Logí­stica: la clave es bajar costos sin caer en un quiebre de stocks

Martí­n Sánchez Zinny, Presidente de la Fundación Profesional para el Transporte, asegura que los profesionales deben dejar de lado la visión de corto plazo
Por iProfesional
COMEX - 09 de Noviembre, 2007

¿Cuál es la principal cualidad de un buen logí­stico? Sin dudas: la previsión; su capacidad de anticiparse a los posibles problemas para que no lleguen a serlo y para que el caos no obstruya el flujo de las mercancí­as ni los buenos negocios. Los costos de la No Calidad son la suma total de los recursos desperdiciados tales como capital; mano de obra o materias primas por causa de deficiencias en la planificación del trabajo dentro de la organización.Un 20 % del costo logí­stico está compuesto por el mantenimiento de inventarios: administración; seguros; mermas; roturas; vencimientos; hurtos, etc. Hay que mantener este costo parcial lo más bajo posible, pero un especialista no puede perder la visión de conjunto, estratégica, el mediano y largo plazo. Para tener un buen desempeño, el logí­stico deberá hacer equilibrio entre la meta de reducción al máximo de los costos de inventario sin caer en el riesgo del quiebre de stock. Y para esto se apela a veces al traslado de fórmulas sofisticadas de producción, distribución o consumo que se aplican exitosamente en mercados muy desarrollados. Pero estas innovaciones no dan el mismo resultado si se aplican en lugares con grandes carencias de transporte e infraestructura en general, como en nuestro paí­s. Solemos comprar lo que nos venden, seducidos a veces por la promesa de un ahorro en lo inmediato, sin ver que esa solución beneficiosa de hoy, atenta contra un crecimiento armónico y sustentable en general y, a la larga, será enemiga de la proyección de nuestro propio negocio. La inmediatez es una de esas malas costumbres criollas que, desde el sector empresario, debemos superar.La teorí­a dice que el inventario ideal (sotck) es igual a cero. Pero eso ha significado en nuestro paí­s, que por cumplir con el "justo a tiempo" y el stock mí­nimo en las empresas, se lleguen hasta triplicar los viajes para garantizar la entrega de productos de consumo masivo complicando más un panorama que nos muestra falta de vehí­culos; de conductores; de infraestructura vial adecuada. El justo a tiempo se transformó en un traspaso del problema de los stocks hacia otros eslabones de la cadena de abastecimiento. De este modo, se agrava el problema de la congestión que se avecina y contribuye a que se produzcan una gran cantidad de accidentes de tránsito, con ví­ctimas fatales y grandes pérdidas económicas. A la hora de modernizarnos con las mejores innovaciones, también desde algunos sectores de la economí­a, privados y oficiales, se habla, incluso, de impulsar el empleo de equipos multicombinados para el transporte de cargas por carretera de hasta 57 toneladas.Y con esto parece desconocerse por completo que en Argentina aún tenemos pendiente la renovación de un parque de camiones con más de 20 años que - por irresponsabilidad y falta de fiscalización seria - llega a transportar unas 60 toneladas por viaje hasta las zonas especí­ficas de descarga, cercanas a los puertos. Hay que tener una mirada sistémica que conserve los y aumente la eficiencia de la logí­stica. Pero no podemos desconocer la necesidad de mejorar la calidad de vida de la población; preservar el medio ambiente; y acompañar con medidas que den contención y seguridad al mismo tiempo que crecemos como sector dentro de la economí­a, hacemos buenos negocios y satisfacemos la demanda del mercado en plazos razonables. Demanda y deficienciasSegún proyecciones del Indec, las exportaciones, que han crecido con una tasa anual del 16 %, fueron en 2004 de u$s31.000 M. Se proyectan para cerrar 2007 con 47.000 M y llegarí­an a casi u$s60.000 M en 2010. Las importaciones, que representaron u$s20.000 M en 2004, serán de unos u$s38.000 M para este año y llegarí­an a u$s52.000 millones para 2010. Pero si analizamos los 5 o 6 sectores que tendrán un crecimiento mayor, vemos que los productos aví­colas y vitiviní­colas tendrán un crecimiento exponencial del 30% de tasa anual y los productos oleaginosos; bovinos; frutihortí­colas; mineral-metalí­fero y azucarero-confitero un crecimiento "muy alto" del orden del 12 %. (fuente: Jorge Forteza y Bernardo Kosakoff). Este tipo de producción, que será récord, se encuentra diseminada en diversas regiones del paí­s por su origen agropecuario o agroindustrial, lo cual indica que la demanda de transporte no se centrará sólo en los puertos -en virtud del comercio exterior- sino que se incrementará notablemente para el transporte terrestre. Lo mismo sucederá con los productos que llegarán por la ví­a de la importación generando un mayor flujo de bienes dentro del mercado interno: mercancí­as que deberán ser distribuidas a lo largo y ancho del paí­s. Se agrega el dato de que el 25% de las exportaciones está destinada a paí­ses del Mercosur, del cual proviene un 37 % de las importaciones mediante un transporte que, casi en su totalidad, se realiza por carretera.Deficiencias Entre las deficiencias del sector para abastecer la demanda, debemos recordar que más de la mitad de la flota de camiones circulante excede la antigí¼edad óptima ya que el 7,8 % de las unidades tractoras tienen de 15 y 20 años; el 7,6%, de 20 a 25 años; el 12,9, entre 25 y 30 años; el 9,8% entre 30 y 35 años; el 8,5% entre 35 y 40 años y un 7,7 % más de 40 años de antigí¼edad. Por Martí­n Sánchez Zinny, Presidente de la Fundación Profesional para el Transporte (FPT) (c) infobaeprofesional.com

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