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Elecciones, dólar alto y boom de China impulsan ventas de carne al mundo: cuáles son los riesgos

Un eventual cambio de gobierno genera intranquilidad entre productores. Esto, sumado a la demanda del gigante asiático, está afectando planes a largo plazo
08/10/2019 - 00:30hs
Elecciones, dólar alto y boom de China impulsan ventas de carne al mundo: cuáles son los riesgos

El negocio de la carne está viviendo un momento dual: por un lado, la actividad frigorífica se está viendo impulsada por una demanda externa que hacía años no se veía; esto explicado principalmente por la altísima demanda de China, que por primera vez en la historia se convirtió en el princpal mercado para la carne argentina. 

Sin embargo, el sector ganadero está en una encerrona: por un lado, los productores aprovechan los altos precios que están pagando los frigoríficos exportadores. Sin embargo, la contracara de esto es que no tienen incentivos para retener vientres y avanzar con un plan de cría sustentable y a largo plazo, debido también a los ruidos políticos que están dejando estas elecciones. 

La eventual llegada de Alberto Fernández al poder no es algo que entusiasme a los ganaderos. Si bien el líder del Frente de Todos se encargó una y otra vez de llevar tranquilidad al sector rural, la realidad es que todavía están muy frescos los recuerdos entre los productores de las trabas a las exportaciones que se impusieron durante la era kirchnerista, que provocaron un desplome de la actividad. 

Desde CICCRA, entidad que reúne a frigoríficos, dieron cuenta de este temor al afirmar que "existe en el sector de la producción y de la industria un gran interrogante respecto de resultado de las próximas elecciones". 

"Al analizar los números de faena y su composición podemos inferir que los productores, ante la caída de la rentabilidad de la cría y previendo el resultado de las primarias, adelantaron la decisión de achicar los stocks, aumentando la faena de hembras a niveles casi nunca antes vistos", advirtieron a través de un informe. 

Según CICCRA, en los primeros nueve meses de 2019 la faena de hacienda vacuna ascendió a 10,1 millones de cabezas, superando en 1,4% el nivel de actividad de enero-septiembre del año pasado. Es un dato clave porque, en la perspectiva histórica, fue el quinto nivel de actividad más alto de los últimos 40 años, motivado por la demanda externa. 

Sin embargo, al analizar la faena de hembras (claves para multiplicar el ganado), la participación fue del 49,1%, 4,2 puntos por encima de igual período del 2018, equivalente a unos 485.900 animales más. 

El punto central es que son cifras únicamente comparables a los niveles vigentes en 2008 y 2009, cuando el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, trababa las ventas al mundo para forzar una baja de los precios y contener la inflación. 

 

La "fiebre" china presiona

Otro dato clave es que entre enero y septiembre se produjeron 2,28 millones de toneladas de carne vacuna. Es un nivel similar al del año pasado, pero con la salvedad de que al mercado interno se envió casi un 10% menos, por la baja del consumo tras las subas de precios y la caída del poder adquisitivo. Hasta septiembre se estima un consumo de 50,8 kilos per cápita, unos 6 menos que en igual período de 2018. 

Esto implica que hoy el motor de la industria es la demanda externa. De hecho, desde CICCRA plantean que la cadena de valor de la carne vacuna está a las puertas de establecer un nuevo máximo histórico en materia de exportaciones.

En los primeros ocho meses de este año, se embarcaron 483.000 toneladas, 46% más que en igual lapso de 2018, por un monto de 1719 millones de dólares. Hasta el momento, el récord data de en 1969 (775.000 toneladas) y el segundo registro más elevado fue en 2005 (745.000 toneladas). En este contexto, los expertos anticipan que el sector está en condiciones de superar esos registros. 

Y esto está explicado por el salto de la demanda de China, que ya explica más del 60% de las exportaciones de carne argentina. ¿La razón? Principalmente se explica por el brote de peste porcina africana, que aniquiló buena parte de sus existencias de cerdos, que obligó a incrementar las importaciones de todo tipo de proteínas animales. 

Según el Informe Microeconómico CREA, transcurrido un año de la detección de los primeros focos de la enfermedad, se comienza a tener datos con mayor certeza en la caída de producción de cerdos. Según datos del Rabobank, se estima una reducción de producción del 35% para el 2019, representando una merma de 15 millones de toneladas.

Por otro lado, países miembros de la Unión Europea también han denunciado brotes de la enfermedad, fenómeno que traería restricciones en el comercio internacional de carne de cerdo, complejizando aún más la problemática de déficit de proteína animal. 

Y esto está impulsando al "bife argentino". Según CREA, el país se posiciona como el de mayor crecimiento relativo a nivel mundial, logrando ser el principal abastecedor de carne vacuna a China. A su vez, señala CREA, "cuenta con las mejores perspectivas de crecimiento, a partir de la habilitación de 8 nuevos frigoríficos". 

Así, la demanda desbocada y los precios de exportación que hace años parecían impagables están generando un boom sin precedentes: "Se produjo un gran desfasaje. Como China compra casi todo. Estop provoca que haya incentivo para mandar todo a frigorífico, porque además estas empresas exportadoras, al estar tan necesitadas de mercadería, le pagan a los productores a plazos cortísimos, unos 7 a 10 días. En cambio, un productor que quiera comprarle a otro una vaca para reproducción le abona a 60 días", plantea Guillermo Villagra, director de OpenAgro. 

"Por eso, hay ganaderos que ven que financieramente les conviene mandar vacas al frigorífico, sin importar si pueden quedar o no preñadas, antes que vendérselas a otro productor para ampliar el rodeo", apunta.

En este contexto, un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señalaba que "la fenomenal tasa de faena de hembras que se viene registrando como consecuencia del boom exportador que experimenta Argentina, comienza a generar cuestionamientos cada vez más fuertes acerca de la sustentabilidad de estos procesos".

Desde el mercado ganadero de Rosario ROSGAN reconocen que hay y que "seguirá habiendo una demanda insatisfecha", causando el difícil dilema "de continuar en la inmediatez cubriendo el actual faltante con vientres, o bien trabajar en procesos de mayor plazo que permitan arribar a una relación de equilibrio entre consumo y exportación verdaderamente sustentable en el tiempo". 

El problema es que, para muchos productores y frigoríficos, la industria está en un momento que nadie apuesta si en 2020 se seguirá dando, básicamente por el riesgo implícito de que surjan restricciones ante un eventual gobierno de "los Fernández". 

De hecho, desde CREA trazaron diferentes escenarios de cara a los dos próximos años: y, en el de "incertidumbre", plantearon un nivel de exportaciones de apenas 300.000 toneladas para 2020. Menos de la mitad que el nivel al que se aspira a lograr este año. 

Y si bien son solo especulaciones, alcanzan para mostrar el nivel de intranquilidad que hay entre los productores que, por las dudas, achican su rodeo antes de que una eventual traba comercial los perdujique con un desplome de precios. 

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