcan más, se relacionen más y, por supuesto hagan más y mejores negocios".
La tarea de Austrade, que tiene su sede en la embajada que el país posee en la Argentina, no es nueva. "Nosotros comenzamos a trabajar en el 2001, vivimos la crisis total, cuando era prácticamente imposible encontrar una empresa interesada en venir. Nadie preguntaba, nadie quería hacer negocios, por eso llevamos una importante tarea de concientización para que vuelvan a mirar hacia la Argentina", explicó el directivo.
En este contexto, del 15 al 16 de mayo, Buenos Aires recibirá por quinta vez consecutiva al Australia Festival 2007, un evento de promoción comercial de carácter oficial que tiene como objetivo aumentar el perfil de las empresas de ese país y generar oportunidades de negocios bilaterales.
La hora del bio
Si bien se hace mucho hincapié en el área de los servicios, en esta oportunidad, uno de los principales objetivos del gobierno australiano estará en potenciar las sinergias para fomentar un mayor nivel de integración en el terreno de los biocombustibles.
En este sentido, se espera que lleguen catorce empresas entre las que se destacará Plantech, la principal compañía australiana de biocombustibles –junto con Nufarm- que viene a cerrar acuerdos de asociatividad y negociar su know how para fomentar una variedad de cultivos que aún no cuenta con suficiente difusión en el país.
Según el directivo, Australia y la Argentina comenzaron a explorar el uso de biocombustibles prácticamente al mismo tiempo.
Sin embargo, "toda la inversión y desarrollo en tecnologías aplicadas al agro, los australianos la basan en semillas resistentes a la falta de agua para incrementar el área sembrada. Así, a través de la biogenética vegetal se especializaron en el desarrollo de una variedad de canola muy resistente a los climas áridos que acá se puede utilizar en lugares en los que llueve hasta 500 milímetros por año y donde es imposible introducir cultivos como la soja para rotar".
Esta variedad que fomenta la empresa australiana podría adaptarse a provincias como La Pampa, San Luis y algunas zonas de Córdoba y sur de Buenos Aires.
"Lo que vieron los australianos es que en estas zonas se cultiva trigo con rendimientos aceptables, pero no tienen con qué rotarlo porque la tecnología vegetal no logró adaptar la soja a este tipo de suelos, allí es donde la canola se vuelve una buena oportunidad de inversión", agregó Rubio.
A este beneficio de mayor resistencia se suma que la harina protéica derivada es de muy buena calidad y se puede extraer hasta un 50% de aceite, permitiendo incluso el doble de cultivo anual.
Según Rubio, esta experiencia comenzó tímidamente dos años atrás, pero los resultados concretos se verán recién a partir de este festival.
"Las variedades ya fueron testeadas y registradas y mostraron que funcionan mediante pruebas con muy buenos rendimientos, por lo cual esperamos que se estén firmando los primeros contratos en los próximos meses y que comiencen a importarse más variedades", explicó el directivo a infobaeprofesional.com.
Intercambio
A la hora de evaluar el intercambio comercial, desde Austrade destacaron que, tras seis años de contar con una balanza comercial negativa para Australia, "hoy podemos decir que el interés de las empresas argentinas en hacer negocios es cada vez más alto, lo que se refleja en el incremento de las exportaciones hacia la Argentina en más del 62%".
De este modo, el año pasado las importaciones desde Australia totalizaron u$s150 millones, por encima de los u$s139 millones en exportaciones hacia ese destino, lo que generó un déficit para el país de u$s11 millones.
Entre los principales productos que se le compran a Australia figuran: carbón mineral, máquinas para procesar alimentos, vegetales y productos farmacéuticos. Como contrapartida, entre los principales bienes argentinos enviados a este país se encuentran: cuero, aceites y grasas vegetales, pescado, automotrores y generadores eléctricos.
"Luego de la devaluación, las importaciones desde Australia habían caído a la mitad, era un número insignificante, prácticamente no había negocio. En ese contexto empezamos a viajar, llevando empresas argentinas, haciendo misiones de ganadería o agricultura, un trabajo de concientización para volver a ganar la confianza que muestra resultados", sostuvo Rubio.
"Hoy Australia y Argentina son mercados posibles, están más cerca. De hecho, todos los días recibimos mails de clientes que nos piden información para ingresar a este país, algo que hace unos pocos años era imposible imaginar", concluyó.
Juan Diego Wasilevsky
juandiego@infobae.com
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