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Congelamiento y control de precios: ¿cómo resultaron las experiencias anteriores?

Las medidas tendientes a bajar los importes de los productos para paliar la inflación tienen una historia de 70 años en la Argentina
18/04/2019 - 10:50hs
Congelamiento y control de precios: ¿cómo resultaron las experiencias anteriores?

Mauricio Macri no es el primer presidente de la historia argentina en lanzar sistemas de control, congelamiento o acuerdos de precios para evitar el avance inflacionario. Por el contrario, se trata de un mecanismo que se intenta implementar desde hace casi 70 años.

Durante la última presidencia de Juan Domingo Perón, su ministro de Economía, Alfredo Gómez Morales, elaboró un plan de congelamiento de los precios de los consumos básicos, como alimentos, higiene y medicamentos; y se extendió a los alquileres, arrendamientos y control de cambios.

Al igual que en la actualidad, la inflación se ubicaba por arriba de 50% interanual, pero el mecanismo debió ser abandonado cuando el déficit fiscal se hizo crónico y no otra había forma de financiarlo que con emisión y deuda pública.

En 1973, José Ber Gelbard, predecesor de Gómez Moralez, también decretó la "inflación cero" y en menos de 2 años derivó en lo que fue el primer gran precedente de la hiperinflación, con lo que se dio en llamar el "Rodrigazo", cuando el ministro Celestino Rodrigo liberó los precios y abrió las paritarias, y las empresas públicas no podían sostenerse con las tarifas congeladas.

En 1985, con la vuelta de la democracia, el mecanismo fue más amplio: incluyó cambio del signo monetario, congelamiento de precios, desagio sobre los contratos financieros, que exigían repactar los intereses de un plazo fijo a 30 días a tasas de 30% mensual, a un nivel de 6% que se estimaba como efecto inercial de las medidas.

El intento fracasó rápidamente, porque el gobierno entonces de Raúl Alfonsín omitió encarar una profunda reforma del Estado, dado el abultado déficit de las finanzas públicas, tal como consigna Infobae.

Sólo la crisis hiperinflacionaria de 1989 y 1990 generó el espacio para ensayar un corset monetario que posibilitara volver a registrar en más de 70 años un período de estabilidad de precios, incluso con meses de deflación, sustentado en tipo de cambio fijo y aumento de la deuda en dólares, bajo la presidencia de Carlos Menem y con Domingo Cavallo al frene del Ministerio de Economía.

En esta oportunidad, el descuido por la sostenibilidad de las finanzas públicas y el avance de reformas estructurales derivó en una nueva crisis a fines de 2001-2002.

Con la llegada de Néstor Kirchner, se mantuvieron los precios regulados sobre las tarifas de los servicios públicos, pero también en los aranceles de la medicina prepaga, la educación privada, y los medicamentos.

En 2011, con Cristina Kirchner en la presidencia, se agregaron el cepo cambiario y el control de importaciones, que volvieron a general presiones futuras de alzas de precios, que el Indec –intervenido en 2008– se encargó de matizar. También se implementaron los "Precios Cuidados", fuerte uso de la política monetaria y default de la deuda pública.

Macri ahora vuelve a anunciar un paquete de medidas para intentar estabilizar los precios de la economía en un escenario inédito: el Banco Central no emite pesos y espera llegar al déficit fiscal cero hacia fin de año.

No obstante, restará ver, primero, si logra calmar las expectativas de las empresas y de la gente. Y, en segundo término, si se frena el gasto público. En este sentido, el Estado será el que absorba el costo de las medidas para congelar los precios de 60 productos de 16 empresas.