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Desplome automotriz: la preocupante crisis de la "Detroit argentina"

En su historia, el complejo automotor cordobés atravesó varias crisis. Pero esta vez no logra ver una pronta recuperación de la actividad
17/03/2019 - 11:11hs
Desplome automotriz: la preocupante crisis de la "Detroit argentina"

En la segunda mitad del siglo pasado, a Córdoba se la comparó con Detroit, la ciudad de Estados Unidos que fue cuna de las mayores potencias automotrices del mundo.

La "Detroit argentina" se la llamaba, gracias a la presencia de terminales como Fiat, Renault, Chrysler, Iveco, GM y Volkswagen, además de importantes firmas autopartistas. Ejércitos de operarios trabajaban en ese universo fabril, que generaba inversiones millonarias año tras año, señala La Voz.

Luego, a finales de la década del ’90, el sector entró –a la par del país– en una crisis profunda que provocó el cierre de varias plantas y el despido de miles de trabajadores.

Pero el espíritu de la "Detroit argentina" siguió en pie. Con esa base, y de la mano del proceso de recuperación económica iniciado luego de la implosión de la convertibilidad, a mediados de la década anterior el complejo automotor comenzó a recomponerse, incluyendo la reapertura de varias fábricas y la llegada de nuevas marcas. La "Detroit argentina" volvió a resurgir.

Hasta el año pasado, cuando la fuerte devaluación del peso impactó de lleno sobre el mercado interno y los patentamientos se desplomaron casi de un mes para el otro. La demorada recuperación económica de Brasil –principal mercado de exportación de los autos argentinos– también aportó lo suyo para complicar el panorama. Sumado a ello, las últimas decisiones en materia de comercio exterior tomadas por el Gobierno nacional (con retenciones y quita de reintegros) terminaron por ensombrecer la escena automotriz local.

Así, el impacto de la nueva realidad del sector volvió a traducirse en suspensiones y despidos, y en el aplazamiento hasta nuevo aviso de inversiones que habían sido anunciadas apenas meses atrás.

Se trata de una economía regional que debería dar empleo directo a 7.200 personas y a no menos de 20 mil personas de forma indirecta, y que hoy se debate entre suspensiones y una nueva etapa de despidos de personal, indica La Voz.

Pero quizás el dato más inquietante es que este declive sostenido y todavía sin fondo de un sector con historia permanece dentro de un statu quo al que pocos quieren referirse: se trata de una crisis silenciada, en la que las decisiones políticas tuvieron mucho que ver y donde no aparecen salidas.

La planta de Fiat Chrysler Argentina (FCA) en Ferreyra trabaja a duras penas tres días por semana (este mes, excepcionalmente, serán cuatro jornadas). Renault, que opera con suspensiones, ocupa un solo turno de producción y "fabrica para reponer sólo lo que vende", dijo un interlocutor. Nissan ensambló 800 camionetas en todo febrero y marzo viene parecido o por debajo. Iveco está directamente paralizada.

En los números de la industria pesa la producción local, pero también la otra pata del negocio: las unidades importadas. Si la cantidad de patentamientos redondeara los 600 mil a 700 mil vehículos, es posible que esa organización fabril se dé por conforme y atenúe cualquier reclamo político, publica La Voz.

Pero dentro de las fábricas la situación ha devenido en tal incertidumbre que con las retenciones de tres pesos por dólar exportado, las más perjudicadas son las terminales que ubican una mayor cantidad de componentes nacionales en sus vehículos.