La industria vitivinícola celebró la decisión del Gobierno de eliminar los derechos de exportación a aquellas empresas que vendan al exterior por encima de lo que estaba previsto. Es un reclamo que le habían hecho al presidente Mauricio Macri durante la visita que realizó a Mendoza en septiembre del año pasado. El stock vínico del sector venía acumulando nueve meses, y a través de diversas acciones, ya lograron bajar a 7,8 meses. Del único modo que pueden hacerlo es por la vía de la exportación.

"Se eliminan los derechos de exportación (retenciones) para todas aquellas empresas que exporten por encima de su promedio de exportaciones del año pasado. La medida sólo es aplicable para exportadores de menos de 50 millones de dólares por año", reza el texto que se distribuyó ayer desde el Gobierno para anunciar las medidas que se pondrían en marcha.

El comunicado no es claro. Habla de no pagar directamente cuando se exporte por debajo de los u$s50 millones. Son pocas las empresas del país que lo hacen por encima de ese monto. De ahí que hay expectativas tanto de los sectores de la producción como de los servicios sobre cómo se redactará la reglamentación respectiva.

Según pudo saber iProfesional, esas definiciones finales podrían terminar de disiparse en los próximos días, pues se está trabajando en la implementación. Y no se descarta un decreto reglamentario que establezca estas aclaraciones.

"Hay que ver la reglamentación, vinculada en nuestro caso con los excedentes para exportación. La propuesta que le hizo el sector vitivinícola el año pasado fue trabajar sobre los incrementales. Si las exportaciones estaban calculadas en un monto determinado le propusimos no pagar retenciones sobre lo que se vendiera por encima de ese nivel. La principal obsesión es bajar el stock excedente y la única salida es la exportación", dijo a iProfesional, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA).

Producto de la caída del consumo de vino, que ya está en 18 litros per capita, la industria sufre los excedentes del producto. El precio del vino cae y el productor obtiene cada vez menos dinero por su trabajo. Y los stocks comienzan a acumularse. De ahí el interés por volcar esos excedentes al mercado de exportación, como una salida para esta situación.

En septiembre pasado, durante la vista que el jefe de Estado realizó a la Bodega Bressia, el sector le planteó que dejaran de pagarse retenciones cuando se superaran las cifras previstas de ventas al exterior, como una manera de incentivar la actividad sin dejar de pagar los derechos ya impuestos.

Esos excedentes que, curiosamente, ahora son más de vinos tintos cuando históricamente han sido de blancos –debido a la drástica caída del consumo masivo y, por ende, del vino en el mercado interno- son los que se busca preservar por la vía de mayores exportaciones. Todo esto en un marco donde aún se debe esperar el fin de la cosecha y las proyecciones de producción de vino de cara a junio de 2020.

"La propuesta se sustentó en la dinámica de las exportaciones vitivinícolas en los últimos años y en la capacidad de generación de valor agregado, además de la fuerte presión impositiva que experimenta el sector y la "dolarización" de una proporción de los costos de producción", explicó la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) en un comunicado.

Agregó que, inicialmente, se propuso incrementar el porcentaje de reintegros y disminuir los derechos de exportación por sobre el incremento respecto a lo exportado el último año para vino a granel, jugo concentrado de uva, uva de mesa y pasa. La propuesta original hecha por COVIAR no incluía diferenciación entre tipos de empresas (PyMES en relación al resto de las empresas).

El complejo vitivinícola (vino, jugo concentrado de uva, pasa de uva y uva en fresco) exportó alrededor de u$s1.000 millones en 2018. Suponiendo un valor similar para 2019, el pago de derechos de exportación significaría este año más de $3.000 millones para el sector.

Según estudios de la Universidad Nacional de Cuyo, la carga impositiva sobre el excedente de explotación en la producción de uva es mayor al 40%, mientras que en una bodega los impuestos significan más de 60% del excedente de explotación.

El comunicado distribuido por el Gobierno no es claro, tal como se dijo. Desde el 1° de enero pasado las empresas de software también comenzaron a pagar derechos de exportación sobre sus servicios.

En este caso surgieron dudas sobre lo comunicado puesto que, de ser tal como se expresó, prácticamente ninguna empresa estaría alcanzada por el pago de esos tributos a partir del momento en que se redacte la reglamentación.

¿Y los servicios?

Esta falta de claridad comenzó a ser advertida en los distintos sectores, ya no sólo el de los servicios. Más allá de que el comunicado es contundente en cuanto afirma que se eliminarán las retenciones a quienes exporten por encima de su promedio del año pasado y que alcanzará a las que facturen menos de u$s50 millones.

De hecho, en otro documento, que no fue el que circuló en primer término Presidencia, pero que circula a nivel oficial se lee lo siguiente: "La medida alcanza a las MiPyMES exportadoras de bienes que estén registradas en el Registro PyME del Ministerio de Producción y Trabajo y que no hayan exportado más de US$ 50 millones en 2018. Vale recordar que esta medida representa un importante incentivo para que las pymes aumenten sus exportaciones, impulsando con beneficios a aquellas que nunca exportaron o que están apuntando a nuevos mercados. Es importante destacar que es que es una medida transversal que beneficia a pymes exportadoras de todos los sectores".

Es decir, las empresas de servicios, que son las que cruzan transversalmente a las de producción no estarían alcanzadas por la medida.