Una de las mejores definiciones de la ideología de Paulo Guedes, probable ministro de Hacienda de Brasil si el líder ultraderechista Jair Bolsonaro es electo presidente en la segunda vuelta, se puede resumir en su visión de Estado: cuanto más chico, mejor.

Es un exprofesor ultraliberal, fundador de centros de estudio económico, de bancos y gestoras de cartera, formado en Brasil y moldeado en la Universidad de Chicago, donde hizo su maestría y su doctorado.

Con 69 años, promueve la apertura económica, la reducción de impuestos y la simplificación de la estructura fiscal. A pesar de esta mirada, logró un acercamiento con Bolsonaro, un proteccionista ortodoxo.

Su peso será muy fuerte en el gabinete de Partido Social Liberal (PSL), en caso de ganar el balotaje el excapitán del Ejército.Sería un “superministro”, ya que la idea de Bolsonaro es reunir los actuales ministerios de Hacienda, Industria y Comercio, Planificación y la secretaría encargada de Asociaciones e Inversiones del Estado en un Superministerio.

Es, ni más ni menos, el hombre que tendría sobre sus hombros la tarea de sacar a Brasil de dos años de recesión y otros dos de bajo crecimiento.

Entre sus tareas, siempre que los resultados lo acompañen el 28 de octubre, se incluye reducir el déficit fiscal y revertir la imparable trayectoria de ascenso de la deuda pública, que pasó del 58% del PIB en 2013 a 77,3% en la actualidad, y que sin reformas podría llegar a 140% en 2030, según el Banco Mundial.

Una de sus apuestas es "Reducir la deuda pública en un 20% mediante privatizaciones, concesiones" y la venta de propiedades estatales, de acuerdo a las indicaciones del programa de Bolsonaro.

Guedes también es partidario de una transición del actual sistema de jubilaciones hacia un régimen de capitalización o cotizaciones individuales. Un modelo similar al de Chile, donde el asesor de Bolsonaro se desempeñó como profesor universitario en los años 80, durante la dictadura de Augusto Pinochet.Su visión es bien recibida en la Bolsa de Sao Paulo que celebró con un alza de hasta 6% en la apertura del lunes la clara victoria obtenida por Bolsonaro en la primera vuelta, que si bien no le alcanzó para lograr la presidencia, la diferencia de 17% con el segundo, Fernando Haddad, lo deja muy bien posicionado.