"No saber para qué lado ir es el verdadero problema para la Argentina", diagnostica a iProfesional Diana Mondino, economista de la Universidad del CEMA y ex directora regional para Latinoamérica de Standard & Poor´s.

En medio de los vaivenes económicos y políticos, y del que define un momento en el que el país se encuentra en un "círculo vicioso", la también directora de Relaciones Institucionales de la UCEMA, dialogó con iProfesional sobre la incidencia en los mercados que puede tener la presencia de Cristina Kirchner en el juego electoral.

También opinó sobre qué puede suceder con el dólar en la previa electoral y su estrecha relación con el comportamiento de la inflación.

-Con la volatilidad actual, ¿qué considera que puede ocurrir con la economía?

-Estamos padeciendo todavía los fuertes coletazos de la situación del agro del año pasado más el cambio estructural internacional, acompañado por las políticas monetarias que claramente no fueron óptimas. En este momento tenemos una alta inflación y recesión, que se está empezando muy tibiamente a solucionar porque este año sí estamos teniendo una cosecha buena y porque sí se está ordenando la parte monetaria (aunque a un costo extraordinario), por lo tanto soy bastante optimista. De todas maneras, creo que el punto principal es que estamos en un círculo vicioso.

-¿Por qué?

-Hay temor de que vuelva Cristina, no por ella en sí misma, sino porque se cambien nuevamente las políticas. Por lo tanto, la gente tiene incertidumbre y no invierte. Al ocurrir esto, es más probable a que permee en la sociedad un discurso más populista, entonces es una cuestión que ya parece ser el huevo o la gallina. No sé cómo se rompe esto, pero de alguna manera con las encuestas y también cuando nos acerquemos al 22 de junio y estén las listas finales de los candidatos a Presidente, va a haber más probabilidades de ir despejando esta incertidumbre.

-¿Pero esta incertidumbre tiene vinculación directa a que se presente o no Cristina?

-No iría tanto por Cristina, sino por si hay un cambio en las políticas o no, en el sentido que ahora estamos en una política tibia tanto de apertura como también de reducir el déficit fiscal, y lo poco que han dicho los posibles candidatos opositores están en contra de esto. En la medida que ello no se vaya definiendo, sea quien sea los que se presenten a las elecciones, generará incertidumbre. Todo país necesita un rumbo claro, dentro de ese rumbo las empresas, las personas, las universidades, todos, vemos cómo nos adaptamos y de qué manera trabajamos. Hoy Argentina tiene un tironeo para tratar de modificar el rumbo actual, que creo que es mejor a lo que podría ser la alternativa, pero lo importante es que haya un camino y todos nos podamos adaptar. El no saber para qué lado ir es el verdadero problema.

-¿Es culpa del Gobierno esta falta de rumbo?

-Creo que las políticas económicas no han dado el resultado esperado en el momento esperado, en gran parte por las políticas propias y también por situaciones externas. La cuestión es que la gente no se pone a distinguir eso, sino que ve que tiene un problema. Sobre todo para los inversores, que tienen que tomar decisiones de todo tipo. En resumen, afecta a todos los actores, desde el señor que necesita comprar un par de zapatillas y lo aplaza para el mes que viene hasta el señor que construye una fábrica nueva. Son los que dicen: "Mejor espero".

-¿Cómo puede impactar el comportamiento del dólar en la economía?

-Ahí se produce una verdadera contradicción: todo el mundo espera un dólar relativamente quieto y, al mismo tiempo, todo el mundo espera que la inflación no se desacelere. No podemos tener dólar quieto mientras haya inflación. Pero si el dólar sigue subiendo todo el mundo tiene miedo. Es mejor igual que no se quede quieto el billete, si no tendríamos de nuevo atraso cambiario. Lo que pasa es que la lectura de que el dólar sube es mucho más tremendista que el problema de la inflación.

-Muchos hablan que el dólar puede pasar la banda, incluso los $100…

-Eso es ciencia ficción, en algún momento siempre se va a poder estar arriba o abajo de esas referencias. En este momento el poder de fuego del Banco Central existe, no es ilimitado de ninguna manera, pero también hay que considerar que tampoco hay tantos pesos. Y para comprar dólares se necesitan pesos, no los hay.

-Algunos analistas afirman que el gran caudal de pesos en los plazos fijos puede complicar al Gobierno si hay una intención de dolarizarlos...

-Los plazos fijos son pesos, para comprar dólares se los necesita, y hoy no hay pesos. Así que mucho no puede pasar. Actualmente no son una amenaza los plazos fijos, mañana no sé.

-O sea, ¿no ve que pueda ocurrir una corrida cambiaria?

-Hoy no veo una corrida. Por supuesto que una corrida podría ocurrir por una pavada -como en la película Mary Poppins donde hay un nenito que quiere una monedita y genera un caos por eso-, pero no hay razones fundamentales para que suceda en estos momentos.

-¿Cómo juega la incertidumbre política en que pueda ocurrir esta situación?

-La incertidumbre política es una de las causas, pero ante la incertidumbre si no hay pesos no puede subir el dólar.

-En resumen, ¿qué puede pasar con el dólar en la previa electoral?

-Si se estabiliza el dólar sin controlar la inflación, dentro de un tiempo vamos a tener otro salto en el tipo de cambio. No puede quedarse quieta una variable y la otra no. Diría que la situación es al revés, no puede ser que los precios suban y el billete estadounidense se deba quedar quieto.-