Hubo un fuerte salto de la inflación en septiembre.

De acuerdo al Indec, la cifra para el noveno mes del año llegó al 6,5%.

Según el promedio de un sondeo de Reuters, el alza estimada fue del 6,6 por ciento.

Se trata de la medición más alta desde la implementación del índice a nivel nacional, el año pasado, y una de las más elevadas en los registros desde el 2002.

Los analistas consultados dijeron que la sostenida devaluación de agosto, del 25,89 por ciento en el peso, se trasladó con fuerza al rubro de los alimentos.

Y añadieron que debido a los aumentos ya acordados para octubre, se prevé una inflación mínima de entre 4% y 5% por ciento para dicho mes. Incluso, el Gobierno se puso como meta que la inflación anual no supere la barrera del 45%, toda una síntesis de la escalada de precios que se espera.

"(Hubo) un impacto muy fuerte del traslado a precios de la devaluación, que impactó en los precios de 'Alimentos y Bebidas' como así también en aquellos bienes durables con componentes importados", afirmó la consultora Eco Go.

La moneda doméstica arrastra una pérdida de casi un 50 por ciento en 2018.

Las estimaciones de los analistas oscilaron entre una inflación mínima de 6 por ciento y un dato máximo de 7,3 por ciento para septiembre.

El dato del IPC de septiembre sería el más alto desde que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) implementó su medición nacional en julio de 2017, luego de tomarse por años el dato sobre la capital argentina y sus alrededores, mientras que analistas privados estiman que sea uno de los relevamientos más elevados en casi dos décadas.

"La dinámica de la última semana del mes de septiembre muestra que para el mes de octubre los precios se desaceleraron en alguna medida", dijo la consultora Orlando Ferreres & Asociados.