Preocupación por restricciones que sufre el maíz argentino
Con la participación de representantes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaría (Senasa) y de la Asociación Maíz Argentino (Maizar) se realizó en esta capital un seminario sobre la exportación y las restricciones comerciales que ese grano tiene en los mercados del mundo.
El panel de expositores estuvo integrado, entre otros, por Juan Gear, presidente de Maizar y Ana María Di Giulio, del Senasa, quienes pusieron el acento en los problemas que el comercio de maíz tiene con las restricciones a la presencia de pesticidas en grano y los niveles de toxinas. El encuentro, realizado ayer en el Hotel Four Seasons de Buenos Aires, reunió a varios centenares de actores vinculados a la cadena del maíz, quienes expresaron su preocupación por los aspectos a la comercialización del grano.
"Ante decisiones comunitarias, la Unión Europea asumió una política de protección a nivel de importaciones de materias primas o alimentos", explicó Di Giulio, a la vez que indicó que a partir de ese momento "se generaron algunos límites para micotoxinas que afectaron a nuestro país" en su producción de maíz.
"El problema mayor -dijo- tiene que ver con el residuo de pesticidas y en muchos casos se trata de productos de uso corriente en el almacenamiento local. Es el caso de fenitrotion y diclorvos que al día de hoy no tendrían que excederse de 0,01 ppm", señaló la representante del Senasa.
"La comunidad -agregó- tiene un sistema de alerta rápido que les permite que todas las partidas comerciales que llegan a cualquiera de los puertos fronterizos sean muestreadas en forma aleatoria con todas las disposiciones de la UE".
"Si varias de las empresas son detectadas, esto afecta al país. Entonces los controles pasan a ser permanentes y hasta que el país pueda dar garantías de haber resuelto el problema, la mercadería no puede entrar a destino", explicó.
Otro de los oradores del panel fue el embajador Néstor Stancanelli, director nacional de Negociaciones Económicas Internacionales de Cancillería, que encaró el tema argumentando que la producción mundial de maíz "ronda para esta campaña los 680 millones de toneladas, mientras que el consumo previsto es de 717 millones de toneladas".
"Van a bajar los stocks y esto se debe especialmente a la fuerte demanda para la producción de etanol, el crecimiento de la actividad pollera y la caída del trigo forrajero", dijo Stancanelli.
El funcionario aseguró que "las perspectivas para el maíz son muy buenas y Argentina este año puede aumentar algo la exportación debido al crecimiento de la producción, de casi 22 millones de toneladas".
"Los problemas en general tienen que ver con la protección o subvención y los subsidios", indicó el representante de la Cancilleria, a la vez que detalló que en Estados Unidos, "los subsidios representan el 36 por ciento del valor de la producción y en la UE el 85 por ciento", según informó Télam