Gabriel Rubinstein es uno de los que más firmemente defiende la intervención cambiaria, en contra de las opiniones favorables a la libre flotación en un momento de incertidumbre política y económica.

iProfesional habló con este experimentado economista para saber su diagnóstico sobre la delicada situación cambiaria, entre otros temas de actualidad.

Rubinstein fue representante del Banco Central durante la gestión de Roberto Lavagna como ministro de Economía, y se desempeñó como Director Ejecutivo en dos organizaciones muy relevantes: DCR-Fitch Rating Agency y en la Bolsa de Comercio Buenos Aires.

Si bien su sugerencia es que las autoridades le muestren al mercado todo su poder de fuego, reconoce que "hay riesgos de que haya una transición complicada" hacia el nuevo período de gobierno.

Igualmente, el también ex Coordinador General del Estudio Broda es positivo sobre las posibilidades del país de encauzar la situación económica: "En tres años la inflación puede llegar a ser del 5% anual", sostiene.

A continuación la charla que tuvo iProfesional con Gabriel Rubinstein, titular de la consultora que lleva su nombre.

-A los que todavía no comprenden en qué situación se encuentra hoy Argentina, ¿cómo les resumiría el momento actual?

-Estamos en un punto de transición y de "aguante" hasta saber cuál será el nuevo gobierno que tendremos. Hasta ahora están las cosas paradas y hay riesgos de que haya una transición complicada. Ahora se ha mitigado el nerviosismo por el permiso al Banco Central a que utilice las reservas para controlar al dólar, a la posibilidad de que haya un consenso político entre los referentes y a las posibilidades de entendimiento para que haya menos miedo financiero. Es que un riesgo político alto implica una parálisis de las inversiones.

-¿Se puede lograr un consenso general para llegar a firmar este acuerdo?

-Fácil no es y también hay un poco de desconfianza de que sea una maniobra electoralista. Sobre todo porque esto ocurre al plantearse ahora esta necesidad por parte del Gobierno nacional, justo unos pocos meses antes de una competencia electoral aguda, y que no lo haya hecho tres años antes. Se necesitan consensos para hacer reformas y avances, sino todo se va a ver trabado.

-¿En qué aspectos ayudaría lograr este consenso?

-Por más que se busquen políticas para lograr una reactivación, también se necesitarán consensos para salir adelante como país, por más que sea de crecimiento el acuerdo que se lleve adelante.

-¿Qué cambios considera que se necesitan para poder revertir la crisis?

-Se necesita bajar impuestos, pero para eso se precisa disminuir el gasto público. Es decir, el gasto de 3% del PBI hay que bajarlo de alguna manera. Los gastos son difíciles de reducir, porque muchos corresponden a aportes previsionales y salarios. Por eso hay que discutir qué beneficios se deben pagar en seguridad social y también sobre los recursos que deben tener las provincias.

-¿Esto lo puede alcanzar el Gobierno de turno sin la necesidad de tener consenso con toda la clase política?

-Es que idealmente se necesita un gobierno de unidad nacional para hacer los cambios, sino al gobierno de turno se lo ve como "ajustador" y eso es aprovechado por la oposición para posicionarse. Lo ideal hubiese sido que Macri haga este acuerdo y los ajustes al asumir. En resumen, se debe incluir a la coalición y dar incentivos para que haya una coalición lo más amplia posible. Y Cambiemos, al saber que tenía muchas cosas complicadas, se embarcó en un gradualismo con el que le fue mal.

Ahora tuvo que salir a los ponchazos a resolver la situación en un contexto recesivo, y ante la necesidad que le genera ver que puede perder las elecciones. Se necesita un diálogo sincero. Esperemos que el candidato que gane en las presidenciales no se ponga soberbio y pueda hacer alianzas.

-¿El peronismo podría lograr esta unidad?

-Podría hacer una alianza entre Cambiemos y Alternativa Federal, pero no con el kirchnerismo porque es difícil que cambie respecto a las actitudes que tuvo en el pasado, igual habría que convocarlos a todos. La idea es que haya un gobierno amplio y con consenso.  Macri y Marcos Peña tuvieron una visión errada.

-Entonces, ¿no ve bien a la economía si llegase a ganar Cristina Fernández de Kirchner?

-Si gana Cristina pienso que sería difícil la situación, puede pasar cualquier cosa con ella.

-Hoy, ¿ve que pueda haber una crisis cambiaria antes de las elecciones?

-Creo que hay menos posibilidades que antes porque se tienen reservas para actuar. El tema es que se ponga en el mercado suficiente cantidad de dólares para frenar una posible corrida, porque todavía no está muy claro qué cantidad de reservas puede utilizar el Banco Central. Sobre todo, hay que ver cuál es la vocación del Gobierno y del FMI para querer actuar en caso de un incremento del tipo de cambio.

-A su entender, ¿qué cantidad de dólares se necesitan colocar en plaza para frenar una corrida?

-Hoy creo que está la posibilidad de usar u$s44.000 millones, pero con mucho menos alcanza para frenar una corrida. En especial, para no estar sufriendo sobresaltos, se deben ofrecer muchos dólares.

-¿Y cuántos de esos billetes realmente se fugarían del sistema?

-Se podrían ir entre u$s6.000 millones a u$s30.000 millones en caso de mucha tensión. Por eso se debería estar preparado y el Gobierno tendría que ofrecer 30.000 millones de dólares para dar tranquilidad. Acá se debe tener convicción de que hay que hacerlo. No hay que darle bola a los que dicen que se rifan las reservas, porque hay pasivos y activos, y se venderían a las divisas a precio de mercado.

-¿Qué opina del precio actual del dólar?

-Estamos bien en este nivel.

-¿Puede el Gobierno bajar en estos momentos la inflación?

-Por los costos, aumentos salariales e incremento del dólar, va a seguir alta unos meses. Si el tipo de cambio se estabiliza, puede empezar a bajar y ser del 2% mensual cuando nos acerquemos a fin de año. Ojo, es controlable, hay que saber administrar y lidiar con los problemas. Se puede ir bajando. En tres años puede llegar a ser del 5% anual.