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Quitas, "maquinita" y aumento de sueldos: así será el plan económico de Alberto Fernández según Martín Tetaz

El mediático economista opinó que el plan del nuevo Gobierno será en base a una aparente contradicción que llama "heterodoxia ortodoxa"
02/12/2019 - 12:49hs
Quitas, "maquinita" y aumento de sueldos: así será el plan económico de Alberto Fernández según Martín Tetaz

El economista Martín Tetaz evaluó cuál será el plan económico que llevará adelante el gobierno de Alberto Fernández a partir del próximo 10 de diciembre y opinó que será en base a una aparente contradicción "heterodoxia ortodoxa".

"La convicción de que el crecimiento se lograba con tirones de demanda autónoma y que el déficit fiscal no importaba porque se podía financiar con emisión", indicó Tetaz.

A través de su newsletter, el economista indicó que, a partir de conversaciones con personas que incluyen a los equipos económicos del próximo gobierno liderado por Alberto Fernández, puede observar que será "más bien pragmático, crédulo de las potencialidades de la política para romper expectativas con acuerdos, pero preocupado con las consecuencias del déficit fiscal y la emisión descontrolada".

Al hacer referencia a planes puntuales, destacó que, en primera instancia, el nuevo gobierno buscará "despejar el panorama financiero" no solo con el reperfilamiento de los vencimientos de capital sino también de los intereses.

Tetaz dijo que el objetivo no será "empujar para adelante" sino que además "habrá quitas". Sin embargo, no se tratará de una salida "a la uruguaya" porque el equipos "está convencido que si lo que no paga hoy sigue inflándose al 7%, las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda nunca se despejarán, el riesgo país no bajará y no será posible volver a los mercados a tasas razonables".

En segundo lugar, argumentó que el mercado no espera una mera reprogramación de pagos porque "los bonos argentinos están cotizado entre el 40% de paridad (ley local) y 45% (ley extranjera), descontando fuertes quitas". Estas incluirán opciones como descuento de intereses, descuento nominal o estiramiento de plazos de principal.

Los vencimientos de 2020 incluyen privados por US$ 32.000 millones, 55% en moneda nacional; y US$ 13.000 en intereses, 60% de los cuales están en moneda extranjera. El stock de reservas disponibles serpa de US$ 12.000, por lo que los negociadores serán duros: "todos entienden que lo que no pueda reprogramarse y tenga que ser pagado en 2020, quema reservas y compromete emisión monetaria", expresó el economista.

El tipo de cambio quedará atado a esta negociación: el "Banco Central comprará todos los dólares que le sobren a la cuenta corriente, emitiendo billetes y no hay muchas chances de esterilizar, porque de hecho dejarán vencer los vencimientos de Leliqs y pases sin renovarlos, para forzar a los bancos a colocar su liquidez en crédito productivo y/o para consumo, empujándolos a bajar sensiblemente las tasas activas", explica.

Esto -menor rentabilidad y alta liquidez del sistema (56% según el ultimo informe del BCRA)- "se llevará puestas las tasas pasivas, pero como el cepo impide correr hacia el dólar (al menos de manera directa), es muy probable que vuelvan las tasas reales negativas, al menos hasta que las autoridades encuentren la forma de generar instrumentos en pesos, de fácil acceso para la clase media y que funcionen como sustitutos del dólar, protegiendo los ahorros".

Entre estos están "los depósitos indexados (que podrían pagar el monto de actualización con rezago, como un bono de fin de año), los bonos atados a la rentabilidad de vaca muerta (como el bono YPF del 2012, que pagaba premio por productividad), o un mecanismo atado a cédulas hipotecarias de los Procrear, que volverán a ser el caballito de batalla".

En tercer lugar dijo que el cepo se hará más duro tanto para turismo como para la importación de bienes suntuarios "para evitar la fuga indirecta hacia el dólar, comprando sustitutos con precio en verdes".

La debilidad viene por el lado fiscal, porque no hay consenso para emitir "más allá de lo indispensable", según Tetaz.

Consideró que el presidente electo busca un equilibro primario en las cuentas públicas con "un acuerdo social que coordine la nominalidad de la economía en torno del 35% penalizará a los últimos en actualizar, que vienen con rezago en su mecanismo; o sea: a los jubilados".

Por esto, el economista dijo que "habrá recomposiciones para la base de la pirámide, en AUH y tarjeta alimentaria, mientras que procurarán mantener a raya los subsidios a las empresas de transporte y distribución energética, negociando con los balances arriba de la mesa".

En este nuevo esquema, "no hay lugar para ingresos fiscales corriendo al 35% y jubilaciones (que son el 50% del gasto) haciéndolo al 45%, como correspondería con la actual fórmula".

La consistencia real de este plan, que incluye el cumplimiento del teorema de Baglini -es decir, que cuanto más cerca del poder, más sensatos y razonables se vuelven las declaraciones políticas-, dice Tetaz , incluirá "algún esoterismo que dibuje el ajuste a las jubilaciones y lo presente como garantía de ganancia real en 2020".

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