El real caro impulsa las ventas de autos argentinos a Brasil
La moneda brasileña alcanzó ayer su mejor marca en seis años frente al dólar estadounidense, al subir 1,3 por ciento y quebrar el piso de dos reales por cada unidad de la divisa estadounidense.
El dólar cotizó a 1,9815 reales, con lo que ya suma un retroceso del 7,7 por ciento en lo que va del año y del 48,8 por ciento desde el 2003 a la fecha.
A pesar de que la constante mejora del real siembra luces de alarma dentro del sector exportador, en especial en el sector industrial, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ratificó hoy la continuidad de la política de tipo de cambio, al sostener que seguirá "siendo fluctuante y no habrá milagros".
Lula, al ser consultado por la prensa sobre el reclamo de los exportadores por la pérdida de competitividad, se limitó a señalar que lo que Brasil necesita son "medidas tributarias" que permitan a las empresas locales competir con productos provenientes de otros países.
"El real está valorizado, pero el dólar se está desvalorizando ante la mayoría de las monedas del mundo", acotó el presidente brasileño.
Los exportadores brasileños se han quejado que la fortaleza de la moneda afecta a sus ventas. Los fabricantes de ropa y calzado comentan que sus ventan domésticas han bajado debido a que las cadenas minoristas adquieren cada vez más productos importados de China.
"Esto ciertamente complica la vida del sector exportador. Brasil exporta la mayor parte de su soja", afirmó Steve Cachia, analista de la correduría de granos Cerealpar, en Curitiba.
"Cuando baja el dólar, también bajan las ganancias de las ventas en el extranjero, pero una buena parte de los costos y deudas de los productores siguen estando en reales", agregó.
Impulso
Como contrapartida, la situación es positiva y alentadora para la economía argentina.
La relación comercial entre Argentina y Brasil ha manifestado cambios significativos, sobre todo desde el año pasado, en un contexto de crecimiento del comercio bilateral. Tras haberse alcanzado niveles de u$s3.600 millones de déficit en 2005 y 2006 para Argentina, el saldo comercial registrado durante los últimos meses con el país vecino muestra signos de mejoría.
De hecho, se estima que en 2007 el déficit con Brasil alcanzará los -u$s2.800 millones, lo que implica una reducción del 23% respecto de 2006 que marcará un acontecimiento no menor en la historia del intercambio bilateral.
Así, de la mano del tipo de cambio, se espera que este año las exportaciones superen los u$s10.000 millones, marcando un récord en los niveles de ventas a Brasil, con un crecimiento superior al 30%.
Consultado sobre este punto, Maximiliano Scarlan, responsable del departamento de Comercio Exterior de la consultora, aseguró que los principales beneficiados con este real caro "serán las exportaciones de bienes con alto valor agregado".
"Sin lugar a dudas, entre los sectores que más pueden aumentar sus envíos está el automotriz", sostuvo el especialista.
Así, se espera que el sector terminal exporte a lo largo del año unas 140 mil unidades, un 25% más que los niveles del año anterior.
Como contrapartida, las importaciones crecerían apenas 5% y terminarían 2007 con 245 mil unidades.
Esto provocará que la relación importación/exportación sea cada vez más favorable a la Argentina: con la devaluación y el consecuente desplome de las compras externas la relación llegó a ser de 0,3; en 2004, el peor momento para la industria automotriz, la relación fue de casi 5 a 1: se enviaron poco más de 38 mil autos y se compraron 187 mil.
En este contexto, para este año, es probable que la relación sea de 1,8 a 1, consolidando la fuerte tendencia al equilibrio desde hace tres años.

El factor de la exclusividad
Si bien aclaró que el aumento de las exportaciones hacia el mercado brasileño responde a una serie de factores, como una mayor competitividad argentina y una mejora de la situación económica general en Brasil, que impulsa el consumo, explicó que el tipo de cambio juega un rol importante en este escenario.
Sucede que, al perforar la barrera de los dos dólares, el consumidor brasileño podrá acceder a una más variada gama de modelos, donde la Argentina puede ganar terreno, porque si bien compite en muchos sentidos, es una industria que, con los cambios operados en los últimos años, puede convertirse en complementaria de la industria brasileña.
La Argentina está en una mejor posición que años atrás y esto, según la consultora Abeceb, se debe a que "las inversiones en mejora de plantas y asignación de modelos consolidan una nueva relación entre exportaciones y producción en un nivel superior a la segunda mitad de la década del noventa".
Entre las razones concretas que motorizarán la demanda brasileña está que la Argentina tiene una mayor participación regional con modelos de fabricación exclusiva. En 1998, el 65% de los modelos que salían de las terminales argentinas era exclusivo y hoy en día la proporción es del 83%.

"Con modelos renovados y nuevas estrategias de firmas se expanden las exportaciones de vehículos, incluso permite un aumento del valor agregado industrial", sostienen desde Abeceb.
Sucede que, luego de tocar el piso de 8.300 dólares promedio por unidad, hoy la Argentina, a partir de la fabricación de modelos como el Citroen C4, el Suran de Volskwagen y la Toyota Hilux, generó que el promedio supere los 12.700 dólares. Es decir que hoy, el valor de los automóviles fabricados es más de un 50% superior. Y esto, es un factor de peso en la relación con Brasil.
Juan Diego Wasilevsky
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