Hace meses que diversos ministerios y cámaras empresarias vienen trabajando para darle forma al ansiado y tan necesario plan para reactivar las ventas de artículos del hogar, uno de los sectores más golpeados por el combo que conjugó caída del consumo, inflación y disparada del dólar.

Prácticamente todas las fábricas de heladeras, lavarropas, equipos de aire acondicionado, cocinas y otros productos de línea blanca están viéndose golpeadas por la recesión y son mayoría las plantas que debieron echar mano a suspensiones, eliminación de turnos y retiros voluntarios.

Según datos de la consultora GfK, las ventas de pequeños y grandes artículos del hogar, así como de electrónica de consumo, vienen avanzando con desplomes interanuales de entre el 25% y el 45%.  

Por eso, en esta rama de actividad se apuntaba a la iniciativa oficial como la tabla de salvación para superar un año en el que el sector viene operando con un nivel de capacidad ociosa superior al 40%.

El tan mentado "plan de 12 cuotas sin interés" –del que diera cuenta en exclusiva iProfesional a mediados de febrero pasado- es en lo que vienen trabajando con demoras diversas Secretarías y las cámaras sectoriales, con la idea de lanzarlo durante la segunda quincena de mayo, bajo un formato del estilo "Semana de la línea blanca". 

Sin embargo, a esta altura, son muchos los directivos de empresas que están viendo esta iniciativa más como un parche que como un verdadero trampolín para superar la crisis.

"El Gobierno lo quiere sacar a toda costa el mes próximo, pero por los plazos y las condiciones que se terminarían ofreciendo, creemos que va a ser más una aspirina para ir tirando. No vemos que vaya a ser suficiente como para ayudar a superar la crisis", reconoció el directivo de una de las cámaras que participó hasta ahora en todas las negociaciones.

"Tenemos Pymes que tuvieron que avanzar con retiros voluntarios para 40 o 50 empleados y que tienen parado en el depósito un gran stock de producción y de partes y piezas que les representa un enorme costo financiero. Se necesita más que una acción que dure una semana", agregó.

El problema es que, frente a la ambiciosa idea inicial, el plan estaría quedando reducido a una versión light. Según información que pudo recabar iProfesional, se habla acerca de que las cuotas no serían completamente sin interés; que la actividad podría llegar a durar incluso menos que una semana y que el objetivo de promover equipos ultra eficientes en términos energéticos con un nuevo sistema de etiquetado está parcialmente descartado para el corto plazo.

Todo esto genera incertidumbre entre los empresarios incluso sobre cuándo podría implementarse finalmente. Si bien el objetivo de máxima es poder tenerlo listo para la segunda quincena de mayo, hay quienes creen que habrá que esperar hasta junio. 

Dudas por las cuotas sin interés

El primer problema que se estarían encontrando los industriales está dado por la estrategia financiera que terminará eligiendo el Gobierno, desde donde todavía no les dieron mayores precisiones.

"Hablamos con algunos funcionarios. Y la sensación que tenemos es que todavía no tienen muy en claro cómo van a financiar el programa. Nos dicen que quieren tener todo listo para tenerlo operativo a partir de la segunda quincena de mayo pero falta menos de un mes y no nos dieron muchas precisiones", apuntó la fuente consultada.

Las cuotas son el factor crítico del plan, en un contexto en el que las altísimas tasas de interés vuelven un mal negocio la posibilidad de pagar un electro a 12 meses.

Una heladera que se ofrece a $19.900 en una importante cadena, por ejemplo, terminará saliendo $6.000 si se opta por pagarla con tarjeta en 12 cuotas. Esto implica un costo financiero total nada menos que del 71 por ciento, unos 30 puntos por encima de la inflación proyectada por algunas consultoras para este año.

En este contexto, el directivo de una de las cámaras de línea blanca que fue consultado por iProfesional consideró que "la propuesta del Gobierno seguramente servirá para bajar sustancialmente el CFT que hoy terminan ofreciendo los comercios. Pero nadie está en condiciones de asegurar que vaya a ser con un interés del 0%".

Desde otra de las entidades que también viene dialogando palmo a palmo con los técnicos de Cambiemos compartieron la misma visión: "Con una inflación que seguramente va a ser superior al 40%, la financiación sin nada de interés es algo muy difícil de imaginar. Seguramente tendrá un costo. Internamente creemos que sería de entre el 15% y el 20%".

"Técnicamente va a tener un costo. Pero así y todo estaría por debajo de la inflación, así que no sería un mal negocio para los consumidores. Pero por encima de esa cifra se volvería menos tentador y se diluiría mucho el efecto del plan, así que el Gobierno tiene que evaluar bien el nivel de CFT antes de lanzarlo", agregó.

El otro punto es quién saldrá a bancar dicho costo para que se ubique bien por debajo del IPC. En un momento, se rumoreó que el Gobierno iba a pedir a retailers y fabricantes que apoyen la iniciativa en una suerte de "esfuerzo compartido".

Sin embargo, las empresas se pusieron firmes: "No podemos seguir arremangándonos. Estamos suspendiendo personal, se nos cayó la venta y no podemos financiarnos para pagar sueldos por las altas tasas. Sería insólito que nos pidan justo a nosotros que banquemos el plan", señaló el propietario de una planta que fabrica heladeras en el interior del país.

Una semana o… ¿menos?

El otro punto tiene que ver con la extensión de la promoción. Había directivos que hasta hace pocos días se entusiasmaban con la posibilidad de que la acción pueda durar entre 15 y 30 días, para darle tiempo a que los potenciales compradores se sumen.

"Una semana es poco tiempo cuando se trata de equipos que pueden valer $30.000 o más. Puede pasar que por ahí están apretados con el saldo de la tarjeta o justo en esos días no pueden asumir ese gasto. Por eso sería ideal extenderlo por 30 días, pero sabemos que no va a ocurrir", acotó una de las fuentes.

De hecho, los propios funcionarios les reconocieron que una de las limitantes era el financiamiento.

"Nos dejaron muy en claro que querían concentrar la acción en una semana y testear rápido los resultados del plan. Nos dijeron que, llegado el caso, podríamos volver a conversar para activar una segunda semana a partir del segundo semestre", agregó la fuente.

Pero son muchas las dudas que todavía hay en el sector privado. En las últimas horas, de hecho, trascendió que el plan 12 cuotas incluso podría ser más acotado en el tiempo.

En un contexto en el que el Gobierno no les da mayores precisiones, crecen los rumores. Según detalló un directivo del sector retail, la versión que cobra fuerza es que "podría ser una promo puntual de jueves a domingo".

Eficiencia energética, a medias

El otro punto que retrasó mucho el plan 12 cuotas para electro y que fue objeto de fuertes negociaciones fue el objetivo de promover artículos del hogar "ultra eficientes".

Como señalaba iProfesional, la Secretaría de Energía se propuso que esta iniciativa sirviera para favorecer el recambio de unidades de mayor nivel de consumo.

Para ello, llegaron a redactar un proyecto de resolución para cambiar las normas de etiquetado. El argumento, según los funcionarios, es que la escala vigente en la actualidad es vieja, ya que data del año 1999. Y esto genera que los artículos que más electricidad consumen terminen siendo clasificados como "eficientes".

Por eso, el Gobierno quiso que todos los productos que vayan a promocionarse en la "semana de la línea blanca" cumplan con altos estándares. Y, con ese fin, los técnicos buscaron difundir una nueva etiqueta como condición necesaria para participar. 

El problema es que, tras el cambio, los electro que hoy son "A+++" (es decir, los de más bajo consumo) pasarían a ser "A". Y, los que hoy son "A", terminarían cayendo en la categoría "D".

Esto puso en alerta a todos los fabricantes que tienen buena parte de sus matrices y stock, tanto de productos terminados como de insumos, partes y piezas, dentro de esta categoría.

Sucede que los fabricantes entendieron que cambiar el famoso sticker que acompaña a todos estos artículos y que, en muchos casos, un modelo pase de una "A" en reluciente color verde a una "D" en rojo, era la mejor manera de que dejar de vender y de castigar a ese producto.

Por eso se opusieron. Y el Gobierno, frente a este callejón, días atrás envío una contrapropuesta. ¿El resultado? El ambicioso objetivo de recambio tecnológico se demorará más de la cuenta.

iProfesional accedió a la versión final de la etiqueta que hace pocos días terminaron aprobando los industriales y, según se ve, los cambios serán mucho menos abruptos que en la primera propuesta (ver imagen). 

 

Recién a los 90 días de publicada la resolución, se harán cambios pero sólo en la parte inferior de las etiquetas, mientras que el diseño y las escalas quedarán exactamente como se ven hoy día.

La segunda etapa recién entrará en vigencia en 18 meses, para que los fabricantes tengan tiempo para adecuar su mix de producción y limpiar un poco los stocks.

Así, recién al año y medio entrará en vigencia el nuevo diseño con un tacómetro en lugar de las columnas horizontales. Además, habrá una sola categoría "A" y no como ocurre en la actualidad que se engloban cuatro clases (desde "A" a "A+++"). 

"Estamos todos de acuerdo con promover la eficiencia energética. Pero esto terminó frenando mucho tiempo el plan y ahora que necesitamos un salvavidas, no tenía mucho sentido insistir con esto. Por suerte nos escucharon", afirmó uno de los directivos.

Todavía no está todo dicho: la meta de lanzar esta acción en mayo está en pie. Los empresarios también confían en que dure no menos de una semana y que la tasa de interés para financiar una compra en doce meses esté muy por debajo del IPC proyectado para este año. Pero todavía hay incertidumbre por la letra chica y los tiempos se acortan.